La transformación de la plaza barcelonesa de las Glòries continúa con el ámbito que conecta el lado de montaña del parque, que ya está acabado, y el lado de mar, donde se está construyendo el intercambiador del tranvía. Son 4,3 hectáreas donde se crearán más de 9.000 metros cuadrados de verde, un gran paseo y nuevos espacios para hacer actividades vecinales.
La actuación afecta al espacio que hay sobre los túneles viarios donde confluyen la avenida Diagonal, la avenida Meridiana y la Gran Vía, que cruzarán el parque creando caminos e itinerarios para peatones.
Paseo con una fuente ornamental, que conectará la avenida Diagonal de lado a lado del parque.
Ágora sensorial Berta Cáceres: más de 2.500 metros cuadrados de uso polivalente rodeados de una corona de bambúes gigantes.
Umbráculo: un total de 668 metros cuadrados para organizar actos a la sombra.
Jardín de inmersión con especies adaptadas al cambio climático, que dará acceso a la estación de metro.
Superárea de juegos infantiles: casi 2.000 metros cuadrados con 35 elementos, un arenal y zonas de estancia.
Parque de agua: instalación que durante el verano permitirá a los niños y niñas refrescarse, y el resto del año será una zona de estancia.
Nueva área de recreo para perros de 1.144 metros cuadrados.
Nuevos nodos de biodiversidad, parterres y jardines de lluvia.
El soterramiento del tráfico y la creación del parque ha permitido reducir la contaminación de NO2 y PM10 un 40 % y un 13 %, respectivamente. La contaminación acústica se ha reducido en 9 decibelios.
Cuando se termine la actuación en la parte central del parque, la ciudad habrá ganado 9 hectáreas para el uso del vecindario, 30.000 metros cuadrados de verde y más de 1.000 árboles. Hasta ahora, más de 170.500 personas han disfrutado de la Gran Clariana.
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