Había quedado en suspenso por la crisis sanitaria de la COVID-19
Los servicios municipales de conservación del arbolado retoman desde hoy las actuaciones para actuar sobre ramas secas o afectadas por alguna enfermedad o plaga, ejemplares que rozan con edificios, marquesinas o cualquier otra instalación, así como ramas bajas que obstaculizan el tránsito peatonal o de vehículos y los árboles que dificultan la visibilidad de las señales de tráfico. Esta semana, del 11 al 17 de mayo, se realizarán actuaciones en prácticamente todos los distritos, de 8.30 h a 13.30 h, que afectarán al tráfico en la vía pública. Las afecciones suelen ser cortes menores o alguna ocupación de carril.
Estos trabajos también contemplan la eliminación de ramas secas o brotes de raíz y podas para dar forma a especies con mayor crecimiento de formación como los aligustres (ligustrum japonicum), así como situaciones de urgencia por condiciones meteorológicas o vandalismo, entre otras situaciones que provoquen la caída.
Estos servicios, dependientes del Área de Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante, están activos durante todo el año. En invierno podan árboles y arbustos y anualmente desarrollan el Plan de Arboricultura que resuelve las situaciones detectadas por agentes medioambientales, personal municipal o de concesionarias y las incidencias derivadas por avisos y peticiones de vecinos, juntas municipales, policía o cualquier otro organismo.
La poda de invierno se lleva a cabo desde noviembre y hasta la primera quincena de marzo, aprovechando la parada vegetativa del arbolado. Durante ese periodo se podaron 14.300 unidades de las que 5.500 están en zona verde y 8.800 en el viario.
El objetivo principal es reducir el volumen y altura de las copas de los árboles que presentan estructuras descompensadas, voluminosas o ramas quebradizas. Su fin coincidió este año con el inicio del estado de alarma por la COVID-19 y hasta ese momento se incidió en árboles envejecidos y de gran altura, así como en especies del tipo olmos, plátanos, pinos y acacias.
En total, durante 2019-2020 se habrá actuado sobre 40.000 unidades repartidas por toda la ciudad.
Madrid fue reconocida en 2019 como ‘Ciudad Arbórea del Mundo’ en el marco del programa Tree Cities of the World, promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Arbor Day (Día del Árbol), en el que participaron un centenar de ciudades, de las que 59 recibieron este reconocimiento. Fue el caso de capitales como Madrid, París, Dublín o Quito, grandes áreas metropolitanas como Nueva York, San Francisco o Toronto y varios municipios pequeños como Bradford (Reino Unido), Thunder Bay (Canadá), Tempe (EEUU) o Mantua (Italia).
Para la obtención de esta distinción, las galardonadas demostraron el cumplimiento durante 2019 de los cinco estándares requeridos por la organización: la existencia de una estructura dedicada a la gestión del arbolado, la disponibilidad de un censo arbóreo, la definición de recursos financieros para los árboles y la organización anual de eventos para promocionar y concienciar sobre la importancia del arbolado. Unos estándares que deberán de revalidarse anualmente para poder mantener este reconocimiento.
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