Urbanismo

Las fuentes de agua ornamentales han dejado de ser privilegio para palacios o residencias estatales. Hoy es posible embellecer distintos ámbitos públicos y privados con este tipo de estructuras. 

¿Cuáles son los ámbitos en los que instalar fuentes de agua ornamentales?

Las fuentes de agua ornamentales pueden embellecer distintos espacios, y hacerlo con un consumo de agua optimizado.

Hemos de tener en cuenta un aspecto: para cada tipo de espacio hay una solución ideal. No es lo mismo un espacio público que uno privado, porque las prioridades pueden ser diferentes. De la misma manera, tenemos que considerar el espacio total del que se dispone para la construcción, así como el efecto que se quiere conseguir. Y, finalmente, dentro de los espacios públicos también se debe indicar que no es lo mismo un jardín que un paseo marítimo o un edificio administrativo.

En consecuencia, estos son algunos de los espacios en los que las fuentes ornamentales se pueden instalar sin problemas:

Edificios públicos

Los edificios públicos, tanto en la entrada como en el interior, se pueden embellecer con fuentes de agua. No es necesario que estas sean muy grandes, solo que exista el suficiente espacio para instalarlas y condiciones. Podemos hablar de administraciones públicas, pero, también, de estaciones de tren o de autobús, museos o palacios de exposiciones, donde las cortinas de agua pueden funcionar. 

Si la idea es embellecer el exterior, las fuentes monumentales o transitables son dos alternativas interesantes. Cuando se pone el foco en el interior, las cortinas de agua o los espejos suelen rendir bien. 

Parques y jardines

El agua en parques y jardines, además de aportar bienestar, sirve para reducir la temperatura. Se pueden colocar fuentes ornamentales, pero hay otras alternativas como los espejos de agua, cortinas de agua o las fuentes artísticas. En función de las características y del tamaño del parque, se puede elegir una u otra opción.

Los casos de fuentes en parques y jardines son innumerables. Pero dos ejemplos paradigmáticos son los Jardines del Triunfo en Granada con fuentes artísticas y bailarinas y el Parque Municipal de Mataró. En entornos distintos, se dan soluciones adaptadas a las necesidades de cada uno de ellos. 

Plazas públicas

Las fuentes monumentales en plazas son un clásico: la Fontana di Trevi (siglo XVIII) es uno de los principales reclamos turísticos de Roma y nos las encontramos en varias ciudades, como en Barcelona con la Font Màgica. Ahora bien, esta estructura también se puede construir a escala minimalista para plazas de localidades más pequeñas, como sucede en la Plaza de España de Melilla o en la Plaza de San Marcos de Lugo. 

Añadamos el hecho de que hoy se pueden introducir efectos visuales y sonoros especiales, ya sea a determinadas horas o de forma puntual. Esto puede realzar el entorno o jugar con el efecto de los edificios colindantes.

Calles y avenidas

Las calles y avenidas también pueden contar con fuentes sin que eso suponga grandes problemas en la organización de los espacios. Un ejemplo lo tenemos en las fuentes transitables, que no tienen por qué modificar la trama urbana y embellecen el espacio. 

Las fuentes de suelo tienen la ventaja de que el impacto en el entorno es reducido, porque la construcción y canalización se ha hecho en el interior previamente. Esta es una tendencia que se va asentando poco a poco, y no solo en grandes ciudades: en Santa María del Páramo (León) se han instalado con éxito.  

Otra posibilidad es la de instalar fuentes en los paseos marítimos de las poblaciones. El caso de Salou y su fuente luminosa es paradigmático. 

Centros comerciales

Los centros comerciales son espacios en los que añadir una fuente de agua ornamental puede ser una buena opción, tanto por cuestiones estéticas como por generar una sensación de bienestar (no olvidemos que algunos espacios son abiertos). Aquí las fórmulas que existen son múltiples, dependiendo de las características de cada lugar. 

En el centro comercial La Maquinista de Barcelona, OTB realizó una actuación instalando cortinas de agua e hilo musical. De esta forma, aprovechaba el entorno y lo hacía más agradable. Además de modernidad, se conseguía la humanización del espacio, un objetivo esencial. 

Hoteles

Los hoteles son otro de los espacios privados en los que una fuente de agua ornamental suele funcionar. Da un toque de distinción o monumentalidad, en función del estilo y del target al que se dirija la empresa. 

Parques de atracciones

Los parques de atracciones utilizan, muchas veces, atracciones de agua. Pero, también, se pueden instalar fuentes de agua ornamentales de forma estratégica. De hecho, es una buena opción si se quiere potenciar alguna característica del parque, porque se pueden construir a medida y con los motivos temáticos deseados.

Algunos ejemplos prácticos de esto son las fuentes artísticas con efectos especiales del parque temático Terra Mítica; cada una de ellas tiene un diseño diferente, porque responde a distintas finalidades: fuente de la tierra, fuente del viento y fuente de la gravedad. También hay una fuente luminosa con cascada en el Parque de Atracciones de Madrid. 

Edificios de grandes empresas

Los edificios de las grandes empresas también incluyen elementos ornamentales. Y, como contraste de la piedra o de materiales ásperos, las fuentes contribuyen al embellecimiento del conjunto. 

El formato de fuentes puede ser variado. En Barcelona, tenemos el caso del edificio Gas Natural (actual Naturgy) que ya es parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad.  

Otros espacios para instalar fuentes de agua ornamentales

Finalmente, tenemos que hacer referencia a dos tipos de espacios adicionales. Por un lado, los monumentos, porque una fuente de agua puede realzarlos, como sucede con la del monumento a Salvador Dalí en Figueres. Otro espacio es el de los puertos deportivos, donde una fuente ornamental, si está integrada en la trama de las instalaciones, puede hacer más amable el entorno.

Instalar fuentes de agua ornamentales para el embellecimiento de espacios es una opción interesante, siempre que se haga con profesionales como los de OTB que puedan gestionar todo el proyecto, desde el diseño hasta el mantenimiento, pasando por la instalación.