La piscina de Can Millares de Cornellà de Llobregat ha sido ganadora en la categoría de piscina rehabilitada en los premios Piscina & Wellness Barcelona 2019
Esta obra ha consistido en una reforma y ampliación del equipamiento. AIA Salazar Navarro y Leve Projects han sido los autores, mientras que la AMB y el Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat son los promotores.
Albert Dalmau, director de ejecución de la obra y arquitecto técnico de espacio público de la AMB, afirma que "el premio es un reconocimiento a todos los agentes implicados en la ejecución de la obra, ya que ha consistido en una intervención compleja en la que ha sido necesario ser proactivo ante los retos que han ido surgiendo ".
La transformación más importante del equipamiento se ha producido al cambiar de nivel el acceso al edificio y situarlo una planta más arriba, en la cota de la plaza que hace de acceso desde el espacio público. De este modo, se ha mejorado la accesibilidad y se ha establecido una nueva relación de la piscina con su entorno más cercano.
Esta nueva posición del edificio genera un equipamiento con presencia más controlada y a escala más adaptable al entorno, con la apariencia de un edificio sólo de planta baja. Cuando se atraviesa el acceso y se entra en el interior, los usuarios descubren la verdadera dimensión y el volumen real de la piscina, así como la vista sobre el casco antiguo de la población, a través de los grandes ventanales que se han construido en la fachada oeste.
El tratamiento de la fachada también es otro aspecto importante del proyecto. El volumen general se ha mantenido igual, pero se ha revestido con unas piezas de policarbonato, que generan un juego de texturas y producen efectos de sombra sobre los ventanales. Esta nueva fachada sirve para aumentar notablemente las prestaciones térmicas de aislamiento y mejorar la calidad lumínica en el interior del gran espacio que ocupan las tres piscinas.
El proyecto ha hecho aumentar la superficie total del equipamiento, que ha pasado de 3.170 m2 a 3.913 m2, y ha supuesto un cambio en el número y en la forma de las piscinas: de las dos piscinas existentes previamente, una se ha reformado y la otra se ha suprimido. Y en el espacio que ocupaba la piscina semi-redonda derribada, se han construido dos de rectangulares.
Así pues, el equipamiento actual cuenta con 3 piscinas: una de natación, una para actividades dirigidas y una para bebés. Esta distribución permite la combinación simultánea de tres usos: el deportivo, el lúdico y el exclusivo para públicos con necesidades muy específicas.
El denominador común de las tres piscinas es el circuito hidráulico y el sistema de filtración, que permiten un gasto de agua menor.
Finalmente, cabe destacar la renovación y el aumento de la superficie de los vestuarios, las zonas de administración y el vestíbulo, así como una renovación integral de todas las instalaciones, desde los sistemas hidráulicos hasta los filtrados, pasando por la ventilación o el sistema de producción con paneles solares.
La instalación original se construyó en 1989 y era el primer complejo acuático cubierto de la ciudad que apostaba por la gestión integral de las actividades acuáticas (educativas, utilitarias y sociales).
Tenía dos piscinas y servicios de vestuario, con una superficie total de 3.170 m2. Después del tiempo transcurrido y de la elevada utilización que se había hecho, la instalación quedó obsoleta.
La obra del nuevo equipamiento representó la transformación de la piscina de Can Mercader, cubierta con un globo presostàtic, en la piscina de Can Millars, con una estructura estable.
Este equipamiento es un espacio deportivo muy apreciado por sus usuarios, que actualmente son unos 7.800 por año: 5.200 socios permanentes, 1.100 personas que adquieren entradas puntuales y 1.500 nadadores que hacen actividades de verano en el mes de julio.
En cuanto a los 5.200 socios permanentes, más de 1.770 van con sus bebés; 1.305 nadadores hacen cursos extraescolares, 1.770 nadadores hacen cursos con el centro de enseñanza y 355 son deportistas de competición del Club Natación Cornellà y del Club Triatlón Cornellà.
La piscina de Can Millars es un símbolo de deporte y salud que ha convertido en un equipamiento de verdadera cohesión social, porque ha hecho posible que la ciudadanía adquiera hábitos saludables haciendo actividades acuáticas, independientemente de su situación socioeconómica.
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