Entrevistamos a José Luis Hernández Navarro, gerente de la UTE Logroño Limpio
A través de este Especial Héroes Urbanos damos a conocer, de la mano de diferentes responsables de los servicios urbanos como limpieza viaria y recogida de residuos, las medidas y actuaciones que se están llevando a cabo en algunas de las principales ciudades contra la COVID-19. También ahondaremos en las cuestiones más relevantes de la gestión de este tipo de crisis.
En esta ocasión hablamos con José Luis Hernández Navarro, gerente de la UTE Logroño Limpio, encargada de la gestión en la ciudad de Logroño.
Aproximadamente damos servicio a unos 150.000 habitantes actualmente.
La ciudad es un entorno compacto y con la excepción del Cortijo, no existe una división clara de barrios. A efectos de trabajos de recogida se cuenta con siete sectores y a efectos de limpieza con unos 55.
Logroño tiene muchas ventajas, tiene un tamaño que la “humaniza”, con desplazamientos rápidos, distancias razonables… Cuenta con un importante sector hostelero, una climatología suave y unas comunicaciones razonablemente buenas. Evidentemente, vivimos tiempos en los que esta comodidad atraviesa momentos de adaptación a las circunstancias del COVID-19.
Los retos principales pasan por la adaptación continua a las nuevas circunstancias de movilidad, generación de residuos, comunicación con la población y generación de valor en la percepción del servicio de limpieza por parte de los ciudadanos. No obstante se cuenta con una capacidad notable de adaptación, tal y como se ha demostrado desde la imposición del estado de alarma en el país y la readaptación de los puestos de trabajo de la UTE Logroño Limpio a las nuevas demandas de servicio.
Como UTE Logroño Limpio desde el 2005.
El equipo humano ordinario lo conforman unas 220 personas. Los medios materiales son una flota de recolectores y maquinaria de limpieza de todo tipo hasta un total de 59 unidades.
La plantilla de la UTE Logroño Limpio se mantiene sin cambios desde la aparición del COVID-19. No obstante, muchos de los trabajos habituales de limpieza y recogida se han reconvertido a la desinfección de las calles y entornos urbanos. Así, puntos limpios móviles, la limpieza del parque periurbano de La Grajera, limpieza de chicles y juegos infantiles, así como la recogida de papel y cartón puerta a puerta modifican su actividad y se enfocan a la desinfección de puntos sensibles.
En primer lugar se ha incrementado las limpiezas mediante agua frente a las tradicionales en seco. Se ha incorporado al agua de los hidrolimpiadores y baldeadoras un desinfectante de base cloro. Se ha creado una cuadrilla de mochilas de aplicación de desinfectantes a pié.
La recogida de residuos no ha sufrido variación. En limpieza, los más usados son Cisternas de baldeo, baldeadoras de aceras, hidrolimpiadores y mochilas de aplicación.
La visión de la eficacia de las medidas es difícil de medir en nuestro caso. El efecto residual de los desinfectantes aplicados mitigan la propagación que pudiera provocarse en los puntos donde se actúa tales como entradas de hospitales, centros de salud, supermercados y tiendas de alimentación, estancos, residencias de ancianos y contenedores. Tampoco es desdeñable, en unos días en los que todos vivimos en la ventana y en el balcón, la eficacia “social” que transmite a los ciudadanos que vean a los operarios aplicar los desinfectantes por la vía pública y a la salida de los comercios, centros de salud, etc.
En un escenario en el que vemos que la legislación y las recomendaciones ministeriales cambian a cada minuto es arriesgado hacer una apuesta. En la UTE Logroño Limpio estamos haciendo el esfuerzo de que el operativo planteado sea viable en el tiempo. Por todo ello, estaremos preparados para estar todo el tiempo que haga falta y desearemos estar el menor posible.
Cuando esta experiencia, en la que todos somos “primerizos”, finalice haremos un análisis de las fortalezas y las debilidades mostradas en el proceso. Es nuestro deseo recuperar la normalidad lo antes posible y seguro que lo conseguiremos, pero como de todas las experiencias de la vida, aprenderemos todo lo que podamos.
Pues, como todo el mundo, en las recomendaciones del ministerio de sanidad en lo referente a los productos y dosificaciones a aplicar. Para la ejecución de los servicios en nuestra experiencia en la ciudad y las directrices y necesidades fijadas desde el consistorio de Logroño.
En primer lugar decir que nosotros somos trabajadores al servicio de los ciudadanos. Si echas un vistazo a los trabajadores de la medicina y de la atención a los mayores, es imposible que podamos equipararnos con ellos, que son los auténticos héroes. Evidentemente, estamos muy orgullosos de poder aportar nuestro granito de arena a frenar la propagación de la COVID-19 y de los mensajes de apoyo de la ciudadanía.
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