La producción total de residuos se estabiliza, la recogida de rechazo baja un 2% y las fracciones reciclables suben un 9%. En 5 años la recogida selectiva se ha duplicado en Palma
La recogida selectiva en Palma ha continuado creciendo a lo largo de 2019, situándose en torno al 27%. El mes de mayor recogida selectiva ha sido septiembre, con un 28%, y la media del año es del 26,66%.
En conjunto, los residuos recogidos por EMAYA están casi estabilizados, sólo han subido un 0,8% en relación al 2018. Todo el crecimiento se concentra en las fracciones reciclables: mientras el rechazo baja casi un 2%, la recogida de fracciones reciclables va experimentar un incremento del 9% en 2019.
Desde 2014 la recogida selectiva no ha dejado de crecer y que desde entonces se ha multiplicado por dos en estos últimos cinco años. Entre los años 2011 y 2014 esta cifra estaba estancada por debajo del 15%. En 2015 se superó por primera vez el 15% (con un 15,36% de recogida selectiva), en 2016 se alcanzó el 17,29%, en 2017 fue del 20,74% y en 2018, el año de mayor crecimiento, se llegó por primera vez el 25%.
En cifras absolutas, EMAYA recogió y transportó durante 2019 247.874,737 toneladas de residuos, de las cuales 181.779 eran rechazo y 66.092,737 correspondían a las diversas fracciones de recogida selectiva.
La recogida selectiva ha experimentado el año 2019 incrementos siempre por encima del rechazo, que, como se ha comentado, ha bajado un 2% mientras que el total de las fracciones reciclables han crecido un 9%. En los últimos 5 años, desde 2015, mientras la cantidad total de residuos ha crecido un 18,6%, la recogida selectiva se ha duplicado (crecimiento del 106%).
En total, el año 2019 EMAYA ha recogido 1.988,867 toneladas más que en 2018 (de 245,885.873 ha pasado a un total de 247.874,737): mientras que el rechazo se ha reducido en 3.492 toneladas, las fracciones destinadas al reciclaje han subido 5.477,877 t (pasando de 60.614,86 toneladas a 66,092.737).
El incremento más importante se produce en la recogida de materia orgánica, de un 23%. Esta fracción sólo supone todavía un 1,6% del total de los residuos recogidos, pero experimenta este importante crecimiento gracias a su recogida en:
Otro incremento importante se dio en 2019 en la recogida de envases, que crece un 17%. También destaca el incremento de la recogida de vidrio , del 7,5%. Estas subidas han sido posible gracias a dos factores: la recogida puerta a puerta (a establecimientos de la Playa de Palma y del centro histórico) y, por otra parte, la renovación de los contenedores de 2018, que supuso un incremento de la cantidad de contenedores para recogida selectiva disponibles. La recogida de papel y cartón está estabilizada, baja un ligero 0,9%, si bien hay que recordar que muchos grandes productores tienen circuitos propios de carácter privado para recoger esta fracción.
Cabe destacar igualmente la consolidación en 2019 del sistema de recogida de aceite puesto en marcha en 2017, que ha permitido recoger y reciclar 46 toneladas, un 11,7% más que el año anterior.
En el caso de los parques verdes de Palma (de Son Castelló y de San Jorge), se han recogido más de 22.000 toneladas, continuando con un importante crecimiento, del 13,5% en relación al año pasado. Recordemos aquí que las subidas más importantes tuvieron lugar en los años 2017 y 2018, de forma que desde 2015 la recogida de residuos en estas instalaciones ha incrementado un 1,524%.
El caso del centro histórico de Palma merece una mención aparte, aquí está implantada la recogida selectiva móvil y puerta a puerta comercial, unos sistemas implantados entre 2017 y 2018, que a lo largo de 2019 se han consolidado con una recogida selectiva de materia orgánica, papel-cartón, vidrio y envases que supone un 64,5%. Esta cifra es posible especialmente por la existencia en este barrios de recogida diaria de materia orgánica, así como gracias a la buena respuesta y participación de la ciudadanía, los comerciantes, otros empresarios y entidades de la zona.
De esta forma el centro histórico de Palma alcanza unas cifras de recogida selectiva poco habituales en las grandes ciudades de nuestro entorno.
Ante este balance positivo, Ramon Perpiñán, presidente de EMAYA ha agradecido a la ciudadanía su participación e implicación, sin la cual no es posible la recogida selectiva. En Palma todavía queda camino por recorrer, pero se avanza en el buen sentido y tenemos las herramientas para ser una ciudad moderna, sostenible, adaptada a las exigencias ambientales ya la normativa vigente en materia de residuos.
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