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Madrid y Barcelona acceden al ranquin de ciudades mejor preparadas para la futura movilidad

Ambas urbes ostentan los puestos 11 y 14 dentro del Urban Mobility Readiness Index, que analiza los ámbitos del impacto social, infraestructuras, atractivo del mercado, eficiencia del sistema e innovación

Madrid y Barcelona acceden al ranquin de ciudades mejor preparadas para la futura movilidad
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Madrid y Barcelona avanzan en el ranking de las 60 grandes ciudades del mundo mejor preparadas para adaptarse al nuevo paradigma de la movilidad urbana gracias, especialmente, a la solidez de sus infraestructuras de transporte en ambos casos y, en el caso concreto de la capital, adicionalmente, por sus iniciativas hacia una movilidad más ecológica.

Así, en la última edición del Urban Mobility Readiness Index que elabora anualmente Oliver Wyman Forum en asociación con la Universidad de Berkley (California), Madrid asciende cuatro posiciones hasta el vigésimo puesto en la clasificación global, mientras que Barcelona escala uno y se coloca en vigésimo cuarto lugar.

 

Madrid se sitúa como una de las diez ciudades europeas con mejor puntuación en el subíndice de movilidad sostenible, que analiza el compromiso de las grandes urbes con la movilidad neta cero

 

En este sentido, Pepa Chiarri, Executive Director, Climate & Sustainability de Oliver Wyman Iberia comenta que “pese al contexto económico actual, es vital continuar apostando por la modernización de los sistemas de movilidad en las ciudades. Las redes de movilidad eficientes y equitativas son motores clave para garantizar la resiliencia y promover la vitalidad urbana y económica de las ciudades de forma sostenible”.

 

 

El Urban Mobility Readiness Index, a través del análisis de hasta 57 métricas (agrupadas en cinco grandes dimensiones: impacto social, infraestructuras, atractivo del mercado, eficiencia del sistema e innovación), identifica qué ciudades están preparadas para sobresalir en la resolución de los futuros retos de la movilidad urbana, como la recuperación de la conectividad tras el impacto generado por la pandemia, un mayor protagonismo y uso del transporte público o la electrificación y automatización de los modos de movilidad. 

Según el informe, “es probable que las ciudades líderes en la revolución de la movilidad amplíen sus modos de transporte público, su disponibilidad y sus conexiones; proporcionen carreteras seguras, servicios fiables y oportunidades de empleo; habiliten las tecnologías emergentes, como los vehículos eléctricos y autónomos; hagan hincapié en la digitalización y la sostenibilidad; refuercen su preparación ante los riesgos; y alineen las políticas municipales, las normativas y los presupuestos en consecuencia”.

Así, San Francisco desbanca este año a Estocolmo y lidera la clasificación general gracias a su proximidad a las empresas de Silicon Valley y a un rico ecosistema de movilidad y tecnología, junto a los incentivos que ofrece para la compra de vehículos eléctricos, la inversión en una sólida infraestructura de carga y la introducción de calles "lentas" para acomodar más modos de micromovilidad como andar en bicicleta y caminar.

 

En contraposición, Lagos, Nairobi, Manila, Quito y Lima son las ciudades peor clasificadas en el ranking general

 

Zona media-alta de preparación para el futuro

Madrid y Barcelona se posicionan en la zona media-alta de la clasificación global -con Madrid experimentando un empuje algo mayor en el último año-, lo que supone un grado de preparación destacable, aunque con margen de recorrido, para afrontar los retos de la futura movilidad urbana. Además, las ciudades europeas lideran este ránking global, ya que 8 de ellas forman parte del top 10 general.

En el caso de Madrid, la capital española se coloca como la décima ciudad europea (63%) en el ranking de movilidad, pero se sitúa por debajo de la media europea (64.1%). Los autores del estudio destacan la oferta asequible de modos de transporte de la ciudad a través de una sólida red multimodal que incluye metro, tren de cercanías y autobuses. Asimismo, puntúan positivamente que las bicicletas se puedan llevar en el transporte público y la existencia de BiciMAD, un servicio de bicicletas eléctricas compartidas. 

Desde el punto de vista de la movilidad sostenible, el informe pone en valor las iniciativas de la capital para la limpieza del aire, como el límite de velocidad máxima de 30 km/h en muchas calles y zonas de bajas emisiones para diferentes partes de la ciudad, que impiden la circulación de los vehículos más contaminantes, además de la puesta en marcha de un sistema de pegatinas medioambientales para los automóviles y el Plan de Movilidad Sostenible Madrid 360, que incluye la ampliación de la red de metro y de carriles-bus, con la implantación de 60 km de corredores verdes para que los autobuses alcancen velocidades similares a las del metro.

