La flota en alquiler gestionada por las empresas de movilidad urbana compartida se situó en 64.500 vehículos (bicicletas, motocicletas, patinetes y automóviles) al finalizar el primer trimestre de 2022
Según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA (filial de Cesce), líder en el suministro de Información Comercial, Financiera, Sectorial y de Marketing en España y Portugal, la pandemia de la COVID-19 ha frenado en los dos últimos años la fuerte tendencia de crecimiento que venía mostrando la actividad de servicios de movilidad urbana alternativos al transporte tradicional, reflejo de la evolución de los hábitos de desplazamiento de la población.
La flota global en alquiler de vehículos compartidos pasó de unas 60.700 unidades en febrero de 2020 a 64.500 en marzo de 2022, solo en torno a 3.800 unidades netas más, repartidas entre bicicletas (35.239), motocicletas (15.805), patinetes (8.806) y automóviles (4.650). El 69% de la flota de bicicletas compartidas corresponde a los sistemas públicos de alquiler municipales.
Por comunidades autónomas, Cataluña concentra una porción mayoritaria de la flota de motocicletas compartidas, un 40% del total nacional en marzo de 2022. Esta comunidad también reúne la mayor parte de la flota total de bicicletas compartidas (30%), mientras que las principales comunidades en los segmentos de patinetes y automóviles son Andalucía (40%) y Madrid (70%), respectivamente.
Se estima que las empresas de movilidad urbana compartida generaron en 2021 una facturación agregada de alrededor de 125 millones de euros. En marzo de 2022 operaban en España unas cien enseñas activas de movilidad urbana compartida, dedicadas al alquiler de bicicletas (49), motocicletas (16), patinetes (14) y automóviles (22), alguna de las cuales explotaba más de una modalidad de transporte.
En cuanto al grado de concentración de la oferta, las cinco primeras empresas en el segmento de patinetes reúnen más del 79% de la flota total nacional. Por su parte, los cinco primeros operadores del mercado de motocicletas concentran de forma conjunta el 75% de la flota total, descendiendo este porcentaje al 71% y 59% en los segmentos de automóviles y bicicletas, respectivamente.
Tras sufrir el impacto de la crisis sanitaria, se prevé una progresiva aceleración del despliegue de servicios de movilidad urbana, con nuevas adjudicaciones en los principales ayuntamientos del país. Las estrategias de crecimiento de los principales operadores a corto y medio plazo girarán en torno a la flexibilización de los períodos de alquiler y la creciente diversificación de los modos de transporte.
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