Entrevista a Ignacio Lacomba, Jefe del Servicio de Jardinería Sostenible del Ayuntamiento de València
València encara una nueva etapa más verde y sostenible, tras haber redimensionado el servicio de mantenimiento y limpieza de sus zonas verdes, instalaciones y equipamientos, así como del arbolado viario de la ciudad. El crecimiento significativo de las zonas ajardinadas, que abarcan una superficie verde de cerca de tres millones de metros cuadrados, ha hecho imprescindible destinar más recursos económicos, técnicos y de personal.
Así nos lo ha hecho saber en entrevista Ignacio Lacomba, jefe del Servicio de Jardinería Sostenible del Ayuntamiento de València, quien explica también, que la nueva contrata se encuentra alineada con el Plan Verde y de la Biodiversidad de Valencia, aún en elaboración, así como con la distinción de la ciudad como “Capital Verde Europea” en 2024, que supone “no solo un reconocimiento, sino también una responsabilidad”.
En períodos anteriores, no se habían generado los elementos necesarios para hacer frente a la gestión de las nuevas superficies que se iban incorporando a las zonas verdes de la ciudad, en gran parte debido a la crisis económica de 2008-2014, que condicionó los últimos contratos de servicios de mantenimiento de jardines que se habían iniciado en 2005 y 2015 respectivamente. Muchas tareas habían quedado desatendidas o no se habían podido atender con la suficiente periodicidad.
Por tanto, el objetivo primero de esta nueva contrata ha sido recuperar y mejorar esa capacidad de gestión, con un presupuesto más actualizado y adecuado, así como ampliar las propias posibilidades del servicio, con una mejora de la dotación en todos los sentidos, desde los requerimientos salariales de los trabajadores, a la maquinaria y los vehículos, entre otros.
Por otro lado, el contrato pretende incorporar una nueva visión, un nuevo modelo de gestión de infraestructura verde, enfocado en la generación de servicios ambientales desde una óptica de recuperación de las capacidades de los procesos ecosistémicos y de la conectividad entre ellos, de la conservación de la singularidad e idiosincrasia del propio carácter mediterráneo, y de la visión adaptada a las nuevas condiciones que nos impone el cambio climático.
"El nuevo contrato pretende recuperar y mejorar la capacidad de gestión, así como ampliar las propias posibilidades del servicio, con una mejora de la dotación en todos los sentidos"
La jardinería de València se gestiona a través del Departamento de Ecología Urbana, con el Servicio Municipal de Jardinería Sostenible; y también, a través del Organismo Autónomo Municipal (OAM) de Parques, Jardines y Biodiversidad Urbana; y se ha dividido en cuatro lotes: zona norte, zona sur, arbolado viario y parques de la Rambleta y Tarongers. Lleva en marcha desde septiembre de 2022 y está previsto para un período de cuatro años, más dos prorrogables.
Lo más característico es, probablemente, el aumento considerable de la dotación económica, que se traduce en una mejora significativa de los recursos. El presupuesto total anual para esta nueva contrata es de 20 millones, habiendo aumentado un 46% con respecto a de la contrata de 2015, modificado en 2019. El aumento de esta inversión se distribuye entre un incremento del 36,3% para la gestión de espacios ajardinados y un 80% para la gestión del arbolado viario. Haciendo una división por lotes, el nuevo presupuesto incrementa el coste unitario por m2 de jardín de 3,52€/m2 a 5,54€/m2, lo que supone un incremento del 57%; y el presupuesto para la gestión del arbolado viario eleva el gasto a 48€/árbol/año, lo que se traduce en un aumento del 80%.
Casi la totalidad de la población de la ciudad València tiene un espacio verde a menos de 300m de su vivienda y, por lo tanto, era fundamental que gran parte de la dotación económica fuera destinada al mantenimiento y limpieza de estos espacios.
La ciudad de Valencia tiene una superficie de espacios verdes muy amplia, que alcanza los 2.866.401 m2: el 54% de estos se encuentran en la zona norte, el 44% en la zona sur, y el 2% restante corresponden a los parques de la Rambleta y Taronger. En total, esta superficie acoge cerca de 700 jardines y más de 118.000 árboles. Por tanto, para el mantenimiento de la infraestructura verde, se ha establecido también esta propia división en dos lotes específicos, uno para la zona norte (Lote 1) y otro para la zona sur (Lote 2), separadas por el cauce o jardín del Turia, que atraviesa la ciudad por su centro de forma diametral. Sin embargo, la nueva contrata ha incorporado también dos lotes más, que hacen un total de cuatro, y que suponen la gran novedad para la gestión de la jardinería en la ciudad de Valencia.
