El pasado jueves 16 de julio tenía lugar vía online la Conferencia Final de esta iniciativa internacional
REMOURBAN, uno de los proyectos de mayor envergadura en los que ha participado CARTIF, echa el cierre tras revolucionar el sector de la eficiencia energética. El pasado jueves 16 de julio tenía lugar vía online la Conferencia Final de esta iniciativa internacional que, en 5 años de actividad, ha trabajado en el desarrollo de un Modelo de Regeneración Urbana integrado que ha permitido transformar las ciudades de Valladolid, Nottingham (Inglaterra) y Tepebasi (Turquía) en lugares más sostenibles, integrando soluciones en los ámbitos de la energía, la movilidad y las TICs.
Este Modelo de Regeneración Urbana, así como el conjunto de buenas prácticas y lecciones aprendidas, buscan dar soporte a otras ciudades para afrontar los retos relacionados con la mejora de la calidad de vida y las condiciones medioambientales de las mismas, el uso de sus recursos, la lucha contra desigualdades como la pobreza energética, la integración de tecnología y la mejora de los procesos de gobernanza. Estos retos, así como otros nuevos a los que se enfrentan las ciudades hoy en día (como la situación excepcional vivida a consecuencia de la pandemia), deben acometerse desde una visión integrada y holística a la que REMOURBAN ha buscado dar respuesta.
Bajo la coordinación de CARTIF, un total de 22 socios de 7 países han trabajado juntos en un proyecto que ha permitido la rehabilitación energética de 64.000m2 en las tres ciudades demostrativas mencionadas, así como la implementación de 22 autobuses eléctricos, 73 vehículos eléctricos para diferentes usos (reparto, soluciones de vehículo compartido, etc.) e infraestructuras de recarga como 20 puntos eléctricos para autobuses y otros 75 tanto para la red pública de carga como para uso privado.
Estas acciones han permitido unos ahorros directos de más de 7.100 MWh al año y la incorporación de la producción de energías renovables en más de 4.150 MWh al año, lo que se traduce en los ahorros de emisiones a la atmósfera de alrededor de 2.675 toneladas de CO2 cada año. Así, el proyecto ha contribuido a la mejora de la calidad de vida en las tres ciudades, donde más de 20.000 ciudadanos se han visto directamente beneficiados por las actuaciones implementadas como la rehabilitación de sus viviendas o la incorporación de nuevas soluciones de movilidad más sostenible a sus vidas.
En lo que a la ciudad de Valladolid respecta, se han rehabilitado 400 viviendas en el distrito de Fasa-Delicias con un ahorro de energía de un 30% y se han incorporado energías renovables que ahora suponen el 70% del consumo energético. Esto se refleja en la reducción de la factura energética de los vecinos en un 60%, lo que les permite cubrir la parte co-financiada a través de un contrato de servicios energéticos. Esto a su vez, unido a las subvenciones recibidas por parte de la Comisión Europea y del Ayuntamiento de Valladolid, ha permitido a los vecinos no tener que realizar un desembolso inicial para cubrir la inversión, sino que esta se financia manteniendo su factura energética como antes de la intervención.
En el ámbito de la movilidad, la ciudad ha incorporado dos autobuses con tecnología híbrida en la línea 7 con carga a través de pantógrafo que, unido a otros 3 autobuses desplegados por el Ayuntamiento de Valladolid como respuesta al éxito del primer piloto, han permitido hacer esta línea más sostenible, operando en modo completamente eléctrico en la zona de bajas emisiones del centro de la ciudad. A esto se une el soporte del Ayuntamiento a la adquisición de vehículos eléctricos mediante contratos por monitorización de su uso para negocios locales y empresas de reparto.
En total, 45 vehículos contribuyen ahora a que la calidad del aire de la capital se mejore continuamente. La infraestructura de recarga también es un elemento clave para una ciudad que tiene en la movilidad sostenible una de las prioridades en su hoja de ruta. Los ciudadanos tienen acceso ahora a la infraestructura pública de carga más amplia de toda España, lo que muestra la apuesta de Valladolid por la movilidad eléctrica, buscando dar soporte a los usuarios con las tecnologías más sostenibles.
De esta manera, los autobuses urbanos de Valladolid han visto reducido su consumo energético en un 24% y las emisiones de CO2 en un 34%, gracias a las nuevas versiones hibridas que sustituyen a sus antecesores con motor diesel. En las otras dos ciudades demostradoras del proyecto el impacto es aún mayor, pues pues se han instaurado en Nottingham y Tepebasi autobuses completamente eléctricos que consiguen unos ahorros de en torno al 60%, eliminando en su totalidad las emisiones a la atmósfera.
La digitalización es sin duda otro de los retos de la ciudad actual, con un escenario donde todo está cada vez más conectado. Así, este eje ha sido clave en REMOURBAN, donde las tres ciudades demostradoras cuentan ahora con una plataforma urbana que les permite gestionar, de una manera más eficiente, información acerca de infraestructuras energéticas y de movilidad, así como monitorización medioambiental u otros ámbitos que facilitan la identificación de estrategias de mejora.
Cabe destacar en estos desarrollos el despliegue de un servicio de evaluación de la inteligencia y sostenibilidad de la ciudad, lo que permite dar soporte a los procesos de planificación e identificación del impacto de soluciones en materia de energía, movilidad o tecnologías de información. Esta herramienta, llamada STILE, integra un sistema de indicadores y automatiza la recogida de datos para facilitar la evaluación del comportamiento de la ciudad.
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