El ente hace suyas las disposiciones del Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana para lo cual se requiere el trabajo coordinado con las seis mancomunidades
El Consorcio Valencia Interior (CVI) encara los retos de 2020 con la mirada puesta en el Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana. Para ello es imprescindible contar con el trabajo coordinado con las seis mancomunidades del área de gestión. De hecho, el presidente del CVI y alcalde de Riba-Roja de Túria, Robert Raga, junto a su personal de gestión, mantendrá durante los próximos quince días una serie de reuniones con las seis mancomunidades acompañado por su personal de gestión. El equipo se desplazará a las sedes de las mancomunidades del Rincón de Ademuz, el Alto Turia, la Hoya de Buñol-Chiva, las Tierras del Vino, la Serranía y el Camp de Túria para repasar sobre el terreno los retos que plantea el Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana a los 61 municipios del Consorcio.
Los retos son enormes. El nuevo paquete legislativo europeo de economía circular traslada a la Comunitat Valenciana una nueva planificación que pasa por que a lo largo de este año 2020 todos los ayuntamientos deberán instaurar la recogida separada de biorresiduos, así como acreditar que a 31 de diciembre son capaces de recuperar efectivamente el 65% los materiales contenidos en los residuos domésticos producidos (como media en el Consorcio, el porcentaje actual ronda el 50%).
Para ello, los municipios, uno a uno o de forma conjunta, deben aprobar los Planes Locales de Residuos en los que deberán justificar cuantitativa y cualitativamente el cumplimiento de los objetivos de reciclado de recogidas selectivas, justificándose por la entidad local responsable que los sistemas de recogida seleccionados serán capaces de conseguir los objetivos de recuperación.
El objetivo de las reuniones con las mancomunidades es el intercambio de impresiones respecto a los retos compartidos y ofrecer el apoyo del Consorcio a la hora de planificar y afrontar los objetivos, con la puesta a disposición de los municipios de los programas de biorresiduos e informatización de la gestión de residuos del CVI.
Desde la presidencia del Consorcio se ofrecen a sus municipios varias herramientas financiadas con subvenciones de las administraciones provincial, autonómica y estatal. Entre ellas destacan los programas de compostaje doméstico y compostaje comunitario adaptados a las realidades concretas de cada zona, como forma de gestión de los biorresiduos dentro de la planificación local: el Consorcio asumirá así el coste de distribución de las composteras y las labores de formación y acompañamiento a los vecinos. Además, se plantea una nueva ruta de recogida separada para grandes generadores de biorresiduos con contenedores inteligentes, un sistema de información web de los principales datos de gestión de residuos de cada municipio y una red informatizada de ecoparques mejorada este 2020 con la renovación de los equipos informáticos, el acceso a través del smartphone, la extensión de la posibilidad de entrega de muebles en buen estado para su reutilización y la continuidad de la consecución de descuentos de Mi Cuenta Ambiental, donde se premia a la ciudadanía por depositar correctamente los residuos en ecoparques o ecomóviles.
También han de abordarse las disfunciones de la gestión de los contenedores de envases ligeros y papel-cartón que recoge el CVI en la mayor parte de sus municipios. Este servicio, encomendado al Consorcio por sus ayuntamientos en 2010 y financiado por Ecoembes, es la actividad que genera más problemas para los vecinos, motivando quejas de la ciudadanía y los ayuntamientos por falta de recogidas. El aumento de las aportaciones y el desplome de los precios del cartón han hecho que en los últimos meses la frecuencia de recogida de los contenedores haya sido claramente insuficiente, de manera que se han producido desbordes recurrentes a lo largo de todo el ámbito del servicio consorciado. Procede pues aprovechar la obligación de repensar la planificación para reorganizar estas recogidas.
Paralelamente a lo anterior, el CVI está negociando con Ecoembes un incremento de su aportación que ahora no cubre el número de recogidas que debiera. En la reunión de la comisión de seguimiento del Convenio Marco de Ecoembes del pasado diciembre se acordó que Ecoembes compensará desde el 1 de enero al Consorcio por el exceso de transporte que éste hace desde los municipios hasta los puntos de descarga con 40 euros por tonelada de envase ligero transferido a la planta de Picassent. Adicionalmente se han recibido de Ecoembes 17 contenedores de envases ligeros y el compromiso de tener 100 más a lo largo de este año, contenedores que han de incorporarse a las adaptaciones de servicio que se acuerden con los municipios. Pese a esto, el desplome de los precios del cartón recuperado hace que las compensaciones no cubran los costes de gestión, puesto que se ha pasado de recibir 80 euros por tonelada en 2010 a tener que abonar 35 euros por tonelada a final de 2019.
La información más relevante del sector directamente en tu correo.
Suscribirme