Esta convocatoria se suma a la anterior de 1.000 millones de euros dirigida a corporaciones locales y cuyos fondos ya han sido adjudicados
La ministra ha anunciado que el Ministerio ya lo está preparando y lanzará el mes que viene esta nueva convocatoria de 500 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano.
Esta convocatoria se suma a la anterior de 1.000 millones de euros dirigida a corporaciones locales y cuyos fondos ya han sido adjudicados y que, a su juicio, puede calificarse como exitosa.
En su intervención en el XIII Encuentro del sector de Infraestructuras, el Transporte y la Movilidad, organizado hoy en Madrid por Deloitte y ABC, la ministra ha destacado también que la red de alta velocidad española crecerá en menos de un mes en cerca de 350 km con tres hitos muy relevantes: la nueva conexión entre Atocha y Chamartín, la alta velocidad a Extremadura con la nueva línea entre Plasencia y Badajoz y la alta velocidad a Burgos.
La responsable del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha señalado que, en las últimas cuatro décadas se ha producido una transformación espectacular y ahora España es referente en sectores como la construcción, el transporte, el turismo, las energías renovables, la banca o la moda. Para ella, este progreso no se entendería sin el desarrollo de unas infraestructuras que son nuestra mejor carta de presentación en el mundo.
En ese sentido, ha recordado que hoy lideramos tras China la alta velocidad ferroviaria, somos el país de Europa con más kilómetros de vías de alta capacidad; el primero en tráfico portuario de contenedores y contamos con el primer operador aeroportuario global por número de pasajeros y nuestras infraestructuras terrestres, portuarias y aéreas estás entre las siete mejores del mundo y han sido claves para la internacionalización de la economía y para la vertebración del territorio.
Por otra parte, la ministra ha expresado que, a diferencia de otros Gobiernos y otras crisis relativamente recientes, el actual Ejecutivo ha afrontado la pandemia, los últimos fenómenos meteorológicos de extraordinaria crudeza, una devastadora erupción volcánica y, por último, las consecuencias económicas de una guerra en Europa atendiendo a los más vulnerables y a los sectores más castigados, es decir, a las personas y al tejido productivo.
Raquel Sánchez ha destacado que, pese a las circunstancias adversas, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana logró cerrar el ejercicio pasado con una ejecución un 8% superior a la de 2019, la mayor desde 2012. Para la ministra, tras el enorme esfuerzo inversor realizado en materia de infraestructuras, ahora toca repensar la movilidad, garantizándola para todas las personas y, territorios, priorizando la conservación y rentabilizando la inversión efectuada.
Según ha comentado, se hace necesaria además una nueva política de infraestructuras, enfocada a la sostenibilidad medioambiental, pues se trata de una cuestión de supervivencia. Esto, según ha afirmado, solo se conseguirá actuando sobre el transporte, que es responsable del 27,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero, casi cinco puntos más que la media europea.
La responsable de Mitma ha afirmado asimismo que, de los distintos medios, cerca del 93% de las emisiones proviene de la carretera, y un tercio de estos gases se produce en nuestras ciudades; el transporte aéreo y marítimo no llegan en conjunto al 7%, si bien el primero de ellos es el que más emisiones produce por viajero y tonelada transportada.
Todo ello en contraste con lo que supone el ferrocarril, más respetuoso con el medio ambiente, hasta el punto de que su peso en el conjunto de emisiones es residual, como ha recordado, a pesar de que su cuota es muy limitada en el transporte de viajeros y, mucho más aún, en el de mercancías. Ese reparto modal es justamente lo que se propone cambiar Mitma.
Por otra parte, Raquel Sánchez ha enfatizado la necesidad de dar respuesta a la movilidad urbana y a la rural, lo que exige redimensionar los servicios de transporte para conectar estas zonas con los servicios básicos y frenar el éxodo que sufren.
El objetivo último, según ha recalcado, es conseguir una movilidad universal, inclusiva, accesible para todos y generadora de crecimiento y hacerlo garantizando condiciones de trabajo dignas para los profesionales del transporte y la logística, donde la mujer, históricamente marginada, debe ocupar al fin el papel que le corresponde, ha añadido.
Para afrontar estos desafíos, ha señalado la ministra, se ha desplegado una Estrategia Nacional que culminará con la Ley de Movilidad, una norma que garantizará el derecho que todos a la movilidad, con independencia de si somos mujeres u hombres, de si vivimos en una ciudad o en un pequeño pueblo, de si nuestro nivel de renta es alto o bajo, de si tenemos o no limitaciones físicas y de si disponemos de un vehículo privado o carecemos de él.
Se trata de una ley que impulsará la descarbonización, que incrementará la eficiencia del sistema, que promoverá la intermodalidad y el trasvase hacia los modos de transporte más sostenibles y que establece criterios para una planificación rigurosa de las inversiones con los que conseguir el mayor retorno social de las mismas.
La responsable del Departamento ha expresado que para alcanzar estos objetivos están siendo vitales los fondos del PRTR, de los que el Ministerio de Transportes gestiona 16.000 millones de euros -casi la cuarta parte del Plan- para descarbonizar el transporte y la edificación, impulsar la digitalización y la innovación y promover la inclusión social con las nuevas políticas de movilidad y vivienda.
En ese sentido, los 13.000 millones destinados a la movilidad sostenible están permitiendo aumentar las inversiones del Ministerio y de las empresas del Grupo Mitma un 30% en los próximos años. El ferrocarril protagoniza estas inversiones con más de 6.600 millones, que servirán para actuar sobre más de 800 kilómetros de líneas de Cercanías, en más de 1.500 kilómetros de red de los corredores Mediterráneo y Atlántico y en casi 1.000 kilómetros de redes transeuropeas no incluidas en los corredores.
La ministra también ha señalado las inversiones en carreteras, que cuentan con una partida cercana a los 1.000 millones de fondos del PRTR, con un enfoque hacia la humanización de las travesías, la adecuación de seguridad de casi 130 túneles y a la protección acústica, además de promover accesos a puertos y carriles BUS-VAO.
Por otro lado, cerca de 1.000 millones se destinarán a intermodalidad y logística, concretamente a accesos ferroviarios y viarios a puertos, a terminales, y a la mejora de la seguridad, otros 800 millones apoyarán la digitalización en programas de interoperabilidad del transporte ferroviario de mercancías y la modernización de su material rodante.
Y, para hacer despegar el transporte de mercancías, uno de los grandes retos pendientes, el pasado martes se publicó la versión final de la iniciativa Mercancías 30, que incluye inversiones superiores a los 8.000 millones de euros, cuyo propósito es aumentar su cuota del 4% al 10% para converger así con Europa y acelerar la reducción de emisiones.
Finalmente, la ministra ha señalado que, si las previsiones se cumplen, la nueva movilidad tendrá un efecto multiplicador en la economía, creará cientos de miles de puestos de trabajo y contribuirá a incrementar el PIB en más de 30.000 millones de euros. Y en eso tarea, según ha remarcado, la colaboración del sector privado es imprescindible.
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