El potencial de las tasas de residuos para mejorar la gestión de residuos está poco explotado en España
El Observatorio de la Fiscalidad de los Residuos ha publicado el estudio de los investigadores Adrià Cusiné, Sergi Chapatte, Pablo Pellicer e Ignasi Puig, titulado “Las Tasas de Residuos en España 2021”. En su realización, se han analizado las tasas domiciliarias y comerciales de 125 municipios, incluidas todas las capitales de provincia. Este estudio da continuidad a análisis anteriores realizados con datos de 2015, 2018, 2019 y 2020.
Las tasas de residuos son de las que más recaudación aportan a los municipios, puesto que cubren el servicio de recogida de residuos, que es de prestación obligatoria y elevados costes. Además de asegurar la financiación de la prestación de este servicio, las tasas de residuos pueden tener como objetivo una distribución lo más justa posible de las cargas económicas entre residentes y comercios, considerando tanto criterios sociales como ambientales.
El marco legal permite que sean los municipios quienes definan el grado de cobertura al que se pretende llegar con la tasa, en relación con los costes del servicio. La inexistencia de un porcentaje de cobertura definido favorece la heterogeneidad en el establecimiento de las cuotas.
Potencialmente, las tasas de residuos pueden ser uno de los instrumentos más eficaces para la promoción de buenas prácticas ambientales en materia de prevención y separación de residuos. Si una parte variable de la tasa se vincula directamente a la generación y a la correcta separación de los residuos en origen (mediante la aplicación de sistemas de pago por generación) se crea un incentivo económico para que la ciudadanía pueda participar de estas prácticas.
Sin embargo, un 45,6% de los municipios analizados cuentan con un modelo de tasas con cuotas fijas (todos los domicilios pagan lo mismo independientemente de si realizan o no separación de residuos). Aplicar una cuota fija implica que los domicilios que generan menos y reciclan más residuos están subvencionando implícitamente a aquellos con peores prácticas ambientales en materia de residuos. Por otro lado, en los municipios donde las tasas no son fijas, existe una ausencia general de criterios ambientales en su articulación.
En el caso de los comercios, la mayoría de las tasas se calculan en función del tipo de actividad, la superficie del comercio y la localización.
Este análisis sugiere que el potencial de las tasas de residuos para mejorar la gestión de residuos ha sido poco explotado. La aplicación de sistemas de pago por generación, de implantación aún muy minoritaria en el Estado español, pero con una tendencia hacia su generalización en Europa, es un ejemplo de la puesta en práctica de las capacidades de las tasas de residuos.
El estudio concluye que el valor medio de la tasa de residuos que pagan los hogares en 2021 es de 90,89 euros por domicilio. Respecto al 2020, la tasa domiciliaria media se ha incrementado 0,70 puntos porcentuales (desde los 90,19 euros) en una evolución ligeramente superior al 0,5% de variación del IPC entre enero del 2020 y del 2021.
Por su lado, las tasas comerciales siguen una dinámica más compleja que las domiciliarias. Las cuotas medias más elevadas han sido para las categorías “supermercado”, “clínica” y “hotel”. Las cuotas comerciales no siguen una tendencia homogénea, pero su evolución conjunta es superior a la variación del IPC.
Las variaciones observadas en las tasas de residuos entre 2015 y 2021 han sido poco significativas, tanto en su dimensión cualitativa como cuantitativa. No obstante, es destacable que la crisis sanitaria derivada del COVID-19 ha propiciado modificaciones en las tasas de residuos de algunos municipios del estudio. Dichas modificaciones se han traducido en la articulación de nuevos beneficios fiscales y en la suspensión temporal de algunas tasas para mitigar los impactos socioeconómicos en comercios.
Por otro lado, cada vez menos municipios tienen una tasa fija de recogida domiciliaria, mientras que la utilización de la superficie de los domicilios gana peso entre los criterios de diferenciación de las tasas variables. Además, cada vez más municipios optan por una titularidad mancomunada de las tasas, lo que puede optimizar los recursos destinados a la gestión de residuos.
Finalmente, cabe destacar que el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos contaminados, que se encuentra actualmente en discusión en las Cortes Generales, puede suponer un empuje hacia la harmonización de las tasas de residuos. Entre otros aspectos, se prevé el carácter obligatorio de las tasas (o figura cobratoria equivalente), la obligatoriedad de que dicha figura sea no deficitaria, así como que permita la implantación de sistemas de pago por generación.
A raíz de los resultados de este estudio, el Dr. Ignasi Puig Ventosa, investigador y responsable de proyectos de la Fundació ENT, considera que “los Ayuntamientos deberían de ser más conscientes del potencial de las tasas de basuras para contribuir a mejorar el modelo de gestión de residuos. Por un lado, permiten aportar más recursos para una mejor gestión; por el otro, permiten crear incentivos hacia la mejora de la recogida selectiva”.
Por su parte, Sergi Chapatte, coautor del estudio, señala que “la pandemia por COVID-19 ha dejado en stand by el potencial de mejora de muchas tasas de residuos”.
Finalmente, Pablo Pellicer incide en que: “Es necesario para una gestión adecuada de los residuos que la ciudadanía esté implicada en el proceso. Los sistemas de recogida selectiva que corresponsabilizan a la población mejoran los resultados obtenidos”. En conjunto, los investigadores señalan el potencial del Proyecto de Ley de residuos, que puede suponer “un punto de inflexión en la articulación de las tasas de residuos municipales”.
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