Medio Ambiente

En 2022 se produjeron en la metrópolis de Barcelona 1.470.074 toneladas de residuos, el equivalente a 445 kg por habitante y año. Esta cifra ha disminuido respecto al año anterior, en el que la generación fue de 447 kg por habitante y año. A una escala más global, la producción de residuos municipales se ha reducido un 10% desde el año 2010. El objetivo, de cara a 2025, es que esta reducción llegue al 15%.

De todos los residuos generados en 2022, se recogieron selectivamente un 39,3 % (577.278 toneladas), lo que supone un récord absoluto, con un aumento de 1,1 puntos respecto a 2021.

Este aumento de la recogida selectiva ha ocurrido en casi todas las fracciones de residuos

 
La fracción orgánica recogida en 2022 alcanza las 167.069 toneladas de materia orgánica de origen domiciliario y comercial. Durante 2022 se recogieron 66.438 toneladas de vidrio con un pequeño incremento del 0,8% respecto al año anterior.
 
La recogida de envases ligeros domésticos a lo largo de 2022 ha sido de 63.920,34 toneladas, un valor muy superior al del año anterior (+10,3 %) y que debe atribuirse al cambio en el sistema de recogida en Barcelona, donde no sólo se aceptan envases, sino también otros plásticos y metales que no son envases.
 
Durante el 2022 se recogieron 100.991,43 toneladas de papel y cartón después de un ascenso de un 1,57% respecto al año anterior. Estas cifras la sitúan como la segunda fracción con una mayor tasa de recogida selectiva después del vidrio.
 

En cuanto a la producción de la fracción resta, el año pasado se generaron 270 kg/hab. y año, la menor cantidad histórica

 
Las normativas ambientales son cada vez más estrictas en cuanto a la consecución de los objetivos de recuperación y reciclaje de los residuos municipales. La Unión Europea obliga a los estados miembros a reutilizar o reciclar el 55 % de los residuos en 2025 hasta llegar al 65 % en 2035. En esta línea, en Cataluña, también el PRECAT20 marcaba como objetivo alcanzar un 60 % de recogida selectiva bruta de los residuos municipales para el año 2020. A escala metropolitana, el Programa metropolitano de prevención y gestión de recursos y residuos municipales 2019-2025 (PREMET25) tiene como objetivo superar el 55% de reciclaje en 2025, reducir los residuos municipales y conseguir la neutralidad de carbono del sistema metropolitano de tratamiento de residuos, mediante actuaciones en 5 ejes estratégicos: prevención, recogida, tratamiento, educación y una nueva gobernanza. 28 de los 36 municipios metropolitanos no alcanzaban el objetivo europeo de reciclaje en 2022.

Sistemas individualizados

De los 36 municipios metropolitanos, en 2022 sólo ocho municipios superaban el 50% de recogida selectiva que la UE exigía para 2020: Begues, Castellbisbal, Pallejà, Papiol, Corbera de Llobregat, Sant Just Desvern, Torrelles de Llobregat y Tiana. Entre estas poblaciones, Papiol, Sant Just Desvern, Torrelles de Llobregat, Tiana y Corbera de Llobregat ya optan desde hace tiempo por nuevos modelos que individualizan la recogida, como lo lleva a puerta o los contenedores inteligentes, dado que el sistema de contenedores abiertos en la calle ha llegado al límite de sus posibilidades.

Durante 2022, varios municipios más han dado el paso a estos sistemas individualizados. Es el caso de Santa Coloma de Cervelló, que ha adoptado el sistema puerta a puerta; Montgat, que ha hecho lo propio con el de contenedores cerrados, y Ripollet, que ha optado por un sistema mixto. Estos cambios ya han empezado a mostrar resultados, y sitúan a la mayoría de estos municipios al frente de la recogida selectiva metropolitana a inicios de 2023. En este momento, algunos de estos municipios ya han pasado a la “zona verde” del gráfico, que ahora contiene once poblaciones, además de los barrios barceloneses de Sant Andreu del Palomar y Sarrià.

 
Otra mirada interesante es el peso que tienen las principales fracciones (orgánica, envases ligeros, papel/cartón y vidrio) sobre el total de la recogida selectiva. Así se puede ver cómo las otras fracciones (especialmente la deixalleria o la poda) pueden significar un volumen muy elevado de recogida selectiva independientemente del sistema de recogida de los residuos principales, como es el caso de Begues o Pallejà.
 
La gran diferencia en los resultados de estos municipios antes y después del cambio de sistema evidencia su gran efectividad. Así, por ejemplo, Santa Coloma de Cervelló ha cambiado el índice de recogida selectiva de un 41,5% a un 71,8% en sólo tres meses. En Corbera de Llobregat, otro caso de éxito, el salto ha ido del 49,2% al 80,4%. El siguiente gráfico muestra la gran ventaja de estos municipios