Las papeleras inteligentes Bigbelly pueden personalizarse, permitiendo rentabilizar con publicidad o utilizarse para las campañas informativas municipales
Zaragoza ha empezado a instalar papeleras compactadoras inteligentes Bigbelly, con el fin de evitar los desbordamientos de basura y disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. La ciudad ha colocado las 10 primeras en sitios icónicos como el Balcón de San Lázaro, el Mercado Central, o la Plaza del Pilar entre otras y en un futuro quiere extenderlas por los demás barrios. Conocer el estado de llenado en tiempo real, permite a los equipos optimizar su trabajo y vaciarlas solo cuando es necesario, con el fin de reducir los costes de la recogida y avanzar en el objetivo de conseguir un modelo de economía circular basado en la reutilización y el reciclaje.
Las papeleras inteligentes Bigbelly carecen de cableado, son autónomas, funcionan con energía solar y su software está alojado en la nube, por lo que no requiere de ninguna instalación, pudiendo estar en funcionamiento desde el primer día. Otra ventaja es que pueden personalizarse, permitiendo rentabilizar con publicidad o utilizarse para las campañas informativas municipales, como ha optado Zaragoza con un mensaje dirigido a los dueños de los perros, a quien insta a que recojan sus excrementos y otro mensaje que anima a la ciudadanía a no tirar chicles ni colillas al suelo.
Así mismo el Ajuntament de Vinaròs, ha instalado 16 papeleras Bigbelly, para la recogida de envases y resto con el fin de fomentar el reciclaje. Las papeleras se han ubicado en espacios estratégicos con gran afluencia de personas como la entrada del Polideportivo Municipal, el paseo marítimo y la plaza d’Espanya con el fin de reducir las recogidas diarias que allí se producen.
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