Medio Ambiente

El proyecto Interreg Sudoe Nanosat-AQM, en el que ha participado el AMB, ha medido la calidad del aire en varios municipios metropolitanos gracias a la implantación de nanosensores portátiles en voluntarios que se desplazan en bicicleta y a pie.

El uso futuro de este tipo de tecnología permitirá medir la calidad del aire en tiempo real, en una variedad de entornos mucho mayor ya un coste mucho menor que los sistemas convencionales.

Las pruebas han demostrado que el aire de la metrópolis supera puntualmente los límites legales de contaminantes. Las encuestas realizadas en paralelo dentro del proyecto corroboran que hay que dotar a la ciudadana de más conocimiento con respecto a su propio impacto sobre la calidad del aire.

La tecnología para monitorizar la calidad del aire tiene un coste económico elevado, y este hecho dificulta a menudo la posibilidad de disponer de datos significativos, fiables y en tiempo real. Actualmente, las administraciones disponen de redes de estaciones de medición que, aunque proporcionan unos resultados precisos del punto donde están situadas, no abarcan todo el territorio.

El proyecto Nanosat-AQM, Financiado por la Unión Europea y en el que ha participado el AMB junto con una decena más de socios , y que ya ha finalizado la fase de pruebas piloto, ha permitido utilizar nanosensores de bajo coste para medir la calidad del aire de la metrópolis, de manera alineada con los esfuerzos de el AMB para detectar los puntos del territorio más afectados por la contaminación atmosférica y aplicar soluciones para reducirla.

Nuevas tecnologías de medida de la calidad del aire

El proyecto Nanosat-AQM ha proporcionado a las empresas y las administraciones de la zona sur de Europa nanosensores para las pruebas piloto. En el caso de el AMB, gracias al tamaño muy reducida de los sensores ya su autonomía,se han instalado ocho en bicicletas que los trabajadores municipales de algunos ayuntamientos metropolitanos utilizan habitualmente como medio de transporte para ir al trabajo (desplazamientos in itinere). Además, también se ha hecho uso de los llamados sensores persona: un total de 10 aparatos que se han colocado en dispositivos móviles del personal que realiza tareas de mantenimiento municipal.

Los municipios que han participado en las tres pruebas piloto, entre los meses de febrero y mayo de 2021, han sido Sant Cugat del Vallès, L'Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià de Besòs.

El papel de el AMB en este proyecto ha sido la coordinación con los municipios metropolitanos, así como la gestión de los sensores: ha hecho las formaciones necesarias a los voluntarios y ha resuelto las incidencias que han surgido en todo el proceso.

Del mismo modo, la AMB también se ha encargado de obtener y recopilar datos de presencia de los principales contaminantes atmosféricos que afectan al territorio metropolitano (CO, NOx, NO ₂ , O ₃ , PM ₁₀ y PM _2,5 ) y de analizar estos datos para diseñar actuaciones para mejorar la calidad del aire.

Presencia de contaminantes en el aire de la metrópolis

Con respecto a los datos obtenidos con los sensores de los voluntarios que se han desplazado a pie y en bicicleta en los tres municipios participantes (Sant Cugat del Vallés, Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià del Besòs), se han observado concentraciones de NO ₂ , PM _2,5 y PM ₁₀ puntualmente por encima de los límites legales establecidos.

En el caso de Sant Cugat, estos valores son más elevados, ya que las mediciones se empezaron a tomar coincidiendo con un episodio de contaminación por PM10 activado por la Generalidad de Cataluña y el AMB debido a una intrusión de polvo sahariano.

En los tres municipios se han detectado algunas zonas con valores elevados en cuanto a las PM ₁₀, Coincidiendo con áreas donde se están haciendo obras o hay solares con tierras en movimiento. Este hecho confirma la efectividad de las medidas que promueve el AMB durante los episodios de contaminación, en la que se detienen las obras y cualquier actividad que genere polvo.

