La AMB empieza a poner a punto las playas metropolitanas para cuando la situación actual permita disfrutar de ellas
Ya han comenzado los trabajos de acondicionamiento de las playas metropolitanas en Castelldefels, que terminarán el próximo 14 de mayo después de recorrer todo el litoral metropolitano de sur a norte.
Estas tareas de la arada se hacen con tractores que arrastran unas grandes arados que remueven y revuelven la arena hasta 50 cm de profundidad. El objetivo es airear la arena y permitir que los rayos del sol penetren para potenciar al máximo la acción desinfectante.
Este proceso también ayuda a limpiar los residuos que han quedado escondidos en la arena, lo que también mejora la seguridad de los usuarios.
La labrada requiere una preparación previa de la arena, de tal manera que antes se hace un cribado para retirar los residuos que puedan haber en los 10 cm superficiales que no se mezclen con la arena. Esta misma operación de limpieza mecánica también se repite después de arar para regularizar la arena y dejar las playas totalmente peinadas.
En las playas metropolitanas, el cribado se hace normalmente durante todo el año con diferentes frecuencias en función de la época. La situación excepcional de este año causada por la Covid-19 provocó que estas tareas se detuvieran hace unas semanas, pero se reanudaron el pasado lunes 27 de abril. Desde ahora mismo se intensifica el cribado y a partir de la tercera fase de la desescalada pasará a ser diario.
La AMB recuerda que hay un lugar en el que no se lleva a cabo esta limpieza mecánica: las playas protegidas del delta del Llobregat, para que se limpian manualmente para preservar su conservación y biodiversidad. En el caso de las playas de la ciudad de Barcelona el cribado lo lleva a cabo el Ayuntamiento de Barcelona.
El último procedimiento para dejar las playas libres de todo tipo de objetos es la separación de los elementos metálicos de la arena. Esto se hace con unas máquinas electroimán, que retiran cientos de elementos peligrosos, como clavos, anzuelos y restos de hierro oxidado. El año pasado se recogieron 15 kg de estos materiales.
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