Entrevista a Antonio García Celda, Director General de la Capitalidad Verde Europea de València
València ha sido reconocida como Capital Verde Europea en 2024. Este reconocimiento resalta las políticas públicas sostenibles que la ciudad ha implementado durante las últimas décadas, posicionando a la ciudad como un faro de referencia en las políticas verdes del Mediterráneo. En esta entrevista, conversamos con Antonio García Celda, director general de la Capitalidad Verde Europea de València para explorar cómo se ha alcanzado este hito, el impacto de esta distinción, los retos que enfrenta y las iniciativas en marcha para garantizar un futuro más verde, resiliente y habitable para las generaciones venideras.
Como director general de València Capital Verde Europea, mi principal desafío ha sido integrar mis competencias en innovación y sostenibilidad para posicionar a la ciudad como referente internacional en sostenibilidad urbana. Con amplia experiencia en proyectos de Innovación, I+D+i, Transferencia de Tecnología, y colaboración con empresas y el sector público, he trabajado en ámbitos como TIC, movilidad, ciudades inteligentes y clima. Además, soy profesor asociado en la Universitat de València y he ocupado roles de liderazgo en organizaciones como COIICV y AECTA.
Mi misión es liderar un proyecto que integre la sostenibilidad en todos los aspectos de la vida urbana, posicionando a València como referente europeo en esta área. Los objetivos incluyen impulsar la movilidad sostenible, la eficiencia energética, y la gestión responsable de los recursos, además de fomentar la innovación tecnológica en ciudades inteligentes. Buscamos crear un legado duradero más allá de 2024 e involucrar a la ciudadanía en este proceso, promoviendo un desarrollo urbano sostenible y participativo que sirva de modelo para otras ciudades.
El camino de València hacia la obtención del título de Capital Verde Europea 2024 ha sido un proceso de transformación profundo y gradual, que refleja el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Esta distinción, la primera para una ciudad mediterránea y la segunda en España después de Vitoria, ha sido el resultado de años de esfuerzo y planificación estratégica en diversas áreas clave como las políticas ambientales a largo plazo: València ha implementado una serie de políticas públicas orientadas a la sostenibilidad. Estas incluyen la mejora de la calidad del aire, la promoción de la movilidad sostenible, y la gestión eficiente del agua y los residuos. La ciudad ha demostrado un fuerte compromiso con la reducción de emisiones y la adaptación al cambio climático, aspectos clave en su candidatura.
La rehabilitación de espacios verdes es uno de los elementos más destacados del recorrido de València. Ejemplos emblemáticos como el Jardín del Turia, un parque urbano que atraviesa la ciudad, y el impulso a iniciativas de renaturalización de espacios urbanos han sido esenciales para consolidar a València como una ciudad verde.
La movilidad sostenible, la promoción del transporte público, el fomento del uso de la bicicleta con la ampliación de carriles bici, y la reducción de vehículos contaminantes han sido medidas fundamentales. València ha apostado por un modelo de movilidad que prioriza el transporte limpio y accesible para todos sus ciudadanos.
La gestión del agua como ciudad mediterránea es otra de nuestras apuestas principales. València ha enfrentado el reto de la gestión sostenible de los recursos hídricos. Su enfoque innovador en la reutilización del agua y la gestión eficiente de los recursos hídricos ha sido clave en su candidatura, especialmente en una región que debe enfrentarse a periodos de escasez de agua.
Innovación y ciudades inteligentes a través del uso de la tecnología para mejorar la gestión de la ciudad ha sido otro factor decisivo. València ha avanzado en la implementación de soluciones innovadoras en áreas como la movilidad, la eficiencia energética y la participación ciudadana, convirtiéndose en un ejemplo de ciudad inteligente orientada hacia la sostenibilidad.