"El aumento considerable del presupuesto se traduce en una mejora significativa de los recursos"
Por primera vez, se tiene en cuenta la gestión integral del arbolado viario en un lote específico (Lote 3), diferenciándose así del arbolado de jardines, cuya gestión se incluye dentro de los espacios ajardinados. El objetivo de este nuevo lote es ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía, dadas las características específicas de gestión requeridas por esta tipología de infraestructura, que generan mayores conflictos por su interacción con viviendas u otros equipamientos urbanos, y por lo cual merecen una atención especial. En este sentido, algunas de las incorporaciones más relevantes han sido las nuevas maquinarias y equipos de poda y escalada, para arbolado monumental y de gran porte, y para atender a avisos y emergencias.
También cabe destacar último lote (Lote 4), por el que se han reservado dos espacios ajardinados singulares, el parque de La Rambleta y el parque del Campus de Tarongers, que serán gestionados por cuenta de centros especiales de empleo o empresas de inserción social. En estos parques, las acciones de jardinería y mantenimiento correrán a cargo de la Fundación de la Comunidad Valenciana para la Ocupación y la Integración (Fundaempleo).
La oportunidad de mejora de los espacios verdes reside en los propios trabajos de mantenimiento, que habrá de ser proactivo y con objetivos ecosistémicos, por lo que en todas las zonas mencionadas se llevarán a cabo labores de limpieza de espacios ajardinados, riego y mantenimiento de las redes, labores de cultivo, conservación y mantenimiento, etc.
València es ciudad de plazas y parques, y todos ellos están dotados con muy diversos equipamientos que van desde zonas de juego o parques infantiles, con un total de 1.806 elementos de juego situados en 645 parques infantiles; equipamientos biosaludables, con un total de 385 piezas emplazadas en 88 zonas de la ciudad; o espacios de socialización canina, con un total de 45 lugares habilitados que ocupan una extensión de 20.456m2. Estos lugares están dotados con el propio mobiliario para las actividades, así como con fuentes, bancos y otros equipamientos, que necesitan de una atención integral, y para los que la nueva contrata también ha querido destinar buena parte de sus recursos. El nuevo servicio se encargará de la apertura y cierre de parques y jardines, así como de la limpieza, el mantenimiento y la renovación de todos estos elementos inertes: paseos, pavimentos, juegos infantiles y mobiliario, elementos de obra civil, espacios caninos, fuentes…
El aumento presupuestario redunda también en un incremento de la plantilla directa (puestos de trabajo calle), en un 29%. De esta forma, el número total de puestos de trabajo asociados al mantenimiento de la infraestructura verde municipal gestionada por el Servicio de Jardinería Sostenible pasará de los 274 actuales a 353 para la totalidad de los lotes. En estas nuevas contrataciones, se prevé una presencia de al menos un 50% de mujeres.
Entre otras mejoras relevantes en el ámbito de lo social, cabe destacar que se contratarán a profesionales con formación reglada y se trabajará en la formación permanente de los mismos, así como en su motivación y evaluación del rendimiento.
En primer lugar, se ha realizado una fuerte apuesta por la sostenibilidad en cuanto a los medios materiales destinados a la gestión del servicio de parques y jardines. Se ha exigido como requerimiento que la totalidad de los vehículos de nueva adscripción dispongan de etiqueta ECO y que el 50% de la maquinaria de jardinería sea eléctrica, lo que se traduce en que de los 174 vehículos y 372 maquinarias de los que disponemos para el total de los lotes, más de un 75% cuentan con esta etiqueta verde, lo que supone un gran impulso para la descarbonización. Asimismo se prevé también una reducción del nivel del ruido asociado a las labores de mantenimiento.
Además, se realizará una gestión más sostenible en el tratamiento de la vegetación y la flora, incorporando este criterio a la totalidad de los servicios previstos, con acciones que van desde la reutilización de restos vegetales para reincorporarlos en el ciclo biológico de los jardines; los tratamientos biológicos y fitosanitarios frente a las plagas, que rehúsan de herbicidas y plaguicidas de síntesis química; el control mecánico de vegetación adventicia; la siembra de vegetación nativa, o la protección y el respeto a las épocas de nidificación de pájaros a la hora de planificar los trabajos de poda del arbolado.
Por último, en cuanto a la gestión del agua, se están realizando importantes esfuerzos para la actualización y dimensionado de los planes de riego, para minorar el agua utilizada y mejorar la red de riego, con el objetivo de optimizar la eficiencia en el consumo. No obstante, la ciudad de Valencia tiene una ventaja o peculiaridad que es que cuenta con un acuífero superficial, que se mantiene en plena forma. Esto permite que, junto a la red de alta presión de agua de boca o potable, exista otra red de baja presión para baldeo, limpieza y jardinería, que hacen que la ciudad abastezca sus espacios verdes con un agua que no va en detrimento de la que se utiliza para el consumo.
