La implementación de un sistema de gestión de activos como Rosmiman® basado en la norma ISO 55001 es beneficioso para garantizar una gestión más eficiente y sostenible de los activos públicos
Desde su inicio en la década de 2000, la serie de normas ISO 55000 ha dejado una huella significativa en el mundo de la gestión de activos. Esta serie de normas, desarrollada por la Organización Internacional de Normalización (ISO), tiene como objetivo proporcionar a las organizaciones un marco común y reconocido a nivel mundial para la gestión de sus activos, independientemente de su tipo o sector.
Enero de 2014 marcó un hito importante con la publicación de tres normas clave: ISO 55000, ISO 55001 y ISO 55002. La norma ISO 55000 sentó las bases conceptuales y estableció la terminología común en la gestión de activos. Por su parte, ISO 55001 definió los requisitos para sistemas de gestión de activos, convirtiéndose en la norma a la que las organizaciones recurren cuando buscan la certificación en gestión de activos. ISO 55002, por otro lado, proporcionó valiosas directrices para la aplicación de ISO 55001 en entornos específicos.
ISO 55001 se ha convertido en un estándar de renombre internacional en la gestión de activos, ayudando a las organizaciones a mejorar la administración de sus activos y a maximizar su valor. Pero la norma no está limitada exclusivamente a empresas, sino que puede aplicarse a una variedad de organizaciones y entidades, incluyendo ciudades y gobiernos locales.
Dado que las ciudades y los gobiernos locales también gestionan una amplia gama de activos, como infraestructura de transporte, edificios públicos, sistemas de suministro de agua y energía, flotas de vehículos, entre otros, la implementación de un sistema de gestión de activos como Rosmiman® basado en la norma ISO 55001 es beneficioso para garantizar una gestión
Al aplicarse en ciudades y gobiernos locales, tanto ISO 55001 como Rosmiman® buscan maximizar el valor de los activos públicos, garantizar la sostenibilidad de la infraestructura y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Esto se logra a través de la planificación estratégica de activos, la gestión eficiente de recursos y la optimización de costes operativos. La norma también promueve la transparencia, la responsabilidad y la toma de decisiones informadas en la administración de activos públicos, lo que contribuye a la creación de ciudades más sostenibles, seguras y eficientes.
Al aplicarse en ciudades y gobiernos locales, tanto ISO 55001 como Rosmiman® buscan maximizar el valor de los activos públicos, garantizar la sostenibilidad de la infraestructura y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
De hecho, ya hay muchas ciudades en todo el mundo que han obtenido la certificación ISO 55001. Ciudades como París, Londres, Nueva York o Monterrey ya han obtenido la certificación. La ciudad de París, por ejemplo, lleva certificada desde 2015. Su sistema de gestión de activos se centra en la planificación, el mantenimiento y la mejora de los activos de la ciudad, como edificios, infraestructura y servicios; Londres, por su parte, certificada desde 2016 se ha centrado en la eficiencia, la sostenibilidad y la seguridad de los activos de la ciudad; y la ciudad de Nueva York, -certificada en ISO 55001 desde 2017-, se ha centrado en la mejora del rendimiento de los activos de la ciudad.
La certificación ISO 55001 es un importante reconocimiento para las ciudades que se comprometen con la gestión eficaz. Este estándar ayuda a las ciudades a mejorar el rendimiento de sus activos, reducir los costes y mejorar la seguridad.
Para aplicar dicha norma en una ciudad es necesario el compromiso de todas sus áreas de gestión y seguir ciertos pasos:
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