Entrevista a Irene Menéndez, jefa del departamento de Desarrollo Urbano Sostenible del IDAE, y Fernando García, jefe del departamento Residencial y Edificios del IDAE
España tiene por delante importantes retos en materia de transición energética que se solapan con otros no menos importantes y de carácter trasversal, como los referentes al reto demográfico. Para profundizar en la visión e iniciativas que se están desarrollando desde el IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, hablamos con Irene Menéndez, jefa del departamento de Desarrollo Urbano Sostenible, y con Fernando García, jefe del departamento Residencial y Edificios.
En comparativa con otros países de nuestro entorno, lo cierto es que las ciudades españolas no salen bien paradas. El fomento de la eficiencia energética en ellas ha tenido dos componentes o líneas de actuación principales: los edificios y la movilidad, tanto de pasajeros como de mercancías. Y en ambas hay mucho camino por recorrer.
Los datos son muy claros. En cuanto al parque de viviendas, de los aproximadamente 25 millones de viviendas construidas en nuestro país, el 60 % lo fueron sin criterios de ahorro energético. Si bien es cierto que la actividad de rehabilitación ha experimentado un notable impulso entre 2017 y 2019, con un crecimiento en número de edificios rehabilitados del orden del 10 % y en presupuesto del 35%, el ritmo sigue siendo significativamente inferior al de países de nuestro entorno e insuficiente para cumplir con los objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y la Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España (ERESEE).
Si hablamos de movilidad, es necesario hacer un replanteamiento de las ciudades y avanzar hacia un cambio modal que refuerce el transporte público y los desplazamientos en bicicleta, evite el uso del vehículo privado y fomente la penetración de la movilidad eléctrica.
Respecto a los servicios que prestan las ciudades a sus habitantes, hay también un gran camino por recorrer, el alumbrado público, el consumo energético en la distribución y depuración de aguas, los edificios e instalaciones municipales, son grandes consumidores de energía en los que el potencial de actuaciones es también muy amplio.
"Los mayores márgenes de mejora los encontramos en el aislamiento de edificios"
Entre los principales retos identificados se encuentra la creación de un entorno favorable para el pleno desarrollo de un sector económico que se caracteriza por ser mucho más reducido que en los principales países de nuestro entorno, a través de ayudas y líneas de apoyo, así como de un marco fiscal adecuado para dar el necesario impulso a la actividad y fortalecer el tejido económico y profesional en el ámbito de la rehabilitación.
Bajo esta premisa, desde IDAE hemos puesto en marcha planes de ayudas, dirigidos a entidades locales, para impulsar el desarrollo urbano sostenible y el paso a una economía baja en carbono, como el programa DUS, Desarrollo Urbano Sostenible, dotado con fondos FEDER. Este programa se inició en junio de 2017 y terminó la fase de registro de solicitudes el 31 de diciembre de 2020, con más de 2.400 proyectos presentados, lo que demuestra que, cuando hay financiación, las entidades locales son muy activas y tienen un gran potencial para ejecutar proyectos de transición energética.
Actualmente, estamos centrados en ayudar a los pequeños municipios, aquellos que más dificultades tienen para acometer grandes inversiones que favorezcan la transición energética y que más barreras encuentran para acceder a las ayudas, los denominados municipios de reto demográfico. Para ellos hemos diseñado otro programa de ayudas, el DUS 5.000, actualmente vigente y que cuenta con un presupuesto de 325 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia diseñado por el Gobierno para la ejecución de los fondos Next Generation EU. A través de esta línea buscamos financiar proyectos de eficiencia energética en edificios e infraestructuras públicas, de fomento de las inversiones verdes y, en particular, del autoconsumo, de movilidad sostenible y de reducción de la contaminación lumínica mediante la mejora del alumbrado público.
Pero no solo nos dirigimos a administraciones públicas. La rehabilitación energética de edificios particulares o comerciales es un reto mayúsculo, pero fundamental, ya que permite aumentar el confort térmico ahorrando energía y, por lo tanto, dinero. Para ello hemos puesto en marcha distintos planes de ayudas, como el Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE), dotado con 300 millones y PREE 5.000, con otros 50 millones, que gestionan las comunidades autónomas.
Al margen de la cuestión energética que centra nuestra labor, desde IDAE también entendemos la actividad de rehabilitación y regeneración urbana como pieza clave en la reactivación del sector de la construcción e inmobiliario. Cuenta con gran potencial tanto por las condiciones de antigüedad y conservación del parque edificatorio, como por su capacidad de descarbonización de la economía, innovación en los instrumentos financieros y creación de puestos de trabajo, cohesión social e impacto urbano y rural.
"Actualmente estamos centrando nuestros esfuerzos en impulsar la transición energética en los municipios de reto demográfico a través de los programas PREE 5.000 y DUS 5.000".
Los mayores márgenes de mejora los encontramos en el aislamiento de edificios. Actualmente, el parque de edificios español consume el 30 % de la energía final y cerca del 45 % de los edificios es anterior a 1980, un porcentaje que se eleva hasta el 50 % en el caso de los edificios de uso residencial.
En total, hablamos de alrededor de 9,7 millones de viviendas en España. A su vez, se estima que en torno a un millón se encuentran en estado deficiente, malo o ruinoso, por lo que nuestro país tiene un importante potencial de ahorro y de incorporación de energías renovables.
Si nos centramos en la calidad de los edificios existentes a partir de las calificaciones energéticas, más del 81 % se sitúan en las letras E, F o G en términos de emisiones. En el caso del consumo energético, ese porcentaje aumenta hasta el 84,5 %, lo que evidencia el importante potencial de la rehabilitación energética en nuestro país.