A lo largo de este proceso se ha involucrado activamente a los ciudadanos, organizaciones y empresas en las decisiones que afectan al medio ambiente y el desarrollo urbano. Este enfoque colaborativo ha permitido que los habitantes de València se sientan partícipes de la transformación de su ciudad.
En conjunto, estos esfuerzos han permitido a València no solo cumplir con los exigentes requisitos del concurso de Capital Verde Europea, sino también destacarse como un referente para otras ciudades mediterráneas que enfrentan retos similares en términos de sostenibilidad y adaptación al cambio climático. La designación como Capital Verde Europea en 2024 es el reconocimiento a una visión de futuro que apuesta por un equilibrio entre el desarrollo urbano y el respeto por el medio ambiente.
"El camino de València hacia la obtención del título de Capital Verde Europea 2024 ha sido un proceso de transformación profundo y gradual, que refleja el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes"
La distinción de Capital Verde Europea 2024 consolida a València como referente internacional en sostenibilidad y desarrollo urbano, premiando sus esfuerzos y generando nuevas oportunidades para avanzar hacia una ciudad más verde y resiliente. Este reconocimiento impulsa políticas sostenibles, fomenta la movilidad ecológica, la renaturalización urbana, la gestión eficiente del agua y los residuos, y la innovación mediante ciudades inteligentes. Además, promueve la economía circular y crea un legado duradero que beneficiará a la ciudad en el futuro. La colaboración multisectorial es clave para garantizar el éxito de estas estrategias a largo plazo.
Durante el año de la Capitalidad Verde, se están lanzando numerosas iniciativas innovadoras y sostenibles, alineadas con las estrategias de desarrollo a largo plazo de la ciudad. Estas iniciativas se integran en las estrategias de desarrollo urbano de València, que priorizan el bienestar de los ciudadanos, el respeto por el medio ambiente y la innovación. El objetivo es que los proyectos lanzados durante la Capitalidad Verde no sean puntuales, sino que generen un legado duradero que continúe beneficiando a la ciudad y a sus habitantes en los años venideros.
Además, la Capitalidad Verde sirve como plataforma para involucrar a diferentes actores—desde instituciones públicas hasta empresas privadas y ciudadanos—en un esfuerzo conjunto por construir un futuro más sostenible. Esta colaboración multisectorial es clave para que las estrategias de desarrollo de València sigan siendo inclusivas, resilientes y sostenibles a largo plazo.
"La designación como Capital Verde Europea en 2024 es el reconocimiento a una visión de futuro que apuesta por un equilibrio entre el desarrollo urbano y el respeto por el medio ambiente"
Las grandes urbes enfrentan una serie de retos complejos y multifacéticos que requieren transformaciones significativas para avanzar hacia un modelo de ciudades más sostenibles y habitables. En resumen, los grandes desafíos de las ciudades modernas giran en torno a la necesidad de hacerlas más resilientes frente al cambio climático, más accesibles en términos de movilidad, más inclusivas y equitativas, y más eficientes en la gestión de recursos. Todo ello con una participación activa de la ciudadanía y una integración de la tecnología que permita alcanzar un desarrollo sostenible.
València ha desarrollado una relación muy especial con la naturaleza, que se ha fortalecido con el tiempo y se ha convertido en una pieza clave de su estrategia de sostenibilidad y bienestar urbano. La infraestructura verde urbana de la ciudad ha sido una de las principales palancas para superar los desafíos asociados al cambio climático, la movilidad sostenible y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
En conclusión, la relación de València con la naturaleza ha sido fundamental en su transformación hacia una ciudad más sostenible y habitable. La infraestructura verde, como el Jardín del Turia y la Huerta de València, no solo ha mejorado la calidad ambiental de la ciudad, sino que también ha fomentado una mayor conciencia y conexión con el entorno natural. A medida que València sigue avanzando en su camino hacia la sostenibilidad, la integración de la naturaleza en el tejido urbano será una palanca clave para enfrentar los desafíos del cambio climático y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
"El objetivo es que los proyectos lanzados durante la Capitalidad Verde no sean puntuales, sino que generen un legado duradero que continúe beneficiando a la ciudad y a sus habitantes en los años venideros"
València está inmersa en un proceso de transformación integral para avanzar hacia un modelo de ciudad más sostenible, habitable y resiliente, alineado con los retos del siglo XXI, como el cambio climático, la movilidad sostenible y la digitalización. Este esfuerzo se ha intensificado con la distinción de Capital Verde Europea 2024, que ha servido de catalizador para acelerar políticas e iniciativas que garanticen un futuro más verde y equitativo para la ciudad.
