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Madrid completa con el distrito Centro la implantación de la recogida de residuos orgánicos

El Área de Medio Ambiente y Movilidad implanta al 100 % el cubo marrón e incrementa la flota mediante la incorporación de 11 camiones propulsados por gas natural comprimido

Madrid completa con el distrito Centro la implantación de la recogida de residuos orgánicos
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Madrid ha implantado ya la recogida del cubo marrón en la totalidad de sus distritos y, hoy, el alcalde, José Luis Martínez Almeida, ha visitado el distrito de Centro, que desde la pasada noche se ha sumado a la separación, recogida y tratamiento de los residuos orgánicos para hacer de Madrid una ciudad más limpia, sostenible y acorde con la legislación europea en materia de medioambiente y gestión de residuos. Los delegados de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y de Economía, Innovación y Empleo, Miguel Ángel Redondo, así como concejal del distrito de Centro, José Fernández, le han acompañado en esta visita.

“Residentes, comerciantes y comunidad docente del distrito de Centro son los mejores agentes que el Ayuntamiento necesita para dar una utilidad a los residuos orgánicos mediante su transformación en biogás y fertilizante natural, entre otros beneficios”, ha afirmado el alcalde en un sector considerado como uno de los principales generadores de orgánica: los mercados. 

Desde que se implantó la recogida orgánica en 17 zonas pioneras de la ciudad y hasta el mes de julio, se han retirado 253.725 toneladas de residuo orgánico. Actualmente, los residuos reciclables suponen ya el 40 % del total recogido y transportado y la tendencia es creciente, desde el 14 % en 2016. De enero a julio de este año, la media recogida de la fracción orgánica sobre el resto no reciclable es del 26 % aproximadamente. 

 

Un estudio previo

Centro cierra así el compromiso con el residuo circular orgánico atendiendo a sus peculiaridades determinadas por la tipología de las calles y la edificación existente. El Área de Medio Ambiente y Movilidad realizó un estudio previo y preciso en el sector de hostelería, restaurantes, cafeterías (HORECA) y viviendas en el que se concretó el dimensionamiento del servicio y el reparto previo de los recipientes. 

Fruto de ese estudio y desde el punto de vista de la colocación de contenedores, se optó por el suministro de cubos individuales y de dos ruedas similares a los disponibles para la fracción resto no reciclable. 

Desde el 15 de junio y hasta el 30 de agosto, se han repartido en los barrios de Palacio, Embajadores, Cortes, Justicia, Universidad y Sol, 9.425 contenedores de dos ruedas y, a partir de ahora, para su recogida que será nocturna, se incrementa la flota mediante la incorporación de cinco camiones recolectores de 7 m³ de carga trasera, tres de 11m³ de carga trasera y otras tres unidades de 18 m³, todos propulsados por gas natural comprimido. 

 

Por fases 

El 1 de noviembre de 2017 comenzaba un proyecto piloto en la recogida selectiva de la fracción orgánica en 17 ámbitos de diez distritos de la ciudad, dando servicio a una población de 255.000 habitantes. Después vino la primera ampliación, en el último trimestre de 2018, cuando se extendió esta recogida selectiva del residuo orgánico a 12 distritos completos, los diez donde se había llevado a cabo la experiencia piloto, así como los distritos de Villa de Vallecas y Vicálvaro.

En una segunda fase de ampliación, en el último trimestre de 2019, se amplió esta recogida selectiva a otros ocho distritos: Retiro, Salamanca, Chamartín, Fuencarral-El Pardo, Carabanchel, Usera, Moratalaz y Barajas.

Durante estas primeras ampliaciones se incrementó la recogida de la orgánica hasta un 570 % en noviembre de 2018 respecto al mismo mes de 2017. En la segunda ampliación se aumentó a un 200 % y en julio de 2020 se recogió un 60 % más de bioresiduo que en el mismo mes de 2019. El residuo orgánico recogido separadamente representa actualmente un porcentaje del 26 % del peso de la fracción resto no reciclable, cuando al inicio de la fase piloto únicamente suponía el 1,5 %.

 

Información y concienciación, un pilar básico

El Ayuntamiento de Madrid aprovechó el verano para contactar vía telefónica o por correo electrónico con los distintos agentes implicados y para colocar carteles informativos en todos los portales de viviendas para reforzar la información proporcionada en los cubos. Asimismo, un poco antes del inicio del servicio de recogida, cada vivienda recibió una carta con un folleto informativo y un imán para la nevera en la que se explica a los vecinos los motivos de esta nueva separación y qué residuos deben depositar en los nuevos recipientes. 

A partir de octubre arrancará una nueva edición de la campaña de información y sensibilización ‘Acierta con la orgánica’  a la que se dedicarán 950.000 euros.

 

Separar correctamente 

Los restos de materia orgánica de domicilios y establecimientos de hostelería están formados por desperdicios de fruta, verdura, cocinados de carne, pescado y marisco, frutos secos, infusiones, posos de café, cáscaras de huevo y otros restos de comida, serrín, papel de cocina y servilletas usadas, papel y cartón manchados de aceite o alimentos, así como plantas, hojarasca o flores.

Los restos orgánicos han de separarse del resto no reciclable (tapa naranja) y depositarse en los contenedores grises con tapa marrón que el Ayuntamiento ha instalado en la vía pública y en los cubos del mismo color que ha distribuido a las comunidades de vecinos. En ambos casos, la recogida se realiza todos los días de la semana, incluso festivos, mediante camiones recolectores y compactadores con categoría ambiental ECO, sin mezclar con otra fracción de residuo.

Otro tipo de residuos no reciclables como los pañales, toallitas húmedas, colillas, pelo, excrementos de animales, arena de gato, chicles o polvo de barrer deben depositarse en los contenedores y cubos de resto, los grises de tapa naranja.

El biorresiduo se aprovecha como material fertilizante y como generador de energía (biogás). Con su recuperación por separado se evita la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero y de malos olores, se reduce la cantidad de residuos que llegan al vertedero, aumentando su vida útil y se mejora la recogida selectiva del resto de los residuos reciclables. 


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