La concentración media anual de partículas finas (PM2,5) en las zonas urbanas de la UE ha ido disminuyendo gradualmente desde el 2011
La concentración media anual de partículas finas (PM2,5) en las zonas urbanas de la UE ha ido disminuyendo gradualmente hasta los 12,6 μg/m3 en 2019.
Los contaminantes, como las partículas finas suspendidas en el aire, reducen la esperanza de vida y la percepción de bienestar de las personas, mientras que también pueden provocar o agravar muchas enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas y agudas.
Las partículas finas (PM10; con un diámetro de menos de 10 micrómetros) pueden penetrar profundamente en los pulmones, donde pueden causar inflamación y agravar la condición de las personas que padecen enfermedades cardíacas y pulmonares. Mientras tanto, las partículas finas incluso más pequeñas (PM2.5; con un diámetro de menos de 2.5 micrómetros) pueden afectar la salud de manera aún más grave, ya que pueden ser atraídas hacia los pulmones.
Conjunto de datos fuente: SDG_11_50
Si bien este tipo de contaminación del aire ha estado durante varios años por debajo del límite establecido a partir de 2015 (25 μg/m3 de media anual), siguen existiendo importantes puntos críticos de contaminación del aire. Además, a pesar de la paulatina disminución de los últimos años, los niveles de contaminación atmosférica en 2019 siguen estando por encima del recomendado por la OMS (10 μg/m3 de media anual).
Entre los Estados miembros de la UE, la concentración media anual de partículas finas (PM2,5) es más alta en las zonas urbanas de Bulgaria (19,6 μg/m3) y Polonia (19,3 μg/m3), seguidas de Rumanía (16,4 μg/m3) y Croacia (16,0 μg/m3).
Por el contrario, la concentración es más baja en las zonas urbanas de Estonia (4,8 μg/m3), Finlandia (5,1 μg/m3) y Suecia (5,8 μg/m3).
Conjunto de datos fuente: SDG_11_50
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