Medio Ambiente

¿Necesitas un taxi? Lo más probable es que utilices una aplicación de tu móvil en lugar de parar uno en la calle. ¿Vas de viaje y buscas un alojamiento? Las plataformas en línea te permiten acceder a cientos de opciones en prácticamente cualquier ciudad de destino. Esto es posible gracias al cambio en el comportamiento de los consumidores que permite a las personas compartir sus hogares, coches, ropa, electrodomésticos e incluso sus mascotas con extraños.

Estos fenómenos económicos, que se conocen de forma conjunta como economía colaborativa, economía entre pares y consumo colectivo, y que a menudo se usan indistintamente pese a tener significativos diferentes, están afectando de forma creciente a nuestras vidas. Al ofrecer soluciones innovadoras a los retos de sostenibilidad en las ciudades abarrotadas, el uso compartido de activos urbanos está viviendo un gran impulso, y los gobiernos municipales también tienen un papel que desempeñar. ¿Cómo están actuando los gobiernos municipales ante los retos de la economía colaborativa? ¿Qué mecanismos de gobernanza utilizan? Estas son algunas de las cuestiones abordadas por un grupo de investigadores que está desarrollando un marco para identificar los mecanismos y las funciones a través de los cuales las ciudades rigen la economía colaborativa. Con el apoyo parcial del proyecto financiado con fondos europeos Urban Sharing, los investigadores evaluaron seis ciudades: Ámsterdam, Berlín, Gotemburgo, Londres, Malmö y San Francisco.

En un artículo publicado en la plataforma de noticias, acción y conexión “Shareable”, la Dra. Yuliya Voytenko Palgan de la Universidad de Lund afirma que el equipo de investigador «realizó unas cien entrevistas con representantes del gobierno municipal, políticos, urbanistas, organizaciones de economía colaborativa, institutos de conocimientos y grupos de reflexión». Añadió: «Organizamos tres grupos muestra con usuarios de servicios colaborativos y cuatro talleres participativos con representantes del gobierno municipal. Todos estos datos, aportaciones e impresiones nos ayudaron a desarrollar un marco que identifica cinco mecanismos y doce funciones a través de los cuales las ciudades rigen la economía colaborativa».

El papel de los gobiernos municipales

Los resultados de la investigación se han difundido a través de una serie de vídeos cortos. «Esta serie consta de un vídeo introductorio seguido de cinco vídeos temáticos dedicados a cada uno de los cinco mecanismos de gobernanza: regulación, autogobierno, proporcionar, hacer posible y colaborar». El vídeo introductorio se ha publicado en YouTube.

El equipo espera que los vídeos «sirvan como inspiración y como herramienta de comunicación para que los municipios desarrollen sus estrategias relativas a la economía colaborativa. También esperamos que recurran a los ciudadanos, activistas y expertos en economía colaborativa para buscar una forma sencilla de comprender y comunicar el papel que desempeñan los gobiernos municipales a la hora de regir la economía colaborativa».

El proyecto en curso Urban Sharing (Urban Sharing: Sustainability and Institutionalisation Pathways) que apoyó la investigación «tiene como finalidad examinar, probar y hacer avanzar los conocimientos sobre las organizaciones de la economía colaborativa urbana (USO, por sus siglas en inglés) en cinco ciudades de cinco continentes (Ámsterdam, Toronto, São Paulo, Seúl y Melbourne) mediante la realización de un nuevo estudio multi e interdisciplinario», tal y como se explica en CORDIS. El proyecto se centra en el diseño de USO y en sus impactos sobre la sostenibilidad, así como en sus vías de institucionalización. Utiliza diversos métodos como los casos prácticos, los laboratorios de investigación móviles, las entrevistas y los grupos de expertos.

En el sitio web del proyecto se afirma: «La economía colaborativa urbana es un creciente fenómeno mundial que puede influir de forma drástica sobre el paradigma económico actual y potenciar la sostenibilidad de las ciudades». Añade que «la ausencia de pruebas que apoyen las promesas de sostenibilidad y la limitada comprensión teórica de sus vías de institucionalización en distintos contextos urbanos hace necesario un análisis global de las organizaciones y el fenómeno de la economía colaborativa urbana».