¿Qué hace que una ciudad sea más resiliente? En un mundo que se enfrenta al doble desafío del aumento de la urbanización y el cambio climático, es primordial repensar las ciudades para que puedan enfrentarse a las presiones del presente y el futuro.
De acuerdo al último informe del Panel Internacional de Recursos, el futuro de nuestras ciudades dependerá de su nivel de eficiencia en el uso de los recursos y de cómo dichas ciudades se planifican, conectan y gobiernan.
El informe El peso de las ciudades: los recursos que exige la futura urbanización, se dio a conocer en el Noveno Foro Mundial sobre Resiliencia Urbana y Adaptación, en Bonn, Alemania. (Un resumen para los responsables de la formulación de políticas se publicó en febrero).
El informe exige cambios sustanciales en la forma, la gobernanza y el diseño de las ciudades, cada uno de los cuales requiere volver a pensar en cómo se crean y desarrollan las ciudades y, en algunos casos, en reemplazar las prácticas sociales, económicas y políticas.
“Debemos repensar la forma en la que urbanizamos” aseguró Maarten Hajer, coautor principal del informe y profesor distinguido sobre el futuro de las ciudades en la Universidad de Utrecht, Países Bajos. "Las redes de ciudades son una gran oportunidad para que los gobiernos colaboren y aprendan unos de otros. Nuestro informe muestra cómo podemos lograr una forma urbana que sea social y ecológicamente sostenible. Sin embargo, el desafío es enorme".
Según ICLEI, la red global de más de 1.500 ciudades, pueblos y regiones comprometidas con la construcción de un futuro sostenible, y organizadora del Foro Global, una ciudad resiliente se define como una que "está preparada para absorber y recuperarse de cualquier impacto o estrés mientras mantiene sus funciones, estructuras e identidad esenciales, así como para adaptarse y prosperar frente a un cambio continuo". Desarrollar la resiliencia, especifica la red, requiere identificar y evaluar los riesgos, reducir la vulnerabilidad, prepararse para emergencias y aumentar las capacidades de las ciudades para adaptarse al cambio.
El informe del Panel respalda la resiliencia alentando a las ciudades a hacer un uso óptimo de sus recursos, a fin de evitar los riesgos asociados con la imposición de cargas insostenibles a la agricultura, la energía, la industria y el transporte.
El informe recomienda:
En los próximos 30 años, 2.4 mil millones de personas son susceptibles a trasladarse a zonas urbanas, lo que supondría que la proporción de la población mundial que vive en las ciudades en el 2050 aumentaría a 66%.
Se espera que la cantidad anual de los recursos naturales utilizados en las áreas urbanas crezca de 40 mil millones de toneladas en 2010 a 90 mil millones de toneladas en 2050, un incremento de 125% si no se llevan a cabo cambios en las formas cómo las ciudades están construidas y diseñadas.
El informe exige una nueva estrategia que permita satisfacer las necesidades de urbanización del siglo XXI, e incluye recomendaciones que podrían resultar en ciudades con bajas emisiones de carbono, eficientes en la utilización de los recursos y socialmente justas, ciudades en las cuales las personas pueden vivir una vida sana.
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