Luis Cereijo Tejedor, Universidad de Alcalá y Manuel Franco, Universidad de Alcalá
La inactividad física y el sedentarismo causan alrededor de 3,2 millones de muertes anuales en todo el mundo. Estas son debidas, sobre todo, a enfermedades crónicas, en especial cardiovasculares. Por ello el sedentarismo se ha convertido en una preocupación de salud de gran relevancia.
Promover la práctica de actividad física entre la población es una de las prioridades estratégicas de las sociedades occidentales. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que existe un gradiente social en la práctica de actividad física. En España, las poblaciones con mayor nivel socioeconómico muestran unos niveles de práctica de actividad física mayores (el 73,4 % son suficientemente activos) que quienes poseen niveles educativos medios o bajos (63,1 % y 38.8 %, respectivamente, son suficientemente activos).
Esta desigualdad también se expresa en la prevalencia de sobrepeso y obesidad. Por ejemplo, los barrios madrileños de menor nivel socioeconómico son los que muestran mayores niveles de estos problemas.
Para promover el ejercicio debemos tener en cuenta los recursos disponibles para los ciudadanos. La existencia de gimnasios, parques e instalaciones deportivas en el barrio condiciona la práctica de actividad física de la población residente. Sí, también hay estudios que muestran la existencia de desigualdades en la presencia de estos recursos.
Justo ese es el objeto de estudio de nuestra investigación. ¿Existen desigualdades socioeconómicas en la disponibilidad de instalaciones deportivas en los barrios de Madrid?
Nuestro estudio, publicado en la revista International Journal of Health Geographics, responde con firmeza esta pregunta: sí, las hay.
En nuestro trabajo analizamos el acceso a instalaciones deportivas desde los 125.427 portales residenciales de la ciudad de Madrid. La conclusión fue que en las zonas con menor nivel socioeconómico hay menos instalaciones deportivas privadas, que son las más recurrentes en la ciudad.
Para el estudio clasificamos las instalaciones en cuatro grupos:
Instalaciones públicas. Incluyen las concesiones administrativas.
Gimnasios privados.
Gimnasios de bajo coste.
Instalaciones de uso por sesiones. Por ejemplo, pilates, electroestimulación y artes marciales.
En las áreas de menor nivel socioeconómico las instalaciones deportivas públicas aprueban en las dos categorías. Estas son la accesibilidad (distancia a la instalación más cercana) y disponibilidad (número de instalaciones en un radio de 1 000 alrededor del portal).
Por el contrario, los resultados de todas las instalaciones privadas –que suponen el 90 % del total de las instalaciones deportivas de estas características en Madrid– siguen un mismo patrón. Los barrios con menor nivel socioeconómico tienen un menor número de centros deportivos a su alrededor que los barrios con mayor nivel.
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El reto de hacer ejercicio fuera de la M-30
La zona más privilegiada en materia de instalaciones deportivas es la que se incluye dentro de la M-30. En las zonas del sur, como Villaverde o Usera, se genera un escenario de doble desigualdad: su población vive con un menor nivel socioeconómico y, a la vez, con una menor densidad de instalaciones deportivas.
Este escenario se extiende a los barrios de la zona sureste de Madrid, siguiendo el mismo patrón geográfico que la reducción de nivel socioeconómico. Solo las instalaciones de bajo coste presentan una sensible mayor presencia en estas zonas.
Implicaciones y recomendaciones
Vivir en áreas con un menor número de instalaciones deportivas hace que la práctica de ejercicio sea más difícil y menos variada. Además, la falta de competitividad entre empresas privadas empeora la calidad del servicio y aumenta su precio.
Por todo esto, es necesario aumentar el número de instalaciones deportivas en aquellas áreas más desfavorecidas. Estas deberían ser gratuitas o de bajo coste, ya que hay evidencia de que los precios variables (como pago por sesión) suponen una barrera de acceso para las poblaciones con menor nivel socioeconómico.
La importancia del estudio de las instalaciones deportivas
Las instalaciones deportivas son fundamentales para promover la salud de una población. Estos lugares fomentan una práctica de ejercicio físico que es especialmente beneficiosa para la salud.
Además, la existencia de profesionales que guíen el ejercicio es un acicate para el inicio a la práctica de actividad física de ciudadanos inactivos. También un buen medio para la práctica de ejercicio de calidad, y la prevención de lesiones, algo importante en personas que comienzan a abandonar el sedentarismo.
Luis Cereijo Tejedor, Investigador en epidemiología de la actividad física y el deporte, Universidad de Alcalá y Manuel Franco, Associate professor, Universidad de Alcalá
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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