En cuanto al NO _2, contaminante que proviene de los vehículos y que, por tanto, depende mucho de los patrones de movilidad, en los tres municipios ha habido alguna superación puntual, en el entorno de las infraestructuras viarias con más densidad de circulación, o calles estrechas con edificios a ambos lados.

Para poner freno a esta tendencia, el AMB está apoyando a varios municipios metropolitanos para la implantación de zonas de bajas emisiones (ZBE) de alcance local.Estas zonas, combinadas con la acción de la ZBE Rondas de Barcelona, ayudarán a disminuir las emisiones provenientes de la movilidad.

Sant Cugat del Vallès ya activó, con el apoyo de el AMB, la primera de estas ZBE locales metropolitanas el pasado 1 de mayo.

Un conjunto de datos con valor estratégico

La naturaleza del proyecto ha permitido recoger un conjunto de datos mucho más variado que el que se obtiene de las estaciones fijas, ya que los nanosensores han sido siempre en movimiento, lo que ha permitido conocer la calidad de el aire en diferentes emplazamientos, como espacios naturales, agrícolas, industriales o zonas urbanas.Los datos obtenidos se han integrado en una plataforma creada expresamente por varias universidades portuguesas que también participan en este proyecto europeo y servirán, entre otras cosas, para poder planificar acciones y futuros proyectos de lucha contra la contaminación atmosférica: peatonalización de calles, zonas de bajas emisiones, fomento de los desplazamientos a pie o en bicicleta, promoción del vehículo eléctrico, puntos de recarga y campañas de sensibilización y educación dirigidas a la ciudadanía.

Concienciación ciudadana

En paralelo a la obtención de los datos a través de los nanosensores, el AMB ha recogido, a través de encuestas, el conocimiento de la ciudadanía sobre la calidad del aire, y ha informado de los medios disponibles.

De las casi 200 personas encuestadas, el 93% de residen en municipios metropolitanos, principalmente en L'Hospitalet de Llobregat ( 42% ). El segundo grupo más numeroso es de Barcelona ( 23% ), y Sant Cugat del Vallès ( 11% ) es el tercero. El 24% restante se distribuye en 21 municipios.

La mayoría de las personas encuestadas ( 28%) afirman ser usuarias de una combinación de modos de transporte. De los que utilizan un solo modo de transporte, predominan el coche / moto (27% ), seguido del transporte público ( 21% ) y a pie ( 13% ).

El 35% de los hombres encuestados utiliza el coche o la motocicleta como principal medio de transporte; en el caso de las mujeres sólo es del 22%.

Los resultados de la encuesta demuestran que hay que reforzar la pedagogía en algunos aspectos relacionados con la calidad del aire, como la distinción entre emisión (salida de compuestos contaminantes a la atmósfera, provenientes de cualquier foco) e inmisión (concentración de contaminantes que puede afectar a personas, animales, vegetación o materiales), ya que el 63% de las personas consultadas desconoce esta diferencia.

El 50% de las personas encuestadas no son capaces de mencionar algunos de los contaminantes presentes en el aire que afectan a la población.

Por todo ello, es recomendable continuar desarrollando recursos de comunicación y pedagógicos para acercar los conceptos técnicos sobre la calidad del aire a la población en general y buscar los canales comunicativos para hacer conocer a la ciudadanía los diferentes contenidos existentes que dan información respecto de la calidad del aire, así como otros aspectos ambientales.

MÁS PEDAGOGÍA

En los tres municipios mencionados se han instalado unos paneles interactivos, desarrollados por Aiguasol, cooperativa socia del proyecto Nanosat-AQM, con información sobre la prueba piloto que se ha llevado a cabo en el marco del proyecto , así como recomendaciones a la ciudadanía y buenas prácticas para mejorar la calidad del aire.

Paralelamente, el AMB, por medio de su programa de Compartimos un Futuro , pone a disposición de la ciudadanía actividades y recursos para aumentar el conocimiento sobre los principales problemas relacionados con la emergencia climática. Este ciclo propone actividades dirigidas tanto al público escolar como familiar y adulto, y es uno de los ejes estratégicos del Plan clima y energía 2030 de el AMB.