"Lo que pueda cambiar la jardinería y la infraestructura verde de una ciudad es la gestión cotidiana"
La tecnología juega un papel muy relevante en toda modernización. En el caso del nuevo servicio, ha sido fundamental en lo que respecta a los propios vehículos y maquinaria, que se emplean en el tratamiento y la limpieza; y que en su mayoría se autoalimentan con fuentes fotovoltaicas.
También se percibe el impacto positivo de la tecnología en la informatización de la gestión. Tenemos bases de datos, fichas para cada uno de nuestros parques y de nuestros árboles… lo que nos permite conocer, en tiempo real, cómo está funcionando la gestión, qué superficie hemos atendido, y por tanto, ser un poco más adaptativos y más ágiles para dar respuesta a las necesidades que van surgiendo.
Lo que puede cambiar la jardinería y la infraestructura verde de una ciudad es la gestión cotidiana. Por esto es importante que esta visión y este mensaje sean compartidos por todos los actores implicados en la gestión, desde el primero hasta el último. Para ello se necesita transmitir e imprimir los valores en la gestión diaria, algo para lo que son fundamentales la empatía o el trabajo en equipo.
La ciudadanía, muchas veces, no entiende bien o no sabe interpretar el por qué se hacen las cosas. Por este motivo, la nueva contrata también realiza un importante esfuerzo en las labores de comunicación, para que la gente conozca y sepa, cuál es el objetivo global de la infraestructura verde, y entienda que se trata, no solo de una función meramente estética, sino también para la mejora de la calidad de vida de las personas, siendo este el “late motiv” de todo nuestro trabajo.
Además, pretendemos hacerles partícipes y protagonistas del esta gestión, que sepan que también está en su mano y cómo pueden participar. Por ello nos preocupamos por saber cuáles son sus preocupaciones y requerimientos y tratamos, no solo de atenderlas, sino también de darles feedback. A través de llamada telefónica, internet o una app propia, pueden registrar sus incidencias.
Por último, cabe reseñar que cualquier proyecto que se diseña en la ciudad de Valencia, o cualquier zona en la que se trabaja, parte de un proceso participativo, por el que hablamos con las asociaciones vecinales del barrio que corresponda, para recoger también sus necesidades. En este momento, por ejemplo, se están realizando numerosas reuniones con los vecinos de todos los barrios para informarles de la nueva contrata.
Esperamos que el cambio sea muy positivo. El aumento de la dotación y los medios, así como el esfuerzo por dar respuesta a unas necesidades de gestión actualizadas y de una forma más ágil, tendrá que verse reflejado en los resultados. La ciudadanía podrá ver en un muy corto plazo cómo se ponen “a punto” aquellos espacios que más lo necesitaban y cómo van resolviéndose todas esas situaciones y cuestiones, pendientes hasta ahora.
"La infraestructura verde de la ciudad de València es llamativa por sus cifras, su extensión, sus valiosos enclaves y, sobre todo, su buena gestión"
La Comisión Europea ha señalado a la ciudad de València como modelo en cuanto a sostenibilidad urbana. Esta galardón es muy importante puesto que da reconocimiento a todos los esfuerzos que han venido haciéndose en esta materia. Uno de los aspectos más valorados para la obtención de la capitalidad verde ha sido, por supuesto, la infraestructura verde: llamativa por sus cifras, por su extensión, por sus valiosos enclaves, y sobre todo, por su buena gestión. Se ha tenido en cuenta también la amplia contribución a la biodiversidad y la recuperación y conservación de los ecosistemas.
Por otro lado, los desarrollos en materia de espacio público, pacificación y peatonalización han sido también ejes clave para la obtención del reconocimiento. Valencia tiene una amplia extensión paseable, de plazas, carriles bici, y cuenta con una red de transporte cada vez más sostenible. Por último, ha sido reconocida la propia gobernanza, por poner a las personas en el centro de la gestión, haciendo trabajar “codo con codo” a todos los sectores.
"La Capitalidad Verde Europea no es solo un reconocimiento, también es una gran responsabilidad"
Para nosotros, la Capitalidad Verde Europea no es solo un reconocimiento, sino también una gran responsabilidad. Esto no quiere decir que nuestra ciudad sea perfecta, es más, sabemos que existe un gran margen de mejora, pero sí significa que estamos en el buen camino, que nuestro sendero es el adecuado y el que deberían seguir otras ciudades europeas para hacer frente a las nuevas situaciones y nuevas crisis que puedan venir.
Por tanto, el gran reto es preservar estas cualidades, mantener esta visión de ciudad e incorporarla a la gestión, tal y como refleja la nueva contrata; para ello, la única vía es que todos los sectores se involucren y se generen alianzas, pues la capitalidad verde no es algo de gobiernos, sino de ciudad. Pretendemos que toda la ciudadanía participe, apoye y se enorgullezca de pertenecer a nuestra ciudad.
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