El Ayuntamiento de Pamplona ha presentado un avance del Plan de Infraestructura Verde y Azul y Estrategia de Drenaje Sostenible Urbano, que aspira a incorporar dentro de la planificación urbana municipal criterios de adaptación al cambio climático y soluciones basadas en la naturaleza. El plan generará un modelo de infraestructura verde y azul, definirá una estrategia de drenaje urbano sostenible para aumentar la permeabilidad del suelo y propondrá un modelo de ordenanza municipal.
El plan se encuentra en fase de elaboración y afronta a partir de este mes de mayo un proceso participativo en el que la ciudadanía se podrá involucrar en él. Los nuevos criterios para reurbanizar la ciudad que se derivarán de ese nuevo modelo y de esa estrategia tendrán su aplicación práctica con la elaboración de 25 memorias valoradas de propuestas de intervención. El avance del plan recoge dos propuestas técnicas de acciones piloto en Milagrosa y Rochapea para crear un corredor verde en la calle Dámaso Alonso de Milagrosa y para generar un parterre inundable en las inmediaciones del aparcamiento solar de Cardenal Ilundáin.
La selección de los 25 proyectos pilotos que contarán con una memoria valorada se va a hacer a dos niveles: por una parte, se seleccionará por necesidad de intervención en alguna zona definida por los servicios municipales, como en el caso de los dos proyectos piloto, y, por otra, a criterio de las personas que acudan a la jornada de participación prevista para el miércoles 12 de junio. El plan lo están elaborando las empresas Atalaya Territorio SL y Green Blue Management con un presupuesto de 85.365,50 euros.
El concejal delegado de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030, Joxe Abaurrea, ha presentado el avance del Plan de Infraestructura Verde y Azul y Estrategia de Drenaje Sostenible de Pamplona y de la fase participativa que se llevará a cabo a partir de ahora. El miércoles se dará cuenta de todo ello también en la Gerencia de Urbanismo. Esta presentación coincide, además, en una semana marcada por la celebración del 50 Congreso Nacional de Parques y Jardines Públicos PARJAP 2024, que reunirá en Pamplona más 500 personas para debatir sobre soluciones urbanas basadas en la naturaleza.
El Plan de Infraestructura Verde y Azul y Estrategia de Drenaje Sostenible de Pamplona es un documento en fase de elaboración que cuenta con financiación europea de los fondos Next Generation EU. Se enmarca en el proyecto RUNA 2025, que ha obtenido 2,7 millones de euros en la convocatoria de ayudas de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea y los fondos Next Generation EU.
La ciudadanía tendrá también la posibildiad de participar en este proceso y seleccionar los proyectos en los que se trabajará. El 12 de junio se presentará el modelo y el catálogo de acciones y se organizará una dinámica para priorizar las actuaciones y así poder elegir las mejor evaluadas para elaborar posteriormente las memorias técnicas valoradas. En octubre habrá una sesión de devolución a la ciudadanía, donde se presentarán los avances llevados a cabo hasta esa fecha. Finalmente, como tercer hito participativo, se hará una presentación pública del trabajo.
Para un mejor conocimiento de todo el proyecto, desde el mes de junio y hasta que finalicen los trabajos del plan, se habilitará un espacio en la web municipal www.decide.pamplona.es, donde se explicará qué es el plan, sus objetivos o los objetivos de la participación. Se publicará, además, la documentación disponible y se generará el trámite de inscripción a los encuentros que se vayan organizando.
La infraestructura verde urbana y el drenaje sostenible son la clave para hacer una ciudad resiliente a los nuevos escenarios climáticos. Los beneficios que aportan a las personas deben contar con una valoración suficiente en la toma de decisiones, sin olvidar otros aspectos como la biodiversidad urbana y la importancia de la mejora del hábitat. Este tipo de infraestructuras, además, están muy ligadas al modelo de movilidad. La conectividad de Pamplona con el entorno natural es prioritaria para definir los conectores ecológicos y el eje vertebrador fluvial.
Tras las primeras actuaciones de urbanismo táctico en las calles centrales del barrio de Milagrosa, las obras de reforma y reurbanización de Río Urrobi y Manuel de Falla han consolidado un espacio peatonal central que da sentido a un corredor urbano de mayor escala, capaz de unir transversalmente el sector de Arrosadía con Abejeras, a través del propio barrio de la Milagrosa. Para ello, es necesario terminar la conexión con la plaza del Búho a través de la calle Dámaso Alonso, facilitando el cruce con la avenida de Zaragoza.
El proyecto piloto que se propone consiste en la transformación de un tramo de 50 metros de la calle Dámaso Alonso, en la actualidad sin arbolado, en un espacio atractivo, con predominio peatonal, con presencia de naturaleza y con capacidad de canalizar el flujo de desplazamientos peatonales desde la plaza del Búho hasta la calle Río Urrobi, al otro lado de la avenida de Zaragoza.
La calle cuenta con aceras de 1,6 metros, un carril central de vehículos, aparcamientos a ambos lados en línea y batería, varios talleres de vehículos y otros negocios en los bajos. La idea es mantener la actividad, pero modificando los pavimentos para transformarla en un tramo más de un corredor verde este – oeste que mejore la conectividad y amabilice el espacio.
La parte sur del aparcamiento solar junto al CPEIP Cardenal Ilundáin en Rochapea linda con una zona verde que constituye un potencial espacio para implementar un sistema urbano de drenaje sostenible (SUDS). La acción piloto propone la creación de un parterre inundable como área de biorretención. Este SUDS consiste en una zona vegetada, ligeramente deprimida respecto a superficies adyacentes, pensada para recibir las escorrentías de áreas impermeables próximas y favorecer así el tratamiento y laminación de esas aguas.
El funcionamiento es sencillo. El agua se almacena temporalmente en la depresión y se filtra paulatinamente a través de una capa de sustrato formada por tierra vegetal y arena, que sirve de soporte para el crecimiento de las plantas. Una vez tratada, el agua se infiltra en el subsuelo o se descarga de forma laminada a la red de drenaje de pluviales. Esta actuación mejora la biodiversidad de la zona, incrementa el atractivo paisajístico del enclave y aporta una función didáctica al poder ser un espacio de visitas para explicar el funcionamiento de los SUDS y el ciclo del agua.
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