Medio Ambiente

Actualmente existe en España un debate dentro de las administraciones y entidades públicas, entre el uso de los contenedores de reciclaje convencionales (contenedores de ruedas, de carga lateral, iglús , etc) o el uso de nuevas soluciones de ecodiseño como son las islas de reciclaje. En una isla de reciclaje el diseño se adapta a las necesidades de uso concretas en cada ubicación, suponiendo una respuesta eficiente y sostenible que representa una mejora en las infraestructuras medioambientales y paisajísticas. 

En este post hablaremos acerca de estas dos modalidades y de su encaje en el ámbito de la recogida de residuos en España. 

En nuestro país, existen diferentes tipos de contenedores de reciclaje y sistemas de recogida. Éstos se implementan según la necesidad y la capacidad de inversión de cada una de las mancomunidades, ciudades o municipios. Lo que resulta evidente es que vamos avanzando y mejorando en las buenas prácticas para el tratamiento y la recuperación de las materias primas a partir de los residuos generados. 

Por lo general, en España se distinguen 5 colores de contenedores de reciclado convencional, específicos para diferentes residuos: 

• Contenedor de reciclaje amarillo: Es exclusivo para ENVASES, Es decir, botes y envases de plástico, envases metálicos (latas, bandejas de aluminio, aerosoles, botes de desodorante…) y bricks. También se usan para el film transparente y el papel aluminio. Hay aproximadamente uno por cada 117 habitantes. 
• Contenedor de reciclaje azul: El contenedor azul es exclusivo y destinado para el PAPEL y el CARTÓN. Hay aproximadamente uno por cada 215 personas. 
• Contenedor de reciclaje verde: Este contenedor comenzó a usarse a principios de los años 80 para la recogida separada del VIDRIO. Este contenedor es para la recogda de botellas y frascos de vidrio  (mermeladas, conservas, etc.). Es importante resaltar que en este contenedor lo que se debe depositar es vidrio y no cristal. Por eso, ni ventanas ni vasos o copas de cristal van en este contenedor. Los tapones de plástico o corcho tampoco se tiran en este contenedor. Desde hace más de 20 años la dotación ha crecido más de un 200% y actualmente tenemos uno por cada 213 habitantes aquí en España. 
• Contenedor de reciclaje marrón: Es el famoso quinto contenedor, por ser el último en ponerse en uso. Está destinado a los BIORRESIDUOS (residuos orgánicos). Euskadi fue una de las comunidades pioneras en este tipo de contenedores. En la actualidad se está implantando pero de momento no todos los ayuntamientos lo tienen. Con estos restos se puede hacer compost, aprovecharlos como fertilizante e incluso como generador de energía. Aquí van los restos de alimentos como pieles de frutas, espinas de pescado, plantas, cascaras de huevo o posos; se depositan también servilletas y papel de cocina usados.   
• Contenedor gris para el resto: Este es el contenedor para la fracción RESTO, es decir, para todos aquellos residuos que no se pueden reciclar. Los residuos que no pueden ser reutilizados acaban en vertederos o en procesos de incineración. Algunos de los objetos a depositar en estos contenedores son los juguetes, biberones, chupetes, utensilios de cocina, pañales, objetos cerámicos, compresas, arena para mascotas, polvo, colillas, etc. Es decir, AQUELLO QUE NO PUEDE SER REUTILIZADO. 

A la par que los sistemas y tipos de contenedores existentes en el mercada, se va modificando también la infraestructura de los sistemas de recogida. Éstos van evolucionando a medida que se van asentando nuevas políticas y construyendo nuevas instalaciones de tratamiento/reciclaje en nuestra sociedad.  

 Tipos de contenedores de reciclaje   

 En nuestro país se utilizan 2 tipos de contenedores de reciclado:   

• Contenedores de reciclaje convencional.   
• Isla de reciclaje.    
   

Contenedores de reciclaje convencionales   

Son, sin duda, los más conocidos. Pueden encontrarse en las calles de nuestros pueblos y ciudades.  Algunos son de plástico, otros metálicos, algunos grandes y otros pequeños con ruedas. 