En resumen, València está avanzando hacia un modelo de ciudad más sostenible, habitable y resiliente mediante una estrategia integral que aborda la movilidad, la renaturalización urbana, la gestión eficiente de recursos, la digitalización y la resiliencia climática. Estos ejes de acción no solo buscan mejorar la calidad de vida actual, sino también garantizar que la ciudad esté preparada para los desafíos del futuro, ofreciendo un entorno urbano más equitativo, verde e innovador para todos sus habitantes.
València ha lanzado una serie de proyectos concretos que materializan sus estrategias de sostenibilidad, resiliencia y habitabilidad, y que ya están teniendo un impacto significativo en la vida de los ciudadanos. Estos proyectos no solo están transformando la infraestructura y el entorno urbano, sino que también están generando una mayor conciencia y participación ciudadana en torno a los retos medioambientales y sociales.
Los proyectos de renaturalización, movilidad sostenible, digitalización y gestión eficiente de los recursos están transformando València en una ciudad más verde, habitable y resiliente. El impacto directo en la vida de los ciudadanos es evidente: mejor calidad del aire, más espacios para el ocio y el deporte, una mayor eficiencia en el uso de los recursos y un entorno más inclusivo y saludable. A través de estos proyectos, València se está consolidando como una ciudad que no solo mira hacia el futuro, sino que también está comprometida con mejorar el presente de sus habitantes.
"La infraestructura verde urbana de la ciudad ha sido una de las principales palancas para superar los desafíos asociados al cambio climático, la movilidad sostenible y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos"
Los ciudadanos son el motor del cambio mediante la adopción de hábitos sostenibles y su participación activa en las decisiones que afectan la ciudad. La Administración lidera la planificación e implementación de políticas sostenibles, asegurando que las infraestructuras y servicios favorezcan un desarrollo urbano respetuoso con el medio ambiente. Y las empresas innovan y desarrollan soluciones tecnológicas y sostenibles, además de promover prácticas responsables en sus operaciones.
En cuanto a las claves; una comunicación clara y transparente, plataformas participativas, creación de espacios donde ciudadanos, empresas y administraciones puedan interactuar y colaborar activamente. También son importantes los incentivos y reconocimiento; premiar las buenas prácticas y facilitar recursos que promuevan el compromiso con la sostenibilidad. Por supuesto, las alianzas público-privadas; fomentar la cooperación entre empresas y administración para el desarrollo de proyectos conjuntos que impulsen un modelo de ciudad más sostenible.
La València de los próximos años será una ciudad más verde, inclusiva y resiliente, centrada en la sostenibilidad y la innovación. Será un referente en movilidad sostenible, con una red de transporte público eficiente y un entorno urbano diseñado para peatones y ciclistas. La renaturalización y la expansión de espacios verdes mejorarán la calidad de vida, mientras que la gestión eficiente de los recursos, como el agua y la energía, hará de València un modelo de ciudad inteligente.
València continuará liderando la transición hacia una economía circular y reducirá su huella de carbono, adaptándose al cambio climático con infraestructuras resilientes. Será una ciudad que fomente la participación ciudadana y la colaboración entre sectores, garantizando un desarrollo sostenible a largo plazo, con un enfoque centrado en el bienestar de sus habitantes y en la preservación del medio ambiente.
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