Texto de Cathryn Tonne, Associate Research Professor en ISGlobal, y Sarah Williams, project manager en ISGlobal
El entorno en el que vivimos tiene un impacto significativo en nuestra salud. Se calcula que explica el 70% de la carga de enfermedades crónicas (no transmisibles) que padecemos. Sin embargo, la mayoría de los aspectos de este entorno son modificables, lo que ofrece un enorme potencial para la prevención de enfermedades. El conjunto de aspectos del entorno urbano que repercuten en la salud se conoce como exposoma. El concepto deriva del término exposición y se refiere a la suma de todos los factores no genéticos que influyen en la salud y en las enfermedades. Al interactuar con el genoma, define la salud individual en diferentes etapas del curso de la vida, incluida la vida fetal.
Algunos de los factores que componen el exposoma son: la exposición al ruido, los rayos UV, el polen, la contaminación atmosférica, el clima, el panorama alimentario (comida rápida, puntos de venta de alcohol, tiendas de alimentos saludables), la ingesta de alimentos, el acceso a espacios verdes, y factores sociales como la posición socioeconómica de la persona y del vecindario e indicadores psicosociales como la estructura familiar y el apoyo social.
EXPANSE (EXposome Powered tools for healthy living in urbAN SEttings) es un proyecto de investigación europeo de cinco años de duración que se centra en el exposoma urbano. Participan en él 20 socios académicos y no académicos ubicados en 14 países europeos y en Estados Unidos. Con financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, EXPANSE abordará una de las cuestiones más pertinentes para los planificadores urbanos, los responsables políticos y los habitantes de Europa: "¿Cómo maximizar la salud en un entorno urbano moderno?".
El objetivo de EXPANSE es mejorar la salud cardiometabólica y pulmonar (CMPH, por sus siglas en inglés) estudiando el impacto del exposoma urbano en las enfermedades cardio-metabólicas y pulmonares (CMPD) y evaluando el impacto que la intervención en factores específicos del exposoma urbano tiene en la reducción de la carga de las CMPD.
EXPANSE define el exposoma urbano como la compleja interacción entre los aspectos constructivos, sociales, físico-químicos, alimentarios y de estilo de vida del entorno urbano. El exposoma urbano se compone de factores tales como dónde vivimos y trabajamos, dónde y qué comemos, nuestra red social y a qué riesgos químicos y físicos estamos expuestos, y proporciona importantes objetivos para mejorar la salud de la población.
Actualmente, el 72% de la población europea vive en un entorno urbano. Se espera que este porcentaje aumente a más del 80% en 2030. Por lo tanto, es fundamental que las zonas urbanas europeas ofrezcan un entorno de vida saludable. El mayor acceso a oportunidades económicas, a ideas innovadoras y a atención sanitaria de la vida urbana no debería implicar una mayor exposición a la contaminación atmosférica y acústica relacionada con el tráfico, ni un contacto limitado con la naturaleza. Con una mejor evidencia científica y con la integración de esa evidencia científica en el diseño, la planificación y la política urbanas, las zonas urbanas de Europa pueden optimizarse para promover la salud.
Además, la clase socioeconómica más baja está sobrerrepresentada en las poblaciones urbanas, y las poblaciones desfavorecidas tienen oportunidades limitadas de trasladarse a "entornos más saludables", y pueden ser más vulnerables a los efectos adversos del exposoma urbano (por ejemplo, por niveles elevados de estrés, exposiciones laborales o patrones dietéticos). Esto es de gran importancia para la salud pública, ya que se observan diferencias significativas en la esperanza de vida no solo entre las distintas poblaciones urbanas europeas (>12 años), sino también dentro de las ciudades. Por ejemplo, en Barcelona hay una diferencia de 9 años en la esperanza de vida al nacer entre barrios. Así que investigar sobre el exposoma urbano no es solo una cuestión de crear entornos urbanos más saludables, sino también una cuestión de equidad sanitaria.
Este proyecto se basa en investigaciones anteriores realizadas por la Iniciativa de Salud Urbana de ISGlobal. Se trata de investigaciones llevadas a cabo sobre exposiciones específicas y han identificado varios vínculos entre el exposoma urbano y la salud. Incluyen investigaciones sobre la exposición al ruido del tráfico rodado; la exposición a corto plazo a la contaminación atmosférica y la salud cognitiva y mental; y el acceso a espacios verdes y la reducción de muertes prematuras, entre otros.
Una de las iniciativas clave de los proyectos EXPANSE son los Laboratorios Urbanos EXPANSE. Estos laboratorios están diseñados para desarrollar una evaluación detallada y personalizada del exposoma urbano en cinco ciudades europeas, incluyendo Barcelona (España), Utrecht (Países Bajos), Basilea (Suiza), Varsovia (Polonia) y Atenas (Grecia). Los Laboratorios Urbanos recogerán abundantes datos sobre cómo la exposición de las personas al exposoma urbano externo depende del lugar en el que viven y se mueven, y de cómo perciben su entorno. Los nuevos datos sobre las actividades y percepciones de las personas en su día a día contribuirán a comprender mejor cómo el entorno físico-químico, construido, alimentario y social determina comportamientos saludables tales como la ingesta de alimentos o la actividad física, que son relevantes para una serie de enfermedades no transmisibles.
Como parte de los Barcelona Urban Labs, ISGlobal y sus socios están reclutando a 5.000 personas para que participen en los Urban Labs durante un año. Se pedirá a los y las participantes que rellenen un cuestionario, instalen una aplicación en su teléfono inteligente y lleven consigo una serie de dispositivos pequeños y ligeros para medir la contaminación del aire, su actividad y la exposición a sustancias químicas durante un período de dos semanas.
Estos dispositivos incluyen un rastreador GPS, que registra la posición geográfica cada segundo, una pulsera de silicona que absorbe las sustancias químicas a las que se exponen, y un grupo seleccionado al azar será elegido para llevar un rastreador de la contaminación atmosférica, que controla la concentración de partículas en el aire, y un rastreador de actividad, que registra la actividad física, el ritmo cardíaco, el recuento de pasos, las escaleras subidas o bajadas, la duración del sueño y las estimaciones de las fases del sueño.
Al final del proyecto, los participantes recibirán información sobre su exposoma personal y las oportunidades de modificar su exposición para promover la salud.
Para obtener más información sobre cómo participar en el Barcelona Urban Lab, haz clic aquí.
La información más relevante del sector directamente en tu correo.
Suscribirme