Además, solo el 0,3% de los edificios existentes han realizado intervenciones en rehabilitación energética, por lo que los déficits en materia de aislamiento son múltiples y variados. En concreto, el principal problema es la mejora de fachadas, cubiertas y ventanas, ya que son actuaciones de alto coste y, en el caso de las comunidades de propietarios, requieren de una aprobación en junta. En cambio, la mejora de instalaciones como calderas de calefacción y agua caliente sanitaria es menos compleja y molesta.
Estas medidas cuentan en España con un enorme potencial, tanto por las condiciones de antigüedad y conservación del parque de edificios y viviendas públicos y privados, como por su capacidad de descarbonización de la economía, innovación en los instrumentos financieros y creación de puestos de trabajo, cohesión social e impacto urbano y rural.
La Agenda Urbana Española, aprobada por el Consejo de Ministros en febrero de 2019, es la hoja de ruta que va a marcar la estrategia y las acciones a llevar a cabo hasta 2030, para hacer de nuestros pueblos y ciudades ámbitos de convivencia amables, con un desarrollo equitativo, justo y sostenible. El objetivo es que todos los actores, públicos y privados, que intervienen en las ciudades, puedan elaborar sus propios Planes de Acción. Este documento, junto con la ERESEE 2020 (Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España), constituye la base de la estrategia de España en materia de la eficiencia energética y tiene en la rehabilitación y regeneración urbana una de sus medidas prioritarias.
Este objetivo se recoge en la componente 2 del Plan de Recuperación y, para alcanzarlo, los ministerios de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) y de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) trabajan conjuntamente en la ejecución de un ambicioso plan de rehabilitación de edificios y entornos urbanos.
Paralelamente, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) elaborado por el MITECO enfatiza el potencial del autoconsumo y la rehabilitación de edificios para reducir las emisiones en entornos urbanizados, define un marco para apoyar la renovación del parque nacional de edificios residenciales y no residenciales, tanto públicos como privados, con alta eficiencia energética y descarbonizados antes de 2050.
En IDAE llevamos años trabajando en la mejora de la eficiencia energética de los edificios españoles. Entre 2013 y 2018, el Instituto ha dado subvenciones y financiación a más de 80.000 viviendas con cargo a fondos europeos FEDER mediante los programas de ayudas a la rehabilitación energética de edificios existentes PAREER-CRECE y PAREER II, con un presupuesto de 404 millones de euros.
En junio de 2017 pusimos en marcha el programa de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), explicado anteriormente, y en agosto de 2020 el llamado PREE (Programa de Ayudas para Actuaciones de Rehabilitación Energética en Edificios Existentes), ya en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Al cierre del programa PREE, en julio de 2021, se había ampliado el presupuesto original de 300 millones de euros hasta los 402, debido al éxito del programa en determinadas Comunidades Autónomas.
Actualmente estamos centrando nuestros esfuerzos en impulsar la transición energética en los municipios de reto demográfico, es decir, aquellos que tienen menos de 5.000 habitantes, a través de los programas PREE 5.000 y DUS 5.000, dotados inicialmente con 50 y 75 millones de euros, respectivamente, y ampliado en este último a 325 millones, debido al éxito de demanda.
Este último incluye actuaciones de mejora de la eficiencia energética de edificios e infraestructuras, despliegue de generación renovable o impulso de la movilidad sostenible, mientras que el segundo financia mejoras en la envolvente térmica, utilización de energías renovables en las instalaciones térmicas de calefacción, climatización, refrigeración, ventilación y agua caliente sanitaria, así como de mejora en las instalaciones de iluminación.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia diseñado por el Gobierno y la llegada de los fondos europeos suponen una oportunidad única para dar un impulso a estas ayudas.
Como he mencionado anteriormente, el propio Plan recoge, en su Componente 2, el objetivo de activar en España un sector de la rehabilitación que permita descarbonizar y mejorar la calidad y confort del parque de edificios de nuestro país. Se busca, por tanto, producir un sustancial incremento en el ritmo de renovación del parque, pero también una mejora de la habitabilidad, la accesibilidad, la conservación, la seguridad de utilización y la digitalización de los edificios.
Sin duda, los fondos europeos suponen una oportunidad única para acelerar estos procesos.
"Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son uno de los pilares para la promoción de los nuevos servicios".
Ciertamente, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son uno de los pilares para la promoción de los nuevos servicios, por ejemplo, en el transporte y la movilidad sostenible. Las actuaciones para la mejora de la eficiencia energética en las ciudades se han dirigido a favorecer el cambio modal en la movilidad de personas y mercancías hacia aquellos modos menos consumidores de energía y su integración con los sistemas de regulación y control del alumbrado público.
Complementariamente, se han incluido acciones dirigidas a mejorar la eficiencia del parque de vehículos mediante la renovación de las flotas, en especial las de reparto urbano de última milla, la incorporación progresiva de vehículos eléctricos y otros avances tecnológicos, así como actuaciones encaminadas al uso eficiente de los medios de transporte. A estas medidas hay que sumarles otras de eficiencia energética en la transformación, transporte, distribución y participación en la demanda, que han formado parte de la estrategia integral de eficiencia energética en las ciudades.
Sin duda, y ese es el objetivo, serán ciudades más limpias y respirables, ya que todos los municipios de más de 50.000 habitantes contarán con zonas de bajas emisiones y una mayor apuesta por la movilidad a pie y en bicicleta.
Serán ciudades con una movilidad más electrificada, ya que, en España, el objetivo es tener, al menos, cinco millones de vehículos eléctricos en las calles.
Además, los tejados solares serán un elemento más y totalmente normalizado en el skyline de nuestras ciudades gracias al despliegue del autoconsumo en entornos urbanos.
Entrevista publicada en el número 199 de Equipamiento y Servicios Municipales.
La información más relevante del sector directamente en tu correo.
Suscribirme