Castellón, Alicante y Valencia, entre las más beneficiadas
Un estudio desarrollado por investigadores del Centro de Tecnologías Físicas de la Universitat Politècnica de València (UPV) indica que los niveles de concentración de dióxido de nitrógeno, uno de los principales responsables de la contaminación del aire, han disminuido una media del 64% en las principales ciudades españolas tras las medidas decretadas para la lucha contra el COVID-19.
De las ciudades analizadas, Barcelona, con un 83%, ha sido la más beneficiada por este descenso, seguida de Castellón (76%), Madrid (73%), Alicante (68%), Bilbao (66%), Gijón (65%) y Valencia (64%). Málaga (55%) y Zaragoza (52%) superan también el 50% de reducción, mientras que Sevilla es, con un 36%, la que presenta una disminución menos acusada, si bien en ello cabe tener en cuenta que su situación de partida era la mejor, es decir, que su nivel de concentración de dióxido de nitrógeno era el más bajo de todas las urbes valoradas.
Para la realización del estudio, el equipo de la UPV ha analizado imágenes satelitales de la misión Sentinel-5P, perteneciente al programa Copernicus de la Agencia Espacial Europea (ESA), comparando datos de dos periodos: del 10 al 14 de marzo, por un lado, y del 15 al 20, por otro. A partir de estos datos, los investigadores han generado una serie de mapas que muestran las concentraciones de dióxido de nitrógeno de las ciudades citadas.
Elena Sánchez-García, investigadora del grupo Land and Atmosphere Remote Sensing (LARS-UPV) del Centro de Tecnologías Físicas de la UPV, explica que el dióxido de nitrógeno es un importante indicador de la calidad del aire. “Altas concentraciones de este gas pueden afectar al sistema respiratorio y agravar ciertas patologías. Además, este gas está relacionado con la formación de lluvia ácida”, advierte.
Los óxidos de nitrógeno -como el NO2- en el aire urbano tienen su origen en las reacciones de combustión a altas temperaturas que se producen principalmente en los vehículos motorizados. El oxígeno y el nitrógeno se combinan dando lugar al óxido nítrico (NO), que posteriormente se oxida parcialmente originando el dióxido de nitrógeno.
“Tal y como se ha comprobado en el caso de Wuhan (China), o el norte de Italia, nuestro estudio constata cómo las medidas de confinamiento y reducción de actividad económica se han traducido en una clara disminución de la contaminación atmosférica en todo el país”, añade Elena Sánchez-García.
Este trabajo se enmarca dentro de la investigación llevada a cabo por el grupo LARS-UPV de la UPV, en la que participan los investigadores Elena Sánchez García, Itziar Irakulis Loitxate y Luis Guanter. Su trabajo se centra en el desarrollo de técnicas de teledetección para la monitorización global de emisiones de gases a la atmósfera.
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