 Veamos cuales son los 5 tipos de contenedores convencionales más comunes en España: 

1) Contenedores de carga trasera

Son los contenedores de plástico de toda la vida, de unos 700 litros de capacidad. Tienen ruedas porque es necesario desplazarlos hasta la parte trasera del camión, de ahí su nombre, para engancharlos al sistema de elevación y volteo. Requieren de dos o tres personas para su recogida. Al tener que desplazarlos rodando, su recogida suele ser ruidosa. 

Lo más frecuente es su uso para la fracción resto. En algunos municipios o mancomunidades también los adquieren en color amarillo para la recogida de la fracción envases. En menor medida, también se fabrican en color azul para ser usados para la recogida del papel/cartón. Muchos ayuntamientos están optando por este tipo de contenedor, en sus versiones más pequeñas, como el modelo de dos ruedas de 240 litros en color marrón, para las primeras fases de implantación de recogida selectiva de Biorresiduo. 

Es relativamente usual el uso de paneles o casetas cubrecontenedores para intentar ocultarlos. En muchos lugares, requieren del uso de sujeta-contenedores para evitar que se desplacen por estar en una cuesta o por el viento. 

2) Iglús de selectivo

Cuando en los años 90 comenzó a extenderse la recogida separada en España, se colocaron por las calles este tipo de contenedores que suelen tener una capacidad de 3000 litros. Son los contenedores tradicionales para la recogida de residuo selectivo en España. La mayoría tienen forma de campana o iglú, de ahí su nombre, y están fabricados en fibra de vidrio, plástico o metal. Algunos pueden tener forma de ortoedro, como suele ser habitual en el caso de los cajones azules que se usan para el reciclaje de papel/cartón.  

Todos ellos se recogen mediante carga superior y sistema doble gancho: el camión incorpora una pluma que engancha el contenedor, lo eleva y lo posiciona sobre la tolva del camión. Al accionarse el mecanismo de apertura, el iglú se abre por su parte inferior para que el residuo caiga a la tolva.  

No guardan una estética uniforme. En algunas zonas turísticas o de alto valor histórico se recurre al uso de cierres y paneles para ocultarlos.   

 No son estancos con el suelo por lo que es frecuente que pequeños restos o líquidos se derramen por la acera o calzada. 

3) Contenedores de Carga Lateral  

Estos contenedores nacieron con un objetivo muy concreto: reducir el coste de recogida 

Para ello, tomando como referencia el sistema de carga trasera, se idearon contenedores de mayor capacidad y se diseñó un sistema de vaciado más rápido. En este sistema, el camión se pega al costado del contenedor y un mecanismo automático lo eleva y vacía sin que el conductor tenga que salir del vehículo. La carga se realiza por tanto por el lateral del camión y no por la parte trasera.  

El sistema de carga lateral se comenzó a usar para la fracción resto, aunque, a día de hoy, se usa para cualquier fracción: envases, papel, biorresiduo y vidrio.  

Los contenedores han de ubicarse irremediablemente en los márgenes de la calzada para que el camión pueda acceder a ellos. Esta característica supone una limitación importante a la hora de implantar este sistema ya que se pierde mucho espacio de aparcamiento y, cuando se colocan varios contenedores en línea pegados a la calzada, forman muros visuales. 

Los nuevos modelos presentan una altura menor para evitar bloquear la visión del tráfico en cruces e intersecciones. Como consecuencia la capacidad el contenedor queda igualmente reducida. Los modelos antiguos tienen una capacidad de 3.200 litros y los más nuevos unos 2.900 litros.  

4) Contenedores Soterrados Hidráulicos 

Entre los años 2005 y 2012 se instalaron en España muchos puntos soterrados de recogida de basura con el propósito de esconder los contenedores de carga trasera bajo el suelo y alcanzar un menor impacto visual. Consisten en una arqueta de hormigón enterrada en el suelo que aloja un cajón donde se colocan los contenedores. Gracias a un mecanismo hidráulico, el cajón se eleva para poder sacar los contenedores y rodarlos hasta el camión de recogida. La mayoría esconden contenedores de residuo genérico y, en menor medida, de envases.  

