Según un informe presentado por el Àrea Metropolitana de Barcelona con datos del año 2021, los municipios con sistemas como el puerta a puerta o los contenedores inteligentes alcanzan los mejores rendimiento en recogida selectiva
En 2021 se produjeron, en la metrópolis de Barcelona, 1.522.456 toneladas de residuos, de las cuales se recogieron selectivamente un 38,1 %. Esto supone un total de 573.648 toneladas, según el informe de recogida y tratamiento de residuos urbanos en 2021 presentado por el Àrea Metropolitana de Barcelona.
El último año ha sido particular: después de la sacudida que supuso la pandemia, las dinámicas del confinamiento y la reducción de la movilidad todavía no se estabilizaron, y no está claro qué cambios puede haber en los hábitos futuros. En cualquier caso, los datos de 2021 indican un repunte en la generación de residuos, tras la disminución debida al paro de actividad en el sector de servicios, especialmente el turismo, y la irrupción del trabajo y el estudio en distancia. Este hecho se notó especialmente en la ciudad de Barcelona, por su peso y dinamismo económico. Queda patente, pues, la estrecha relación entre el desarrollo económico del consumo y la generación de residuos.
Las normativas ambientales son cada vez más estrictas en cuanto a la consecución de los objetivos de recuperación y reciclaje de los residuos municipales. La Unión Europea obliga a los estados miembros a reutilizar o reciclar el 55 % de los residuos en 2025 hasta llegar al 65 % en 2035. En esta línea, en Cataluña, a través del PRECAT20 se marcaba como objetivo alcanzar un 60 % de recogida selectiva bruta de los residuos municipales para el 2020.
A escala metropolitana, el Programa metropolitano de prevención y gestión de recursos y residuos municipales 2019-2025 (PREMET25) tiene como objetivo superar el 55% de reciclaje en 2025, reducir los residuos municipales y conseguir la neutralidad en carbono del sistema metropolitano de tratamiento de residuos, con una estrategia de actuación basada en 5 ejes estratégicos: prevención, recogida, tratamiento, educación y nueva gobernanza.
La producción total de residuos en los municipios del AMB en 2021 fue de 1.478.128,14 toneladas, equivalentes a 447 kg/hab. y año, tras un incremento de 4.000 toneladas anuales respecto a 2020. Se puede considerar que la tónica en cuanto a producción de residuos se mantiene muy similar al global de 2020. El ligero incremento de la producción de residuos se puede detectar especialmente en las fracciones orgánica y vidrio, siempre muy vinculadas a la actividad turística, especialmente en la ciudad de Barcelona. La generación actual corresponde a 1,23 kg/hab. y día.
En cuanto a la producción de la fracción resto, el pasado año se generaron 281 kg/hab. y año (0,78 kg/hab. y día), una cifra que se ha mantenido a niveles similares desde 2012.
De los 36 municipios metropolitanos, sólo ocho municipios superan el 50% de recogida selectiva de residuos urbanos, son el Begues, Castellbisbal, Pallejà, Papiol, Sant Cugat del Vallés, Sant Just Desvern, Torrelles de Llobregat y Tiana. Entre estas poblaciones, el Papiol, Sant Just Desvern, Torrelles de Llobregat y Tiana son las que han optado por nuevos modelos que individualizan la recogida, como el puerta a puerta o los contenedores inteligentes, dado que el sistema de contenedores abiertos en la calle ha llegado al límite de sus posibilidades.
Según Eloi Badia, vicepresidente de Ecología del AMB, "pese a encontrarnos en un contexto atípico, saliendo de una situación de pandemia que ha provocado un cambio de hábitos, algunos de los cuales serán permanentes, seguimos viendo como el modelo que impulsamos desde el AMB, basado en una mayor individualización de la recogida, está dando resultados, sólo hay que fijarse en los municipios que han adoptado estos nuevos modelos, que son los que encabezan los índices de recogida. esto, el ritmo de mejora es todavía demasiado lento y habrá que trabajar para que más municipios den el gran salto adelante".
El AMB calcula que, si los municipios no despliegan sistemas de recogida selectiva más eficientes, el coste del tratamiento podría llegar a aumentar en 20 millones de euros desde ahora hasta 2025, debido sobre todo al incremento del canon de disposición final de los residuos en depósito controlado o incineración. Este canon lo cobra la Agencia de Residuos de Cataluña, y la penalización por el envío de residuos a tratamiento finalista –vertederos– sirve para financiar la recogida selectiva y las instalaciones de tratamiento de residuos, especialmente de la fracción orgánica.
Económicamente, las diferencias entre municipios en lo que se refiere a la recogida selectiva también son muy importantes. El índice de reciclaje modula el importe que pagan los habitantes de cada municipio en concepto de tasa metropolitana de tratamiento y disposición de residuos (TMTR). Los municipios que más recuperan pueden pagar hasta 3 veces menos que los que peor separan. Actualmente, la tasa oscila entre los 50€ y 107€ por hogar y año, en función de la generación de residuos y el índice de reciclaje.
En 2021, el AMB gestionó aproximadamente 1.522.456 toneladas de residuos provenientes de los municipios metropolitanos, mayoritariamente en instalaciones de titularidad metropolitana.
Del total de toneladas que entraron en estas plantas, un 36,4% acabó en instalaciones especializadas para su reciclaje.
Aproximadamente unas 393.000 toneladas se valorizaron energéticamente, un 27,3% del total producido. Los residuos valorizados energéticamente son los que después de pasar por un tratamiento mecánico-biológico no pueden ser valorizados materialmente y tienen como destino final la planta de valorización energética. Este proceso generó aproximadamente 214.500 MWh de electricidad.
Por último, aproximadamente unas 328.000 toneladas (un 26%) terminaron en el vertedero después de haber sido tratadas. Estos residuos corresponden a los desechos de los ecoparques que no han podido ser valorizados energéticamente.
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