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Medio Ambiente


La recogida selectiva en el área metropolitana de Barcelona crece, pero aún queda lejos de los objetivos de la UE

La producción de residuos municipales ha disminuido un 10% desde 2010, aunque aún se estima que no se alcanzará el objetivo de reducción del 15% fijado por la UE para 2025

La recogida selectiva en el área metropolitana de Barcelona crece, pero aún queda lejos de los objetivos de la UE
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En 2023 se produjeron, en el área metropolitana de Barcelona, ​​1.490.000 toneladas de residuos, el equivalente a 444,3 kg/hab. y año. Esta cifra ha disminuido ligeramente respecto al año anterior, cuando la generación fue de 445 kg/hab. y año. A una escala más global, la producción de residuos municipales se ha reducido un 10% desde 2010, pero todo apunta a que quedará lejos del objetivo marcado por la Unión Europea, que es reducir la producción en un 15% año 2025.

Una tendencia positiva es la reducción de la fracción resto, que ha disminuido un 3% respecto a 2021, y un 13% respecto a 2019, último año antes de la Covid.

 

 

De todos los residuos generados en 2023, se recogieron selectivamente en origen un 40% (577.278 toneladas). Aunque la cifra supone, un año más, un récord en los registros, el aumento respecto a 2022 es leve, del 0,7 %.
El aumento continuado de la recogida selectiva en los últimos años (desde 2017) es atribuible al creciente número de municipios que implantan los nuevos sistemas de recogida, como el puerta a puerta o los contenedores cerrados. En este sentido, es necesario acelerar los cambios de sistema de recogida para cumplir los objetivos europeos.

 

 

 

Tratamiento de residuos

En 2023, el AMB gestionó 1.490.089 toneladas de residuos provenientes de los municipios metropolitanos, mayoritariamente en instalaciones de titularidad metropolitana. Del total de toneladas que entraron en estas plantas, un 42,1% acabó en instalaciones especializadas para su reciclaje (el 40% separado en origen, sumado a los materiales reciclables que se recuperan en los ecoparques).

376.910 toneladas se valorizaron energéticamente, un 26,7% del total producido. Los residuos valorizados energéticamente son los que, después de pasar por un tratamiento
 mecánico-biológico, no pueden ser valorizados materialmente y tienen como destino final la planta de valorización energética. Este proceso generó en 2023 220.328 MWh de electricidad.

Finalmente, aproximadamente 310.068 toneladas (un 26%) terminaron en el vertedero después de haber sido tratadas. Estos residuos corresponden al desperdicio de los ecoparques que no ha podido ser valorizado energéticamente.

 

 

 

Fracción orgánica y envases: las asignaturas pendientes

La fracción orgánica generada en 2023 equivale a 103,99 kg/hab. y año, de los cuales un 35,1% se ha recogido de forma selectiva. Esta fracción es clave para mejorar los índices, ya que cuando se deposita erróneamente en el contenedor de resto encarece sustancialmente su tratamiento. Como referencia, tratar una tonelada de resto cuesta 130,20 €, mientras que tratar una tonelada de materia orgánica bien separada (contenedor marrón) cuesta 62,90 €.

La generación de envases ligeros domésticos a lo largo de 2023 fue de 46,18 kg/hab. y año, de los cuales un 40,1% se ha recogido selectivamente. Hace un año esta fracción experimentó un gran aumento (+10,3 %), que en ese momento se atribuyó al cambio en el sistema de recogida en Barcelona, ​​donde no sólo se aceptan envases sino también otros plásticos y metales que no son envases.

Durante 2023 se generaron 29,92 kg/hab. y año de residuos de vidrio, con una recogida selectiva del 69,3%.

De la fracción papel y cartón, se generó el equivalente a 70,44 kg/hab. y año, con un índice de recogida selectiva del 45%.

En cuanto a la producción de la fracción resta, el pasado año se generaron 258,8 kg/hab. y año, la menor cantidad hasta ahora.
Las normativas ambientales son cada vez más estrictas en cuanto a la consecución de los objetivos de recuperación y reciclaje de los residuos municipales. La Unión Europea obliga a los Estados miembros a reutilizar o reciclar el 55% de los residuos en el año 2025, y llegar al 65% en 2035. En esta línea, en Cataluña, también el PRECAT20 marcaba como objetivo alcanzar un 60% de recogida selectiva bruta de los residuos municipales para el 2020.

A escala metropolitana, el Programa metropolitano de prevención y gestión de recursos y residuos municipales 2019-2025 (PREMET25) tiene como objetivo superar el 55% de reciclaje en 2025, reducir los residuos municipales y conseguir la neutralidad de carbono del sistema metropolitano de tratamiento de residuos, mediante actuaciones en cinco ejes estratégicos: prevención, recogida, tratamiento, educación y nueva gobernanza.

 

27 de los 36 municipios metropolitanos no alcanzaban el objetivo europeo de reciclaje en 2023

 

 

 

De los 36 municipios metropolitanos, en 2023 sólo 9 habían llegado al objetivo del 55% de recogida selectiva: Begues, Castellbisbal, Corbera de Llobregat, Papiol, Ripollet, San Justo Desvern, Santa Coloma de Cervelló, Torrelles de Llobregat y Tiana. A esta lista hay que sumar los barrios de Sarrià y Sant Andreu de Palomar, en Barcelona.
El hecho de que estos municipios son los que han implantado un cambio en el modelo de recogida demuestra que el sistema de contenedores abiertos callejeros ha llegado al límite de sus posibilidades. Como ejemplos, Santa Coloma de Cervelló cambió el índice de recogida selectiva del 41,5% al ​​71,8% en sólo tres metros.

Otros municipios que ya están en fase de cambio de sistema, como Montgat, previsiblemente pasarán en breve a la zona verde del gráfico.
Actualmente, con el paso de estos municipios a los nuevos sistemas, éste es el mapa de la recogida selectiva metropolitana:

 

 

 

Efectos en la economía metropolitana

El AMB calcula que si los municipios despliegan sistemas de recogida selectiva más eficientes el coste del tratamiento podría llegar a disminuir en 20 millones de euros de cara a 2025, debido sobre todo al ahorro en el impuesto sobre el vertido controlado o la incineración. Este impuesto lo cobra la Agencia de Residuos de Cataluña, y la penalización por el envío de residuos a tratamiento finalista –vertederos– sirve para financiar la recogida selectiva y las instalaciones de tratamiento de residuos, especialmente de la fracción orgánica.

Económicamente, las diferencias entre municipios en lo que se refiere a la recogida selectiva también son muy importantes. El índice de reciclaje modula el importe que los habitantes de cada municipio pagan en concepto de tasa metropolitana de tratamiento y disposición de residuos (TMTR). Los municipios que más recuperan pueden pagar hasta 3 veces menos que los que peor separan. Actualmente, el coste de tratamiento oscila entre los 60€ y 140€ por hogar y año, en función de la generación de residuos y el índice de reciclaje. El siguiente gráfico muestra estas diferencias:
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En el ámbito general, el tratamiento de residuos se ha encarecido en 15 M€ en los últimos años, aunque la cantidad de resto ha disminuido un 10%; este aumento se debe al aumento del impuesto sobre el vertido y la incineración de los residuos no reciclados.


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