Debido al complicado mecanismo de elevación, generan altos costes de mantenimiento. Además, al tener una plataforma a nivel del suelo, a menudo los fosos acaban inundándose, mezclándose el residuo con el agua, con las consecuencias medioambientales que de ello se derivan. 

Nuevas infraestructuras para el reciclaje 

Los usuarios cada vez demandan sistemas más fáciles de usar y que agrupen todas las fracciones en un mismo punto.  

La normativa europea en cuanto a ratios de reciclaje empuja a las administraciones a concienciarse y contar con la colaboración ciudadana para conseguir un residuo separado de calidad, sin impropios. 

La misma normativa obliga a España a reducir radicalmente los porcentajes del residuo depositado en vertedero ya que esto representa un enorme problema medioambiental. 

Actualmente existen en el mercado soluciones de contenedores de reciclaje capaces de dar respuesta a cada uno de los desafíos que plantea la adecuada e inclusiva recogida de los residuos. 

Islas de reciclaje 

En una isla de contenedores de reciclaje se optimiza el espacio público ocupado y se economiza el proceso de gestión al instalar las capacidades de almacenamiento idóneas para cada punto.  
 
Estos criterios de mejora permiten prestar un servicio de mayor calidad, facilitando al ciudadano la separación en origen. 

Isla de contenedores de residuos Molok, de gran capacidad, modulares y más accesibles. 

Nuevos criterios de optimización

 Las islas de contenedores de reciclaje van un paso más allá de simples contenedores para recoger residuo. Su ecodiseño proporciona eficacia en la gestión, comodidad de uso e integración paisajística.  

 Introducen mejoras en cuanto a:    

• Implantación del Biorresiduo 

Los Estados miembros tendrán que cumplir los siguientes objetivos a la hora de incrementar la reutilización y el reciclaje de los residuos municipales: 

Los Estados miembros garantizarán, a más tardar el 31 de diciembre de 2023, la recogida por separado de los residuos orgánicos o su reciclaje en origen (por ejemplo, en compostaje doméstico) Fuente: Consejo Europeo

A la vista de que el residuo orgánico es la fracción más importante y representa aproximadamente el 40% de los residuos de competencia municipal, las administraciones públicas que aún no lo han hecho, están obligados a implantar la recogida por separado del biorresiduo. 

En realidad es lógico porque hasta ahora no solamente estamos contaminando en exceso sino estamos desperdiciando materia tanto energética como de gran valor nutricional. España es dependiente de energías fósiles de importación que perjudican nuestra balanza comercial a la vez que tira a vertederos una enorme cantidad de energía que se evapora en forma de metano añadiendo a calentamiento global. También la materia orgánica está contaminando nuestras aguas subterráneas, ríos y el mar mientras somos el país de Europea que más sufre de desertización. 

Ante estas realidades, la implantación de recuperación de materia orgánica no debería ser entendida como una complicada y pesada tarea sino una autentica oportunidad de dar un giro importante a la situación de continuo deterioro de nuestro entorno. 

En cuanto a la separación en origen de este residuo, solo se puede lograr si se cuenta con el entendimiento y colaboración de la ciudadanía. Lógicamente una de los pilares fundamentales es la comunicación y la otra, muy importante es proporcionar al ciudadano una forma cómoda de desprenderse del biorresiduo que ha separado en su domicilio.  

Una isla atractiva de reciclaje promueve esta acción. El usuario encuentra los contenedores para depositar todas las fracciones de residuo en un solo lugar, bien señalizados y organizados y de cómodo uso. 

• Optimización del espacio público  

En vez de utilizar contenedores de un mismo tamaño individuales, las islas se configuran destinando más o menos espacio según el tipo de residuo y el nivel de generación. 
Al ser modulares, la configuración puede modificarse según vayan evolucionando los hábitos de generación o surjan nuevas normativas.  
 

• Integración de las 5 fracciones en un único espacio de reciclaje  

Tener la posibilidad de desechar todas las fracciones cómodamente en un mismo lugar permite aumentar considerablemente los ratios de reciclaje y mejorar la calidad del residuo separado. 

