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Collserola desarrolla un laboratorio para adaptar los bosques a los retos climáticos

El proyecto LIFE CLIMARK promueve una gestión forestal específica para mitigar el cambio climático, ligada a la prevención de incendios, la creación de mosaico agroforestal y la conservación de la biodiversidad

Collserola desarrolla un laboratorio para adaptar los bosques a los retos climáticos
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El Parque Natural de la Sierra de Collserola, principal pulmón verde de la metrópolis de Barcelona, ​​es uno de los cinco escenarios escogidos de Cataluña para llevar a cabo una prueba piloto centrada en la prevención de incendios forestales. Estas actuaciones integrarán la conservación de la biodiversidad, potenciarán las sinergias con el sector primario y pondrán en valor el impacto positivo que la gestión forestal puede tener sobre los recursos hídricos.

Las intervenciones forestales en Collserola se llevarán a cabo en cinco fincas:

  • Dos de titularidad pública: Can Montmany (EMD Valldoreix y Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallés), y Can Ferriol (Ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat), con gestión del bosque adscrita al Consorcio del Parque Natural de la Sierra de Collserola. En el caso de Can Ferriol, la gestión está cedida a la cooperativa La Rural de Collserola.

  • Tres de titularidad privada, en los términos municipales de Sant Cugat del Vallés y Cerdanyola del Vallés: Can Cussó, Can Ferrer y Bosc Gran de Can Major, las tres con un Plan técnico de gestión y mejora forestal vigente.

Las primeras actuaciones se realizarán a lo largo del mes de febrero en 14 hectáreas de las fincas de Can Montmany (10,2 ha) y Can Ferrer (3,8 ha), y consisten en las siguientes tareas específicas:

  • Eliminación de arbolado y sotobosque para disminuir la biomasa, especialmente la que sea fácilmente inflamable.

  • Selección y eliminación de pies de arbolado para aumentar la vitalidad de la masa remanente, acelerar su adaptación a condiciones de sequía recurrente y mejorar su resistencia y capacidad de respuesta en caso de incendio.

  • Selección de determinadas especies de flora para mejorar la biodiversidad de la zona.

Se calcula que la actuación evitará la emisión de más de 7.000 toneladas de CO2 a la atmósfera en los próximos 15 años. Además, también implicará una reducción del consumo de agua por parte del arbolado.

Las actuaciones las llevarán a cabo la Cooperativa Forest4 y la empresa Boscat-Fusta, de la Federación Catalana de Asociaciones de Propietarios Forestales, y además se realizarán acciones de sensibilización.

 

LIFE CLIMARK: contexto y antecedentes

En 25 años, la biomasa forestal en Cataluña ha aumentado un 73% y los bosques son hoy un 24% más densos que en 1990. Como consecuencia del cambio climático, la salud de los bosques ha disminuido, el riesgo de incendios aumentado y la provisión de servicios básicos como el agua se ha visto afectada, con una reducción del 30% del caudal de los ríos en estos últimos 25 años. Asimismo, la expansión del bosque también ha tenido afectaciones sobre la biodiversidad, especialmente la que está vinculada a matorrales y espacios abiertos.

En este escenario, la gestión forestal multifuncional es clave para contribuir a mitigar el cambio climático y, sobre todo, adaptar los paisajes a las nuevas situaciones climáticas. Más allá de la obtención de productos de madera y corcho, gestionar un bosque puede ser necesario para prevenir incendios catastróficos o para aumentar la resistencia de las masas forestales a períodos de sequía más largos y perturbaciones más frecuentes.

Con el objetivo de promover una gestión forestal para la adaptación y mitigación del cambio climático, en 2017 se inicia el proyecto LIFE CLIMARK, coordinado por el Centro de la Propiedad Forestal (CPF) y con participación de la Oficina Catalana del Cambio Climático (OCCC) y tres centros de investigación forestal: el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), la Universidad de Lleida y el Istituto por y Sistemi Agricoli e Forestali del Mediterraneo (CNR-ISAFOM).

La primera fase del proyecto ha servido para definir los proyectos forestales para la mitigación y adaptación al cambio climático (PROMACC), unos proyectos operativos promovidos desde el territorio en los que se identifican actuaciones forestales que aportan beneficios en relación con la mitigación o adaptación cambio climático, para un paisaje concreto. También se ha elaborado una metodología, consensuada con expertos, para cuantificar estos beneficios. La financiación de los PROMACC quiere vehicularse mediante un mercado voluntario de créditos climáticos, que van más allá de los habituales créditos de carbono, ya que también incluyen el impacto de la gestión sobre el balance del agua y la biodiversidad.

La segunda fase consiste en estas cinco pruebas piloto que servirán para evaluar cada una de las fases de implantación del futuro mercado de créditos climáticos, de cara a su eventual puesta en marcha a finales de 2022. Se trata de instrumento pionero que permitirá poner en el mercado los beneficios que genera la gestión forestal multifuncional, de forma certificada con transparencia y visibilidad.

Aparte de Collserola, también se está trabajando en la realización de cuatro pruebas piloto más: AFG de Les Arenes (el Vallès Occidental), cuenca Segre-Rialb (la Noguera y el Alt Urgell), sierra de Miralles-Orpinell (l 'Anoia) y valle de Lord (el Solsonès).


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