Medio Ambiente

La recogida separada de alta calidad y cantidad de los residuos, la optimización de toda la infraestructura del servicio y la identificación de las aportaciones para poder aplicar una nueva fiscalidad más justa para la ciudadanía son algunos de los retos que afronta el sector de la gestión de los residuos. Y en este ámbito, la innovación y la tecnología desempeñan un papel determinante.

Desde sus inicios, ID·WASTE se ha especializado en el desarrollo de soluciones tecnológicas avanzadas y de alta eficiencia, permitiendo que empresas y entidades públicas cuenten con las mejores herramientas para realizar una gestión óptima de los sistemas de recogida de residuos con identificación.

ID·BOX

Uno de sus productos destacados es la ID·BOX. Se trata de un buzón comunitario para residuos, diseñado y fabricado en Barcelona. Está pensado como complemento de soporte a cualquier modelo de recogida de residuos con identificación y ha sido creado para ofrecer soluciones en lugares de alta densidad poblacional que no disponen de suficiente espacio para que los habitantes puedan depositar los residuos en contendedores propios o de la comunidad de vecinos. Puede servir también como sistema de recogida para todas las fracciones en centros históricos, áreas de emergencia o áreas cerradas con contenedores. Además, su uso es adaptable a otras fracciones, como el textil sanitario o los aceites domiciliarios.

El funcionamiento de la ID·BOX

El mecanismo de apertura de la ID·BOX es muy sencillo y de fácil acceso, tanto para los operarios del servicio como para toda la ciudadanía: el usuario se identifica con una llave contactless en la zona de lectura señalizada, con lo cual se permite la apertura del contenedor a los usuarios autorizados, ya sea mediante un asa en la tapa superior o con un pedal situado en la parte inferior, evitando así cualquier contacto con las manos.

Con respecto a los operarios del servicio de recogida, con una llave triangular pueden abrir la puerta frontal para vaciar y limpiar el contenedor interno, teniendo en cuenta que el interior de la ID·BOX tiene capacidad para un contenedor de dos ruedas de 240 o 360 litros y carga posterior.

Actualmente, Barcelona cuenta con 90 ID·BOX ubicadas en los barrios de Sant Andreu de Palomar y Sarrià. Además, hay más de un centenar de ID·BOX, para las fracciones de la orgánica y del textil sanitario, distribuidas en los municipios de Ripollet, Cardedeu, Manlleu y Lleida.

ID·SOFT, software propio para recogida y monitorización de datos

ID·WASTE ha desarrollado un entorno de software y suite de apps, con equipo de desarrollo propio, para la recogida y monitorización de datos del servicio, que se conectan con la plataforma de gestión y visualización ID·SOFT. Este entorno permite construir una única base de datos sólida y operativa con la que se pueden identificar las aportaciones de cada vivienda o comercio de forma individualizada. Asimismo, permite gestionar a partir de varios módulos los elementos clave del sistema, como la flota de vehículos y las rutas, los sensores de llenado y pesaje, el estado de los dispositivos, las incidencias o la fiscalidad variable asociada a la participación por fracciones de residuos, entre otros.

Las posibilidades de esta suite de apps van más allá de la estricta operativa del servicio. W·CITY es una app ciudadana, con más de 200.000 usuarios activos, implantada en ciudades de la envergadura de Barcelona o Lleida y en comarcas como el Gironès. Está diseñada para fomentar la corresponsabilidad, poner al alcance de los usuarios las diferentes funcionalidades y aumentar la participación a través de la consulta de la facturación. Además, permite la tramitación de incidencias, la comunicación de avisos bidireccionalmente y el análisis y seguimiento de la participación por parte de la Administración, entre otros. El compromiso de ID·WASTE con la innovación también se extiende a la gestión de los puntos limpios con la app W·STATION, que, integrada con la plataforma de gestión ID·SOFT, permite con la mínima inversión gestionar la entrada y salida de residuos y crear un mercado de segunda mano y revalorización de los objetos que contribuye claramente a la economía circular en los entornos urbanos.