El proyecto, que será aprobado en Junta de Gobierno, tiene un presupuesto base de licitación de 69 millones de euros y un plazo de ejecución de 20 meses
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto con la vicealcaldesa, Begoña Villacís: la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, y los concejales de Arganzuela, Cayetana Hernández de la Riva, y de Carabanchel, Álvaro González, ha presentado el proyecto de cubrición de la M-30 a su paso por el antiguo estadio Vicente Calderón. Esta infraestructura permitirá culminar el parque Madrid Río, completando la continuidad ambiental, peatonal y paisajística de uno de los proyectos de transformación urbana más importantes de la ciudad en este siglo.
Las obras, que comenzarán en la segunda mitad de este año, supondrán la construcción de una estructura de 620 metros de longitud y 40 metros de anchura, lo que conllevará la mejora de la seguridad de la vía y de la calidad del aire de la zona. El proyecto será aprobado en Junta de Gobierno, una vez recibida la preceptiva autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo y contará con un presupuesto base de licitación de 69 millones de euros y un plazo de ejecución de 20 meses.
Durante su intervención, Almeida ha puesto en valor “este extraordinario proyecto que nos permite culminar la operación de transformación urbana más importante en este siglo en cualquier capital europea como fue el soterramiento de la M-30”. Una operación que “ejemplifica” que desde el Ayuntamiento de Madrid se sigue trabajando a pesar de las dificultades actuales como consecuencia de la pandemia. “No renunciamos a la ambición de un Madrid futuro”, ha manifestado el alcalde, que ha explicado que este proyecto combina dos premisas importantes, por un lado “la sostenibilidad y, por tanto, la adecuación a los estándares que cualquier ciudad del siglo XXI debe tener” y por otro, la preservación de la calidad de vida de los vecinos.
La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, ha mostrado su satisfacción porque esta es una de las grandes obras de su área de Gobierno no solo por la importancia económica del proyecto, sino también porque “remata el proyecto de la M-30 y Madrid Río, una de las obras más importantes transformadoras de la ciudad”. Además, la delegada ha explicado que las obras se realizarán “sin grandes perjuicios para los madrileños ya que no va a haber cortes de tráfico sustanciales”.
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