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¿Cómo influye la nieve y a los contenedores de basura?

Molok hace un resumen de los problemas y soluciones

¿Cómo influye la nieve y a los contenedores de basura?
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La nieve y las bajas temperaturas causan numerosas complicaciones todos los años. Una de las que más afecta a los ciudadanos son los problemas relacionados con los contenedores de basura y con el servicio de recogida de residuos urbanos. En este post hablaremos de cómo estar preparados para ofrecer un mejor servicio ante estas circunstancias.

 

Principales problemas de la recogida de basura cuando hay nieve

Los problemas más frecuentes son:

1) Imposibilidad de acceso del camión de recogida

El principal problema, del que se derivan otros muchos, es la imposibilidad de llevar a cabo el servicio con normalidad. Por un lado, la nieve puede bloquear las carreteras y hacer que sea imposible que los camiones de basura hagan sus rutas habituales. Por otro lado, los puntos de aporte pueden quedar rodeados de nieve haciendo imposible sacar y manejar los contenedores para su vaciado. 

2) Desbordamiento de los contenedores y acumulación de residuos en las calles

Cuando el servicio se ve afectado por la nieve, ya sea creando un parón total en la recogida o afectando a la frecuencia normal planificada, es común que los contenedores se desborden y los residuos se empiecen a acumular alrededor de estos. En pocos días la calle puede acabar siendo un auténtico vertedero. 

3) Roturas, deformaciones o averías de contenedores

Los cambios de temperatura y la congelación de los residuos causa cuantiosos daños en aquellos contenedores que no estén preparados para este tipo de inclemencias atmosféricas. Los contenedores fabricados con plásticos de baja calidad y los contenedores metálicos podrán verse especialmente afectados. En el caso de contenedores totalmente soterrados, con sistemas hidráulicos o bombas de achique, las averías causadas pueden ser cuantiosas. 

4) Proliferación de plagas, aparición de roedores y otros animales

Cuando nieva, los recursos naturales para muchos animales escasean. Por ello, cualquier montón de bolsas con residuos orgánicos frescos supone el mejor reclamo. No sólo insectos, sino que muchos mamíferos pueden acercarse con el objeto de alimentarse de estos desechos. Un problema de salubridad que también afecta a los animales al suponer un impacto que trastoca su comportamiento natural.

5) Grandes gastos extraordinarios e imprevistos

Reestablecer la normalidad en el servicio de recogida supone gastos adicionales, tales como, retirada de nieve, limpieza de los accesos y recogida a mano de toda la basura acumulada en la calle. A todo ello se ha de sumar la necesidad de reponer contendores rotos o reparar los dañados.

6) Consecuencias medioambientales y malestar ciudadano 

Las acumulaciones de residuos fuera de los contenedores suponen un desorden que en ocasiones es difícil de manejar. Muchos residuos que han sido correctamente separados en los hogares acaban en montones de bolsas mezcladas. Esto supone que muchos residuos separados para su reciclaje acaban desgraciadamente en vertederos. Además, estas acumulaciones de basura en la calle pueden provocar filtraciones de lixiviados al terreno. Los ciudadanos han de ser responsables y hacer todo lo posible para mantener sus basuras almacenadas en los hogares hasta que el servicio se reestablezca. No obstante, cuando el problema se alarga durante varios días, es evidente que el problema se agrava en muchas casas y, en especial, en pisos sin terraza. 

 

¿Cómo asegurar el servicio en estos casos?

Por suerte existen soluciones pensadas para afrontar estas inclemencias climáticas y ofrecer un servicio fiable. A continuación, tres consejos muy útiles para manejar estas situaciones de la mejor forma posible.

1) Elegir un sistema de recogida adecuado

El tipo de sistema de recogida es fundamental a la hora de afrontar estas situaciones. Para zonas con riesgo de nieve el sistema de recogida más recomendable, sin duda, es la carga superior mediante camión con pluma. La recogida con pluma nos va a facilitar enormemente la recogida ya que se podrá acceder a los contenedores incluso a cierta distancia. 

2) Contenedores con gran capacidad

Si un contenedor tradicional de 800 litros está condenado a desbordarse día sí y día también en condiciones normales, es lógico esperar que puntos de aporte con este tipo de capacidades reducidas sean las que primero se colapsen ante el mínimo problema en el servicio. Una fuerte nevada puede llegar a cortar vías y hacer que la recogida se vea interrumpida, pero si los contenedores están bien dimensionados, se evitarán desbordamientos o, en caso de haberlos, tendrán un menor impacto. En zonas donde el riesgo de nieve es frecuente, la capacidad recomendable para fracciones como resto o envases es de unos 5.000 litros por contenedor. 

3) Usar contenedores semisoterrados en vez de contenedores de superficie

Esta es una de las grandes claves para ofrecer el mejor servicio posible en zonas con riesgo de nieve. Los contenedores semisoterrados Molok pueden ser vaciados sin necesidad de limpiar la nieve existente alrededor. Un contenedor de superficie requiere de muchas horas de trabajo previo de limpieza para liberar los contenedores de la nieve circundante y así poder manejarlos para su recogida. En cambio, con los contenedores Molok el vaciado se realiza fácilmente, y en el mismo tiempo, independientemente de que exista nieve o no. 

Igualmente importante es el hecho de que los contenedores semisoterrados, a diferencia de los contenedores de superficie, evitan la congelación de los residuos almacenados en su interior. 

Por todo esto, este tipo de contenedores son los más idóneos para zonas de alta montaña, estaciones de esquí, etc. 

 

Ejemplos de gestión de residuos en zonas con nieve

En España existen muchos municipios que tienen que lidiar con la nieve durante al menos unas cuantas semanas en invierno. En Molok contamos con muchos años de experiencia trabajando con países donde este problema es más persistente.

1) Máxima separación en origen de diferentes fracciones

Que la zona sufra de condiciones climáticas adversas no es excusa para no poder instalar contenedores que permitan una correcta separación en origen. Incluso en zonas árticas es posible instalar contenedores MolokDomino para formar islas de reciclaje completas. De hecho, eso mismo ocurre en Escandinavia donde, a pesar de que muchos pueblos se encuentran en latitudes septentrionales más allá del círculo polar ártico, se instalan contenedores que permiten la separación de 7 o más tipos de residuos diferentes.

 

2) Zonas de alta temporalidad en invierno

Hay municipios que cuentan con un especial atractivo en invierno. A la belleza del paisaje se suman actividades al aire libre o instalaciones para el disfrute del esquí u otros deportes de invierno. En estos municipios es justamente la época de nieve cuando se requiere de un mejor servicio de gestión de residuos. Es en invierno cuando se generan más residuos y la recogida debe garantizarse.

3) Control de acceso y pago por generación

La nieve y las bajas temperaturas tampoco son un problema para aquellos municipios que quieran implementar un control de acceso en los contenedores. En Molok, hemos desarrollado una tapa con tambor de 60 litros que está especialmente pensada para ser usada en condiciones extremas de frío y humedad. La perfecta solución para limitar y contabilizar el residuo generado y establecer modelos de pago por generación.

4) Entonos siempre limpios y ordenados

Si se realiza un estudio previo para dimensionar adecuadamente las capacidades de los puntos de aporte y si se tienen en cuenta las previsiones meteorológicas para anticipar tormentas de nieve, se pueden evitar la mayoría de los desbordamientos.

¿Buscas una solución fiable para la gestión de residuos que suponga realmente una mejora del entorno? ¡Contácta con Molok, te ayudarán!


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