Por Miguel Y. Mayorga Cárdenas Profesor de Urbanismo, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech y María Pía Fontana Profesora Investigadora Asociada, Universitat de Girona
La pandemia global de la covid-19 ha puesto a prueba la vida escolar y cotidiana en las ciudades con confinamientos y desconfinamientos, cuidados sanitarios y cuarentenas, horarios y restricción de actividades, reprogramación de tareas y encuentros presenciales y virtuales.
Se ha desarrollado una diversidad de protocolos y soluciones en la gestión de los espacios urbanos y de los edificios. Incluyen hábitos de higiene y de protección, itinerarios de acceso y recorrido, distancias entre actividades y entre personas, tiempos de estancia e, incluso, condiciones de ventilación.
Sin embargo, todo esto en su conjunto no debería ser asumido tan solo como una medida tecnocrática, transitoria y de control sanitario. Representa una oportunidad para reflexionar y acelerar mejoras urbanas y de los edificios, que promuevan una ciudad que “cuidamos y a la vez nos cura y cuida”.
El objetivo es transitar hacia una ciudad en la que se le da importancia al tiempo y a los ritmos de la vida urbana, a las actividades, a las relaciones y movilidades de proximidad. Una ciudad capaz de ofrecer espacios urbanos con mejores condiciones ambientales para la salud, el desarrollo personal, la cohesión social y también el desarrollo económico.
En medio de la incertidumbre, se acumulan experiencias, recomendaciones y aprendizajes sobre distanciamiento social, clausura y reapertura de los centros educativos. Se habla de distancias, ratios, normativas, protocolos, inversiones, formas de gestión y también de responsabilidades.
En este debate abierto, administraciones, docentes, familias y comunidad educativa en general definen requerimientos, a la vez que imaginan y formulan diversidad de escenarios y soluciones.
Asistimos a un momento en el que se reconfirma la importancia de la educación como función urbana, en términos pedagógicos y socioeconómicos, pero también espaciales y ambientales. En la ciudad, la educación va más allá de las aulas.
Los equipamientos escolares conforman centralidades de barrio, muy distribuidas en la ciudad. En los centros educativos y su entorno, en los espacios públicos y calles cercanas, se aglutinan personas y también actividades.
Una escuela capaz de ejercer de lugar de encuentro y de instrumento para el equilibrio social en los barrios ha de promover en su interior espacios más accesibles, inclusivos, interconectados y más naturales. Ha de ser más abierta y permeable en sus límites y ha de relacionarse mejor socialmente con los vecinos de sus alrededores.
Patios más habitables y naturalizados, centros más accesibles y utilizables, y usos y funciones más atentas a las necesidades del entorno y del momento pueden ayudar mucho en esta transformación.
Si hablamos de favorecer la proximidad, hay que hablar de distancia, tiempo y actividades, pero también de calidad espacial y ambiental.
En París, dentro de la propuesta de la ciudad de los 15 minutos, la escuela desempeña un papel clave como “capital du quartier”.
En Barcelona hay varias propuestas sobre los espacios y entornos escolares. Y en Suecia se apuesta por la one-minute city, que pone el acento en lo que nos encontramos al salir de los espacios de la vivienda, el trabajo o el lugar de estudio.
¿Qué tienen en común estas propuestas? Muchas ya se venían desarrollando desde antes de la pandemia, y obedecían a respuestas de políticas urbanas frente al cambio climático. Muchas eran parte de iniciativas ciudadanas, de comunidades educativas, académicos, técnicos y profesionales, a las que hay que dar continuidad.
En Barcelona se vienen sumando experiencias que apuntan en esta dirección. Partiendo de la idea de hacer que las escuelas o sus patios sean refugios climáticos, hemos planteado una red escolar urbana de refugio climático.
Esta propuesta articula diversas iniciativas en curso para plantear una mirada integrada, amplia, estratégica y compartida, con la utilización de datos abiertos en un mapa online y colaborativo.
Los usuarios pueden hacerse una idea de varios aspectos de la ciudad como el espacio público, la movilidad, el verde urbano e indicadores demográficos y ambientales.
Las reflexiones y propuestas ponen el acento en los equipamientos escolares y su potencial como centralidades de barrio. Hemos considerado su distribución y radio de acción y la relación entre actividades de vecindario y visitantes. Hemos reproyectado y transformado patios escolares a través de proyectos cocreados y ejecutables en corto y mediano plazo.
Gracias a la iniciativa de las escuelas e institutos y las asociaciones de familias, hemos logrado transformar muchos espacios grises y poco aptos para la actividad escolar en espacios más habitables, aulas al aire libre. Una estrategia especialmente útil para evitar los contagios de covid-19.
Por otro lado, seguimos replanteándonos los bordes y límites de los edificios escolares, así como el uso de espacios cercanos. A través del diseño e implementación de artefactos y dispositivos arquitectónicos pueden activarse espacios capaces de promover y dinamizar zonas exteriores. Accesos, calles, parques y plazas vecinas se convierten en extensiones y ampliaciones de la actividad educativa, puntos para el intercambio social en los barrios.
Algunas acciones para reutilizar los equipamientos y entornos urbanos educativos y dirigidas a promover una ciudad educadora y una ciudad de los cuidados son las siguientes:
Reconocer la centralidad de las escuelas y el potencial de sus sinergias urbanas.
Potenciar estratégicamente una mejor calidad de espacios pensados en red.
Hacer que los patios sean más habitables, inclusivos y naturalizados.
Promover la reactivación del espacio público como ámbito aliado en la vida urbana de los barrios.
Fomentar el conocimiento del entorno próximo y sus condiciones ambientales con los usuarios y uso de las nuevas tecnologías.
La ciudad, sus barrios, escuelas y calles han de planificarse y gestionarse pensando tanto en su función productiva y del trabajo, como en la reproductiva, de nuestro cuidado y de nuestro entorno.
La información más relevante del sector directamente en tu correo.
Suscribirme