Movilidad

El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la empresa municipal de limpieza Lipasam, ha licitado por más de 103.465 euros el servicio de mantenimiento de los triciclos eléctricos de su flota de vehículos. En la actualidad, la empresa municipal de limpieza cuenta con un total de 230 unidades, de las cuales 172 están en servicio y 58 en reserva para atender las incidencias que puedan surgir.

La delegada de Limpieza Pública y Educación, Marisa Gómez, ha señalado que la contratación de este servicio de mantenimiento preventivo, tanto mecánico como eléctrico, de los triciclos se enmarca en “el refuerzo de los medios de Lipasam que venimos realizando, ya que es esencial para asegurar el buen desarrollo del servicio de limpieza. La finalidad es conseguir la máxima disponibilidad de estos triciclos para poder realizar una óptima prestación del servicio que realizan estos vehículos por las calles de la ciudad”.

Además, la delegada ha destacado que “la licitación para el mantenimiento de los triciclos eléctricos es un paso más de Lipasam para convertirse en una empresa más sostenible y operativa, que no sólo realiza el servicio de la limpieza pública en las calles de Sevilla, sino que también contribuye a crear un entorno urbano más sostenible”.

Limpieza urbana sostenible

Estos triciclos eléctricos, distribuidos en cada uno de los centros de trabajo de Lipasam, son utilizados por el personal que realiza tareas de limpieza viaria, lo que les permite aumentar su movilidad y fomentar un nuevo modo de desplazamiento urbano sostenible.

Entre las ventajas de este tipo de vehículo, destaca que disminuyen los costes de desplazamiento del personal hasta su zona de trabajo, así como las pérdidas de tiempo asociadas a los desplazamientos. Los triciclos tienen un diseño simple y de poco peso, no emiten ruidos, tampoco contaminan y presentan una ausencia total de emisiones de CO2. Asimismo, el mantenimiento y los costes operativos se reducen al mínimo.

Con estos vehículos, dotado de carro de barrido para limpieza viaria, el operario puede organizar su trabajo de forma selectiva, priorizando aquellas tareas más relevantes, pudiendo circular por los carriles bici, callejones o incluso por el acerado.