La incorporación de nuevas zonas verdes y el aumento de la cobertura vegetal de la ciudad como objetivo prioritario tiene que ir acompañada necesariamente de una gestión sostenible del servicio de mantenimiento
El Ayuntamiento de Huelva en su apuesta global por ‘una ciudad verde’ está centrado en el incremento de espacios ajardinados que actúen de pulmones naturales para combatir la contaminación, fomentar el ejercicio y la vida al aire libre. Junto a ello, se hace imprescindible avanzar en la gestión sostenible, mediante una utilización racional y eficiente de los recursos naturales, minimizando los costes de mantenimiento, tanto a nivel económico como ambiental.
En este contexto, la concejala de Infraestructura y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Huelva, Mariló Ponce, ha asegurado que “la incorporación de nuevas zonas verdes y el aumento de la cobertura vegetal de la ciudad como objetivo prioritario tiene que ir acompañada necesariamente de una gestión sostenible del servicio de mantenimiento”.
Se trata, ha dicho de “cuidar nuestro patrimonio verde, potenciando la sostenibilidad mediante actuaciones punteras en el ámbito medioambiental dentro de un plan de mantenimiento integral de las zonas verdes”.
De esta forma, junto al uso eficiente del agua de riego, el Ayuntamiento de Huelva está apostando por sustituir las praderas de césped por coberturas vegetales procedentes de podas que minimizan el consumo y mejoran la calidad del suelo. El denominado ‘mulching’ es el proceso de aplicar materia vegetal u otro material triturado como una capa suelta sobre el suelo, consiguiendo proteger el suelo, devolviéndole nutrientes a medida que se descompone y optimizando el riego, ya que ayuda a retener la humedad, evita la aparición de hierbas y en general protege el suelo. Para ello, el Ayuntamiento está utilizando los residuos procedentes de podas, tras su triturado como acolchado de cobertura de arbolado para la reducción de superficies de praderas de césped.
Además, se han implantado nuevos protocolos de poda, para la reducción de las actuaciones sistemáticas sobre el arbolado urbano, apostando por intervenciones mínimas, garantizando el mantenimiento de la estructura del árbol potenciando sus valores ecosistémicos y con ello el confort térmico, la calidad del aire, la retención de partículas contaminantes, absorción de CO2, fomento de la biodiversidad, etc.
En cuanto al cuidado de la arboleda, el Ayuntamiento de Huelva ha puesto en marcha un plan gestor del arbolado de riesgo, con un mapa de localización, evaluaciones exhaustivas en ejemplares vulnerable y zonas sensibles, desarrollando actuaciones preventivas y correctivas con instrumentos de precisión y asesoramiento técnico especializado. Asimismo, se apuesta por la lucha biológica frente a plagas y enfermedades, mediante endoterapia, para la reducción de pulverizaciones y el uso de productos químicos.
Por otro lado, también se aplican soluciones sostenibles en toda la pequeña maquinaria de jardinería, motosierras, sopladora o cortasetos y en la flota de vehículos, para la reducción de la huella de carbono del servicio.
Respecto al uso eficiente del agua de riego de zonas verdes, se han ampliado y mejorado los sistemas de riego automático para mantenimiento de la vegetación, mediante la automatización en el 95% de las zonas verdes y la telegestión en el 60% de las mismas. De esta forma, se ha conseguido una importante reducción de riegos manuales a manguera. Con estas medidas, apunta Mariló Ponce “ya hemos conseguido un ahorro de agua que roza el 15%, aunque el objetivo es culminar este año los trabajos que tenemos en marcha para posicionarnos como referentes a nivel nacional en el consumo eficiente de los recursos hídricos para el mantenimiento de los jardines públicos”.
Para ello se ha instalado en la ciudad una potente estación meteorológica, sensores de temperatura, humedad, radiación, viento (anemómetro) o pluviometría, antenas de repetición para dar mayor cobertura a los sensores y caudalímetros para la detección de averías de riego, entre otra tecnología y actualmente se trabaja en la aplicación informática para conectar todo el sistema, lo que permitirá ajustar mucho más los consumos de agua, programando los riegos de manera automática en función de las previsiones meteorológicas. Se trata de una estación con cálculo de ETPo, de tal manera que reajusta los riegos de cada uno de los programadores, por lo que cuando esté listo el software permitirá de manera automática planificar el riego en función de la climatología, adaptándolo mediante cálculos de necesidades hídricas reales del suelo para la reducción de las frecuencias, tiempos y periodos de riego.
Por último, también es destacable el uso de telegestión de electroválvulas y contadores para la detección de averías y fugas.
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