Urbanismo

El mantenimiento de las fuentes ornamentales es una responsabilidad a llevar a cabo con cierta frecuencia por varios motivos. En primer lugar, por cuestiones de higiene y evitar la acumulación de bacterias y hierbas. Por otra parte, por embellecimiento, puesto que las fuentes necesitan, también, una limpieza exterior periódica. Y, también, las labores de mantenimiento se encargan de revisar desperfectos para solventarlos. Finalmente, hay que hablar de la opción de incorporar nuevas funciones.

Todo esto obliga, obviamente, a que el mantenimiento de las fuentes ornamentales se delegue a profesionales cualificados. El fabricante sería, en estos casos, el agente ideal para prestar un servicio óptimo, porque facilita estos procesos.

Aquí vamos a poner ejemplos prácticos de cómo hacer el mantenimiento de este tipo de fuentes. Y, lo que es más, de cómo hacerlo teniendo en cuenta las necesidades de cada momento. 

Cómo hacer el mantenimiento 

Antes de nada, debemos señalar que la periodicidad para determinadas operaciones de rutina debe ser fija. No en vano, así se dispondrá de una pauta que, además, permitirá comparar el estado de conservación de una vez a otra. Por todo eso, es especialmente recomendable trabajar siempre con la misma empresa para el mantenimiento de las fuentes ornamentales. 

Veamos, con más detalle, las distintas posibilidades en función de la acción que se debe llevar a cabo:

1. Limpieza interior de fuentes

La limpieza interior de las fuentes es un trabajo complejo porque exige que estas no estén funcionando. Y, en muchas ocasiones, como en las fuentes transitables, se debe comprobar que las tuberías estén en perfecto estado. Decimos esto porque, en ocasiones, se desprende mal olor, ya sea por la acumulación de bacterias o por algún tipo de atasco.

Aquí sí que se hace especialmente relevante tener una pauta fija. No en vano, la tendencia a que algunas zonas generen mal olor tiene que ver con un determinado periodo de tiempo. Por eso, se debería tener un registro de las actividades para, así, hacer un seguimiento y evitar que la situación degenere por falta de mantenimiento. 

Recordemos que las fuentes ornamentales, muchas veces, están al aire libre. Y esto posibilita el atasque en los conductos por algunos motivos ajenos a la periodicidad del mantenimiento fijada. En consecuencia, es bueno tenerlo presente cuando se quiera gestionar la limpieza. 

2. Limpieza exterior de fuentes ornamentales

La limpieza exterior de las fuentes, al igual que la interior, se debe hacer cuando esta está apagada. Ahora bien, debemos señalar que, en este caso, lo que se impone es tomar atención en lo que está a simple vista. Por ejemplo, la suciedad derivada de la acumulación de musgo, hierbas, excrementos de aves o pintadas vandálicas. En las fuentes de mármol, quizás se pueden tomar otras medidas de embellecimiento. Y aquí hay que señalar que, aunque se tenga una periodicidad fija, a veces se tendrá que improvisar.

Hay que indicar que la limpieza de determinado spray puede necesitar de un producto específico. Y, además, no todos los materiales se pueden limpiar de la misma manera. De ahí que sea, más importante que nunca, que el personal encargado de la tarea esté cualificado. 

Al final, hemos de pensar que, por desgracia, los factores sobrevenidos que pueden marchar una fuente ornamental son muchos. De ahí que sea conveniente adelantarse a las situaciones y, por supuesto, contar con las alternativas necesarias.

3.Revisión de desperfectos o desgaste

Los desperfectos en las fuentes también se pueden generar, tanto a nivel interno como externo. Por ejemplo, que una boquilla o un nebulizador deje de funcionar, lo que obliga a comprobar la causa y, si es el caso, a sustituir la pieza. Lo mismo sucede con la bomba, si esta se ha averiado.

Pero los desperfectos también pueden ser externos. Esto es evidente, por ejemplo, en las fuentes de piedra, que pueden tener microrroturas. Pero, igualmente, es un fenómeno que se da con cierta frecuencia en las fuentes de acero inoxidable, pasado un determinado periodo de tiempo. En cualquier caso, las tareas de mantenimiento tienen, aquí, un factor de reparación. 

Hemos de señalar que, para conseguir un buen resultado, se hace conveniente un conocimiento previo del diseño y funcionamiento. No en vano, cada fuente tiene su propia idiosincrasia y hay que adaptarse correctamente a esta. Tengamos presente que, en muchas ocasiones, estas situaciones son sobrevenidas. 

4.Inclusión de nuevas funciones

Las fuentes se pueden reinventar con los años y, dentro de esto, entra la inclusión de nuevas funcionalidades. No en vano, debemos tener en cuenta que esto hace, y mucho, a la hora de cambiar la impresión externa.

Pensemos, sin ir más lejos, en una fuente que pasa a ser luminosa cuando antes no lo era. Evidentemente, para ello se tiene que apagar y hacer los trabajos necesarios para hacer la instalación nueva. Pero se debe conocer el diseño previo para evitar disfunciones que puedan malograr el conjunto. 

Algo parecido sucedería con las fuentes con hilo musical. Si se tiene que instalar todo el aparato previo, también hay que conocer cuáles son los rincones adecuados, así como los sistemas de aislamiento a añadir para evitar problemas. Tengámoslo presente, sobre todo si se quieren introducir varias melodías o una programación a distancia. 

Asimismo, tenemos que hablar de la posibilidad de instalar pantallas audiovisuales. Esto puede crear nuevos espectáculos e, indudablemente, sirve para generar nuevas experiencias para las personas. Pero, evidentemente, esto exige de una aplicación técnica más complicada. 

Poner una fuente al día e incorporar nuevas funcionalidades es un trabajo complejo. Y, aunque se puede hacer, exige un conocimiento preciso del entorno. 

Las fuentes ornamentales, necesitan de un mantenimiento de calidad para que den lo mejor de sí. En OTB se encargan de todo el proceso, desde el diseño a la construcción, pasando por el mantenimiento. De esta manera, se consigue que las fuentes sean bellas y se mantengan en buen estado.