Los municipios navarros de Arguedas, Peralta / Azkoien, Tafalla y Villava / Atarrabia, y los alaveses de Asparrena y Elburgo / Burlegu analizarán su vulnerabilidad al cambio climático y aplicarán criterios de urbanismo sostenible a sus proyectos municipales. Así se recoge en el convenio marco de colaboración “Egoki” que han suscrito en Pamplona / Iruña, por el que pondrán en marcha sendos proyectos piloto. Este texto ha sido también suscrito por el Gobierno foral, la empresa pública NASUVINSA (Navarra de Suelo y Vivienda SA), que alberga a Lursarea, encargada de la Sostenibilidad; y la empresa pública de gestión ambiental IHOBE del Gobierno Vasco.
La colaboración en materia de cambio climático entre Navarra y País Vasco va a permitir compartir experiencias en la aplicación de las políticas de cambio climático a escala local. En la Comunidad Foral, bajo el paraguas de la Hoja de Ruta de Cambio Climático de Navarra (KLINA), y en Euskadi, de la Estrategia Vasca de Cambio Climático (KLIMA2050).
De esta forma, estas seis localidades serán las primeras en evaluar su vulnerabilidad y capacidad para adaptarse a los efectos derivados del cambio climático, compartiendo el conocimiento con sus respectivas poblaciones. Además, aplicarán a planes y proyectos concretos criterios de adaptación en el planeamiento urbanístico establecidos en una guía desarrollada por la Red NELS en el anterior proyecto Egoki. Este proyecto, que hoy inicia formalmente su trabajo en su segunda edición, cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica. Su financiación ha sido aprobada en la convocatoria de subvenciones a proyectos de adaptación al cambio climático 2017.
En el acto de firma del convenio de colaboración han participado la directora general de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra, Eva García; el primer edil del ayuntamiento de Berriozar, Raúl Maiza, en calidad de presidente de la Red NELS, y Jesús Losada, como director general de IHOBE, sociedad pública de gestión ambiental del Gobierno Vasco, que ejerce la secretaría técnica de la red Udalsarea21. Por parte de los ayuntamientos piloto, los firmantes han sido los seis alcaldes y alcaldesas comprometidos con el proyecto: Fernando Mendoza, de Arguedas; Juan Carlos Castillo, de Peralta-Azkoien, Arturo Goldaracena, de Tafalla; y Mikel Oteiza, alcalde de Villava / Atarrabia. Por parte de las localidades alavesas han firmado Consuelo Auzmendi, alcaldesa de Asparrena; y Mª Natividad López de Munian, de Elburgo / Burgelu.
Eva García Balaguer ha destacado que "en Navarra, tanto los alcaldes como técnicos municipales se han formado y han seguido el proceso de integración de criterios de adaptación en el planeamiento urbanístico desarrollado en el primer proyecto EGOKI, de manera que han podido concretar a partir de ese aprendizaje qué planes y proyectos, que pueden integrar soluciones adaptativas, son los que van a compartir con su población". Según ha añadido “EGOKI 2 es fundamentalmente un proyecto de participación y colaboración a nivel institucional, como refrendamos hoy; a nivel técnico, entre las dos redes y el personal técnico municipal; y a nivel de ciudadanía; porque está previsto que la ciudadanía colabore en la identificación de problemas vinculados al cambio climático y en el diseño y puesta en práctica de soluciones”.
Por su parte, Raúl Maiza ha subrayado el esfuerzo realizado por los ayuntamientos para poder hacer frente al compromiso adquirido, "renovamos ahora el compromiso de la Red Nels por mejorar la calidad de vida de nuestras vecinas y vecinos y, para ello, adaptándonos al cambio climático", ha subrayado.
Además, Jesús Losada ha afirmado que "el último informe de evaluación del IPCC sitúa a los núcleos urbanos como sectores preferentes en las políticas de adaptación por primera vez desde su creación".
Experiencias en Navarra y Álava
El fenómeno del cambio climático supone un aumento progresivo de temperatura, mayor frecuencia e intensidad de las olas de calor, un cambio en el régimen de precipitación, lluvias torrenciales, incremento del riesgo de incendios forestales y de la frecuencia e intensidad de las inundaciones, y potencial pérdida de biodiversidad, entre otros impactos. La puesta en común del conocimiento, entre las dos redes, los seis municipios y entre personal técnico municipal de cada uno de ellos y sus respectivas poblaciones, puede garantizar un mejor aprendizaje en la puesta en marcha de planes y proyectos municipales con criterios de adaptación al cambio climático y un incremento de la resiliencia territorial y social.
Así, en Navarra, Arguedas va a definir una red de itinerarios peatonales y espacios públicos adaptados dentro de la localidad y accesos a los principales valores culturales y naturales del término municipal; mientras que Peralta va a poner las bases para desarrollar un plan de reforma interior del casco antiguo en el que sea prioritaria la mejora de los espacios públicos y el dinamismo social. En el caso de Tafalla centrará el trabajo en concretar, desde la perspectiva de adaptación, el diseño de un bosque perimetral que se suma al patrimonio natural de la localidad y conecta distintas áreas colindantes de la Red de Infraestructura Verde de Navarra. Por su parte, Villava ofrece a la población la posibilidad de participar del diseño de una red de espacios públicos en los que el verde y la naturaleza se integran en el espacio urbano para mejorar el confort térmico, la conexión con la naturaleza y el paisaje de la localidad.
La información más relevante del sector directamente en tu correo.
Suscribirme