Todos los tipos de residuos en un mismo punto para facilitar el reciclaje
 

•  Uso según la distribución poblacional

La solución mejor adaptada es la que tiene presente la distribución poblacional y la temporalidad del uso. En España tenemos muchas poblaciones turísticas donde los niveles de generación fluctúan según la estación. Así mismo, muchos consorcios y mancomunidades, incluso muchos de los municipios de gran extensión, lidian con altos costes de recogida en zonas de dispersión. Se debe implantar una solución que ofrezca capacidad suficiente para evitar desbordamientos y que a la vez alcance ahorros importantes en reducción de rutas y de km de camión recorrido. 
 

• Facilidad de uso y accesibilidad total   

La boca de llenado ha de estar a una altura totalmente accesible para cualquier persona y el acceso al contenedor ha de ser diáfano, sin bordillos o desniveles a su alrededor. 
 

• El compromiso medioambiental   

El residuo en los contenedores ha de almacenarse totalmente separado del ecosistema. Los recipientes han de ser totalmente estancos con el suelo y el subsuelo para evitar filtraciones de lixiviados o derrames por las aceras. El agua subterránea o de lluvia nunca puede entrar en contacto con el residuo.  
 

• El criterio paisajístico

Los contenedores deben poder ubicarse con libertad y, para poder integrarse perfectamente en el entorno, disponer de acabados que puedan ser personalizables, contenedor a contenedor, creando espacios más atractivos para los usuarios. La tendencia actual son los contenedores de estética adaptable. 
 

• Integración de tecnología 

Control de acceso mediante tag o tarjetas inteligentes, sensores volumétricos o rutas dinámicas son algunas de las tecnologías ya disponibles para proporcionar un mayor nivel de eficiencia en la gestión y, a su vez, el medio para la implementación de modelos avanzados como el de pago por generación. 

Soluciones de gran capacidad de almacenamiento en el mínimo espacio público.

Las islas de reciclado son una solución práctica que reúnen todas las condiciones idóneas para dar respuesta eficaz a través de un diseño basado en datos de uso y criterios paisajísticos. De esta forma, podemos conseguir fomentar la separación en origen generando espacios más limpios y ordenados sin renunciar a una gran capacidad de almacenamiento.

Los datos avanzan hacia el uso de islas de contenedores de reciclaje   

El continuo deterioro de nuestro planeta ya no es un tema ajeno a nadie. Los efectos se están sintiendo en todo el mundo y la necesidad de hacer algo para pararlo está calando en la conciencia del gran público. 

Una correcta separación en origen, depositando cada residuo en su correspondiente contenedor, es clave para conseguir alcanzar un modelo sostenible basado en la economía circular.        

Un reto que recae en las administraciones locales (Ayuntamientos) quienes han de informar a la ciudadanía acerca de cómo, qué y dónde depositar la basura, proporcionar una eficiente gestión de los residuos y cumplir con la normativa y objetivos propuestos por la UE.    

“Dudas reales y actuales de la ciudadanía sobre el uso de los contenedores de reciclaje en medio sociales. Resalta el nivel en el que nos encontramos y la necesidad de generar mejores respuestas y soluciones para la mejora de la eficiencia y la educación medioambiental de la ciudadanía en general.”   

En definitiva, la dirección a seguir la marcan los datos. Según los datos actuales 2019, en España reciclamos:  

• 17,1 kg de envases ligeros (envases de plástico, envases de metal y bricks) por habitante/año.
• 19,4 kg de envases de Papel y cartón recogidos por habitante/año. 

Es decir, los españoles depositamos un 8% más de envases en los contenedores amarillos y azules con respecto al 2018. Una mejora del 32% desde el 2017 que recogen fuentes de Ecoembes 

La renovación de contenedores convencionales por nuevas infraestructuras con sistemas innovadores ayuda a la mejora en las buenas prácticas entre los usuarios y al aumento de la calidad del residuo selectivo recogido. 

Las exigencias legislativas respecto a la gestión de los residuos a nivel europeo van en aumento por lo que representantes de las administraciones públicas, empresas y asociaciones del sector de la recuperación de residuos de ámbito nacional han de buscar la implantación de sistemas que les permitan cumplir los objetivos marcados de la forma más económicamente eficiente, sin olvidar al ciudadano. 

“Todavía nos queda mucho por mejorar…y seguro que mejoraremos”  

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