El nuevo texto estará actualizado y adecuado a las exigencias comunitarias, nacionales y autonómicas en materia de jerarquía de residuos, economía circular y recogida selectiva
El Gobierno municipal tiene entre sus prioridades devolver a la ciudad los cánones de limpieza que merece y, en el primer semestre de 2022, Madrid contará con una nueva Ordenanza de Limpieza y Gestión de Residuos. La Junta de Gobierno ha aprobado este jueves someter a consulta pública previa la elaboración del nuevo texto para actualizarlo y adaptarlo a las necesidades de la ciudad, según ha explicado la portavoz municipal, Inmaculada Sanz. A partir de la publicación del acuerdo de la junta en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid (BOAM), los interesados disponen de 30 días para contestar a diferentes cuestiones que plantea la Administración para encontrar soluciones eficaces y consensuadas en la mejora de la gestión de los residuos y de su tratamiento, de la limpieza y del ámbito sancionador.
El Área de Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante impulsa así la nueva redacción de la normativa sustentada en tres ejes: dar cumplimiento a las exigencias europeas, nacionales y autonómicas, promover una mayor concienciación colectiva para mejorar la limpieza de la ciudad y la adecuada separación de los residuos, así como perseguir las prácticas incívicas que deterioran la imagen de la capital.
La Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y de Gestión de Residuos vigente fue aprobada por acuerdo plenario de 27 de febrero de 2009. Desde entonces, el municipio ha experimentado cambios notables en su actividad y, consecuentemente, en los servicios de limpieza, recogida, transporte y tratamiento de residuos. Por ello, existe la necesidad de ajustar a la realidad las condiciones del uso de los recipientes municipales destinados al depósito de residuos, así como incluir en la ordenanza la incorporación de las nuevas modalidades de recogida puerta a puerta, de la recogida selectiva orgánica; de los nuevos puntos limpios de proximidad e, igualmente, la inclusión del concepto de ‘reutilización’ para determinados objetos que pudieran considerarse como idóneos en ese aspecto.
Por otro lado, el área ha detectado que en materia de denuncias es preciso ordenar, sistematizar, simplificar y clarificar el régimen sancionador, adaptándolo al mismo tiempo a las nuevas leyes administrativas; tipificar nuevas conductas infractoras emergentes en la realidad cotidiana actual; establecer una graduación en tramos de las sanciones para endurecer los casos más graves, así como dar cabida a medidas alternativas al pago de sanción económica con objeto de sensibilizar y concienciar al infractor.
La nueva ordenanza, cuyo trámite administrativo comienza este jueves, estará alineada con la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos. El marco que establece la norma comunitaria para el tratamiento de los residuos en la Unión Europea se centra en el uso de técnicas adecuadas de gestión, recuperación y reciclado de residuos para reducir la presión sobre los recursos y mejorar su uso. En este sentido, la normativa municipal estaría focalizada en la jerarquía de los residuos (prevención y minimización, preparación para la reutilización, reciclaje, recuperación energética y, por último, eliminación o depósito de los residuos en vertedero), el fomento de la economía circular y la optimización de la recogida separada.
Tanto en la limpieza como en la gestión de los residuos, el Gobierno municipal introducirá un mayor nivel de exigencia para la Administración, que tendrá un papel ejemplarizante sobre el conjunto de la ciudad, también para las empresas, con controles más exhaustivos, pero, sobre todo, dedicará grandes esfuerzos a incrementar la información y concienciación ciudadana para el mantenimiento del buen estado de la ciudad.
Por otro lado, se dará mayor garantía a los ciudadanos en el conocimiento de sus obligaciones, responsabilidades y derechos. También se adaptará a las necesidades y normativa actual en el caso de la propiedad de solares, edificaciones y de la realización de actividades privadas en la vía pública.
Además, se endurecerá el régimen sancionador para eliminar las prácticas incívicas que perjudican la imagen de la capital, como la realización de pintadas vandálicas o el abandono de residuos en la vía pública (excrementos caninos, de poda y jardinería de espacios privados).
Con el objetivo de recabar la opinión e ideas de los vecinos y los diferentes agentes sociales antes de proceder al desarrollo del proyecto normativo, el Ayuntamiento de Madrid realiza una consulta participativa a través de los canales oficiales con 11 cuestiones para los interesados. Las preguntas realizadas sirven para que los usuarios escojan las mejores medidas para reducir o eliminar la suciedad que generan las actividades privadas en la vía pública; minimizar la presencia de excrementos caninos en los espacios públicos o actuar desde el punto de vista del reciclaje en grandes eventos. Se solicitan propuestas para reducir los residuos en vertedero y definir, entre otros aspectos, los comportamientos de ciudadanos o empresas sobre los que la Administración debería llevar a cabo una mayor vigilancia y denuncia.
La consulta pública previa a la ordenanza de limpieza se publicará el próximo día 21 de junio tanto en Madrid Decide como en el BOCM.
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