Del lado menos positivo, los expertos de Oliver Wyman Forum y la universidad de Berkley señalan que, si bien Madrid está instalando puntos de recarga de vehículos eléctricos, el ritmo de despliegue es modesto, y la capital española se encuentra entre las ciudades más bajas de la Unión Europea en cuanto a número de puntos de recarga per cápita. Asimismo, Madrid carece de una amplia presencia de universidades y laboratorios de primera línea que trabajen en el ámbito de la movilidad y alberga pocas empresas de movilidad.

 

Barcelona y la multimodalidad

Por su parte, Barcelona justo detrás de Madrid (11) en el ranking europeo, se sale del top 10 general, obteniendo una puntuación total de 62.3. Los expertos destacan de la ciudad condal la buena conexión y asequibilidad de la red de transporte público multimodal, que se complementa con un sistema ferroviario sólido. La Ciudad Condal también se beneficia de una red nacional de carreteras que proporciona una fuerte conectividad regional y de un plan nacional de seguridad vial anunciado este año que prevé reducir a la mitad las muertes y lesiones graves de tráfico para 2030, mediante el aumento de los carriles bici y la reducción de los límites de velocidad.

En cuanto a margen de crecimiento, los autores del informe apuntan a que, a pesar de las zonas de bajas emisiones, la cuota de mercado de los vehículos eléctricos en Barcelona sigue siendo inferior a la de muchas otras ciudades europeas, debido a la relativamente baja densidad de estaciones de carga. Asimismo, aseguran que la adopción de la bicicleta en la ciudad catalana va a la zaga de otras ciudades europeas.

 

El papel clave del transporte público

La edición de este año introduce un nuevo subíndice de Transporte Público que mide el grado de mantenimiento de las redes de transporte masivo de las ciudades y el número de viajeros que lo utilizan y que pone en valor el relevante papel que desempeña un transporte público eficiente en el desarrollo de la movilidad del futuro de las grandes urbes.

 

 

“El transporte público es el medio más eficiente y sostenible para que las ciudades transporten a grandes grupos de personas en comparación con los medios de transporte privados, y un sistema gestionado de forma eficiente no sólo puede animar a los trabajadores y turistas a viajar por las ciudades, sino que puede proporcionar un acceso más equitativo a otros modos de movilidad, puestos de trabajo, centros comerciales y mucho más”, señalan los autores del informe, que añaden que las ciudades que aborden los futuros desafíos de movilidad, particularmente en lo que se refiere al transporte público, estarán mejor preparadas para futuras disrupciones, con economías resilientes y sostenibles. Según algunas estimaciones, cada 1.000 millones de dólares invertidos en transporte público podrían crear 50.000 empleos y cada dólar invertido puede traer 5 dólares en retornos.

 

Hong Kong encabeza el subíndice de Transporte Público gracias a que su red de transporte asequible tiene una alta densidad de estaciones alineada con la gran población de la ciudad

 

Carecer de un transporte público eficiente, asequible y seguro tiene consecuencias para las grandes ciudades, como el aumento de la congestión asociada a un mayor número de desplazamientos privados, el probable aumento de las muertes en carretera y el empeoramiento de la contaminación acústica, lumínica y atmosférica.

De las sesenta ciudades globales analizadas en el informe, las que peor puntuación han sumado en el subíndice de Transporte Público son Jeddah, Nairobi, Riyadh, Johannesburgo y Manila.

 

El subíndice de Movilidad Sostenible

En el ámbito de la movilidad sostenible, Europa, y en particular las ciudades escandinavas, ocupan ocho de los diez primeros puestos de este subíndice. Ofrecen un paquete completo de electrificación, acceso al transporte público y fomentan en gran medida formas de movilidad más físicas como los desplazamientos a pie y en bicicleta.

Oslo, a menudo llamada la capital mundial del vehículo eléctrico, lidera este subíndice por segundo año consecutivo. La ciudad cuenta con una densa red de estaciones de recarga y ofrece un amplio paquete de incentivos a los propietarios de vehículos eléctricos, como tarifas de peaje más baratas y acceso prioritario a determinadas carreteras. De hecho, en Oslo hay tantos conductores de vehículos eléctricos que el gobierno municipal ha empezado a suprimir algunos incentivos, como el aparcamiento gratuito, porque ya no son necesarios.

Al otro extremo del espectro, las ciudades peor posicionadas en el subíndice de Movilidad Sostenible son Lagos, Jeddah, Nairobi, Riyadh y Doha.


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