Los resultados de un estudio del BC3 revelan desigualdades preocupantes en la vulnerabilidad al calor, sobre todo en zonas céntricas y cercanas a polígonos industriales
A medida que se intensifica el calentamiento global, las olas de calor en zona urbana se han convertido en un reto importante para las ciudades de todo el mundo. Un nuevo estudio, centrado en Vitoria-Gasteiz, revela claras desigualdades en la vulnerabilidad al calor y subraya la importancia de adoptar medidas específicas para mitigar las injusticias medioambientales relacionadas con la exposición al calor.
En las últimas décadas se ha producido un notable aumento de la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor, una tendencia que se espera que siga aumentando debido a la aceleración del calentamiento global. Las zonas urbanas son más vulnerables debido al efecto de isla de calor urbana (UHI, por sus siglas en inglés), en el que los entornos urbanizados atrapan y retienen el calor más que las zonas rurales circundantes. Los efectos combinados de las olas de calor y el UHI suponen importantes amenazas para el medio ambiente urbano y el bienestar humano, pudiendo provocar una reducción de la productividad, un deterioro del rendimiento cognitivo y un aumento de los riesgos para la salud materna y general.
En respuesta a estos retos crecientes, se ha vuelto esencial la implementación de servicios ecosistémicos de regulación de la temperatura urbana (TR-ES) a través de estrategias como la infraestructura verde urbana (IGU). La UGI desempeña un papel crucial en la reducción de las temperaturas de la superficie terrestre y del aire durante los periodos calurosos al ofrecer sombra, minimizar la absorción de la radiación solar en superficies artificiales y fomentar la evapotranspiración.
Un reciente estudio publicado en la revista Science of the Total Environment y liderado por la investigadora de BC3 Celina Aznárez ha arrojado luz sobre las injusticias ambientales en la distribución de la UGI, centrándose en la ciudad mediana de Vitoria-Gasteiz. La investigación aplicó un modelo integrado que combina la teledetección con datos sanitarios y sociodemográficos, junto con herramientas potenciadas por inteligencia artificial y los sistemas de información geográfica. Este enfoque permitió cartografiar las incongruencias entre la oferta y la demanda de TR-ES.
Los resultados del estudio revelan desigualdades preocupantes en la vulnerabilidad al calor, sobre todo en zonas céntricas y cercanas a polígonos industriales. "Estas zonas suelen caracterizarse por materiales que absorben el calor, estructuras compactas, alta densidad de población y escasa vegetación, factores que intensifican las temperaturas locales y contribuyen a los efectos de las altas temperaturas", explica Aznárez. "Resulta alarmante que, precisamente en estas zonas, hayamos observado una baja disponibilidad de TR-ES, lo que indica una demanda insatisfecha. Por el contrario, las regiones con amplios espacios verdes, como el cinturón verde y los grandes parques urbanos, tienden a mantener un mejor equilibrio entre la oferta y la demanda de TR-ES."
Además, el estudio revela disparidades en la vulnerabilidad al calor entre los distintos grupos sociodemográficos, descubriendo que las comunidades socioeconómicamente desfavorecidas, los ancianos y las personas con problemas de salud se ven afectados de forma desproporcionada por el calor extremo. A la luz de este hallazgo, Aznárez subraya la urgencia de intervenciones específicas para hacer frente a estas disparidades: "Para hacer frente con eficacia a los complejos retos que plantean los riesgos desiguales del calor urbano, se necesitan intervenciones estratégicas, especialmente centradas en las zonas vulnerables. Esto incluye estrategias de adaptación a medida, como iniciativas ecológicas y refugios climáticos". Comprender los determinantes sociales y sanitarios que contribuyen a estas desigualdades es crucial para la eficacia de los planes de adaptación urbana destinados a mitigar el calor urbano y promover al mismo tiempo la equidad y la sostenibilidad."
Esta investigación subraya el valor de las intervenciones basadas en la naturaleza para mitigar el aumento de la exposición al calor que afecta especialmente a las comunidades más desfavorecidas socioeconómicamente no sólo en Vitoria-Gasteiz, sino también en muchos otros ecosistemas urbanos. El estudio supone un paso importante en la comprensión de los determinantes sociales y sanitarios que contribuyen a la vulnerabilidad desigual al calor urbano.
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