Alumbrado

El consumo energético del Ayuntamiento de València se ha reducido más de 8,5 millones de euros (8.741.820 euros) desde el año 2015, lo que supone casi un 50% de la factura de la energía. La partida presupuestaria que más se ha atenuado ha sido la del alumbrado público. Concretamente, en este servicio ciudadano el consistorio ha ahorrado en 6 años casi 5 millones de euros (4.779.884 euros), con una bajada de un 55,25% del consumo “que ha sido posible con la transformación de más del 80% de las instalaciones existentes por otras sostenibles”. El vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, y la concejala de Gestión de Recursos, Lluïsa Notario, han dado cuenta de la reducción de la facturación de la electricidad, “que, además de suponer beneficios para las arcas públicas, revierte la contaminación lumínica de la ciudad y reduce la luz intrusiva, en beneficio para las personas”. Los dos se han mostrado “satisfechos” porque los datos “son reveladores de una política comprometida con el territorio, el medio ambiente y la ciudadanía”.

El vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, ha recordado que “la eficiencia y la transición energética, así como las políticas sostenibles, son un eje troncal de la acción del gobierno municipal”. De hecho, ha resaltado que “una de las prioridades del Ayuntamiento, como administración que lidera la lucha contra el cambio climático es ser una de las 100 ciudades climáticamente neutras en 2030, y acelerar el cumplimiento del Acuerdo de París y la Agenda 2030”. “Con este objetivo –ha continuado- desde el año 2015 aplicamos criterios de optimización del consumo energético y trabajamos para revertir el hecho de que la ciudad de València fuera conocida por ser la capital europea de la contaminación lumínica”.

En este sentido, la concejala de Gestión de Recursos, Lluïsa Notario, ha detallado que el gasto del alumbrado público supone la partida más alta del consumo energético del Ayuntamiento “y que la ausencia de criterios de sostenibilidad y eficiencia ha provocado durante muchos años un consumo energético elevadísimo y un gasto ingente de dinero en energía innecesaria”.

“Así -ha argumentado- la evolución de los datos de consumo energético que presentamos son el resultado de las diferentes acciones de eficiencia energética que estamos implementando, como es el caso del Plan de eficiencia energética con el objetivo de cambiar en tecnología más eficiente y respetuosa con el medio ambiente la instalación del alumbrado público y también la de los edificios municipales y escuelas”.

Lluïsa Notario ha explicado que el Ayuntamiento ha transformado más del 80 por ciento de la instalación del alumbrado público a alumbrado sostenible “con beneficios para las arcas municipales, para el bienestar de la ciudadanía por la reducción de la luz intrusiva y para el medio ambiente y la salud de las personas por la reducción de las emisiones de CO₂, que ha convertido València en un referente en eficiencia energética”.

“Además de las intervenciones en alumbrado público, estamos impulsando otras iniciativas como la instalación de cenadores fotovoltaicos en espacios públicos o placas fotovoltaicas en edificios municipales que nos permite reducir el coste energético utilizando la energía solar, de forma que reducimos la dependencia de los combustibles fósiles y disminuimos las emisiones de gases de efecto invernadero”, ha añadido.

En cuanto a los datos, hay que destacar que el gasto total del año pasado fue de 9.962.338,04 euros, frente a los 18.704.157,92 euros de 2015. En 2021 el coste del alumbrado público fue de 3.870.707,42 euros y en 2015 de 8.650.591,00 euros. En las dependencias municipales también se ha reducido este desembolso, de los 5.637.724,40 euros de 2015 a los 3.695.735,74 euros del año pasado. Y “significativa” también resulta la intervención en las escuelas para adelgazar este gasto, de los 1.545.952,26 euros hasta los 1.051.441,65 euros, casi medio millón de euros.