Movilidad

La bicicleta ha llegado a las ciudades para quedarse y ser uno de sus protagonistas. Se ha conformado como una pieza clave del puzle que supone la nueva movilidad. No obstante, en algunas ciudades españolas, los nuevos gobiernos locales se están cuestionando significativos avances que se habían producido en movilidad. Sorprende, sobre todo, algunas decisiones adoptadas en torno a este medio sostenible, como la anulación de carriles bici, que dificulta la movilidad segura en bicicleta y compromete el reparto modal en esas ciudades. No hay, o no debería haber, marcha atrás en este ámbito. 

La bicicleta genera múltiples beneficios, para nuestra salud, para nuestras vidas en comunidad y también para el medio ambiente. En áreas urbanas congestionadas, los desplazamientos en bicicleta invitan, en bastantes casos, a realizar desplazamientos más rápidos que con el coche.

La bicicleta genera múltiples beneficios, para nuestra salud, para nuestras vidas en comunidad y también para el medio ambiente. En áreas urbanas congestionadas, los desplazamientos en bicicleta invitan, en bastantes casos, a realizar desplazamientos más rápidos que con el coche. Además, es un vehículo que ocupa poco espacio y es fácil de estacionar y también ayuda a descongestionar nuestras ciudades. Y con las bicicletas también conseguimos ciudades con menos ruido, lo que favorece a crear entornos urbanos más tranquilos. En este sentido, hay numerosos estudios que abundan en la idea que el uso cotidiano de la bicicleta ayudar a eliminar el estrés y, por tanto, contribuye en parte a mejorar nuestra felicidad personal.

Por otro lado, el incremento de su uso también está contribuyendo a aumentar la conciencia de conductores y autoridades. Tanto para mejorar la infraestructura, como la seguridad vial para los ciclistas. Debemos celebrar estos avances y, entre todos, con consenso y sin mirar colores políticos, seguir impulsándolos.  No retroceder. 

Hay que recordar que, en 2050, los medios de transporte basados en energías fósiles tendrán prohibida la circulación en Europa. Mientras, la movilidad en bicicleta está destinada a seguir creciendo. Sobre todo, en áreas metropolitanas y ciudades.

Además, la Unión Europea nos ha marcado el camino y tenemos que ir alineados con sus políticas sostenibles y de bajas emisiones. Hay que recordar que, en 2050, los medios de transporte basados en energías fósiles tendrán prohibida la circulación en Europa. Mientras, la movilidad en bicicleta está destinada a seguir creciendo. Sobre todo, en áreas metropolitanas y ciudades. 

Por todo ello, actualmente es complejo comprender y encajar las medidas restrictivas que algunos gobiernos municipales están tomando sobre el uso de la bicicleta en las ciudades y que, a diferencia del camino que marca Europa, suelen tener como motivación mantener la movilidad basada en la energía fósil y la contaminación. 

La combinación de la movilidad personal sostenible (la bicicleta) y el transporte público es el elemento clave de futuro, como ya están demostrando diferentes ciudades españolas con diferentes servicios de bicicleta pública. Valladolid, Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona, Sevilla, Valencia y Murcia son algunos ejemplos. La intermodalidad es fundamental. 

La combinación de la movilidad personal sostenible (la bicicleta) y el transporte público es el elemento clave de futuro, como ya están demostrando diferentes ciudades españolas con diferentes servicios de bicicleta pública. La intermodalidad es fundamental.

Para la Red de Ciudades por la Bicicleta es importante que, antes de eliminar un carril bici, se abra un debate político, técnico y social con la idea de mejorar y progresar en la movilidad. Se trata de intensificar las políticas públicas en las administraciones locales, regionales y nacionales a favor de la bicicleta. Las bicicletas son para las ciudades.