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"Mannheim2020 brinda una oportunidad de diálogo entre todos los niveles de gobierno para hacer realidad el Acuerdo Verde Europeo"

Entrevistamos a Wolfgang Teubner, Director del Secretariado Europeo de ICLEI - Gobiernos Locales por la Sostenibilidad


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Wolfgang Teubner es el Director del Secretariado Europeo de ICLEI - Gobiernos Locales por la Sostenibilidad, una red global de más de 1.750 gobiernos locales y regionales comprometidos con el desarrollo urbano sostenible. En esta entrevista, Teubner habla sobre la 9ª Conferencia Europea sobre Ciudades y Pueblos Sostenibles - Mannheim2020, donde líderes locales y regionales, instituciones europeas e internacionales y algunas de las mentes más brillantes que trabajan en la investigación de vanguardia, empresas y sociedad civil se darán cita para forjar una Europa más sostenible.

 

Pregunta. Mannheim2020 brindará la oportunidad a los gobiernos locales de opinar sobre el Acuerdo Verde Europeo. ¿Por qué es importante escuchar la voz de los entes locales?

Respuesta. El Acuerdo Verde es una reorientación del presupuesto de la Unión Europea hacia la neutralidad climática y la sostenibilidad, combinada con cambios en los marcos estratégicos y regulatorios que apoyan este desarrollo. Sin embargo, la mayoría de las medidas e inversiones pertinentes se darán a nivel local y regional. Por lo tanto, los gobiernos locales deben asegurarse de que las reglamentaciones y los instrumentos financieros correspondientes están en línea con las necesidades locales para optimizar el impacto, de acuerdo con los objetivos previstos. Además, los gobiernos locales deben garantizar que las medidas adoptadas apoyan y protegen la calidad de vida de su ciudadanía y tienen en cuenta la equidad y la justicia social.

 

P. Uno de los temas que se cubrirá en la conferencia Mannheim2020 es la tensión entre el crecimiento económico y los recursos limitados a nivel mundial. Actualmente, la Covid-19 nos muestra cómo la economía se atasca cuando solo consumimos lo que estrictamente necesitamos. ¿Qué se puede aprender de esta situación?

R. La crisis de la Covid-19 es una situación muy especial que, de forma temporal, está restringiendo nuestras vidas de muchas maneras. Sin embargo, sería erróneo sacar conclusiones a largo plazo en relación al consumo a partir de esta situación particular, ya que muchas de las reducciones/limitaciones actuales son forzadas y las personas las aceptan porque saben que no son para siempre. A medida que se vayan reduciendo las restricciones, es probable que el consumo vuelva gradualmente a los niveles anteriores al inicio de las crisis del coronavirus. Eso no quita que puede que ciertas cuestiones, como los viajes aéreos, vean sus números reducidos por más tiempo. Sin embargo, debemos tener claro que no podremos mantener un crecimiento ilimitado en un sistema global limitado.

Esto es particularmente preocupante para nuestras sociedades ricas cuando, al mismo tiempo, somos conscientes del nivel de crecimiento que aún se necesita para que poblaciones de otras partes del mundo salgan de la pobreza y tengan asegurada una buena educación, un buen sistema de salud y una calidad de vida justa. Hoy por el hoy, el crecimiento se ve impulsado en gran medida por las necesidades del sistema monetario, ya que constantemente podemos producir dinero –un recurso artificial que, en última instancia, conduce a demandas de recursos naturales que van más allá de los límites globales. Es por eso que necesitamos un cambio gradual hacia un sistema económico más estable y circular sin crecimiento permanente. Esto incluye una nueva perspectiva sobre qué y cómo consumimos. Por ejemplo, podemos hacer una transición hacia el uso y compartición de bienes, en lugar de poseerlos, para tener más servicios y menos bienes. Esto requiere de la combinación de innovaciones tecnológicas con cambios culturales.

 

P. La transformación de nuestras ciudades hacia la sostenibilidad debe hacerse de la mano de la justicia social. Nuevamente, la Covid-19 nos ha enseñado cómo las diferencias sociales crean una brecha a la hora de enfrentar esta u otras pandemias. ¿Cómo se pueden transformar las ciudades de una manera que realmente no se deje a nadie atrás?

R. Este es, sin duda, un desafío que las ciudades pueden y deben abordar de forma prioritaria. Las diferencias sociales son causadas principalmente por la lógica de nuestro sistema económico y de nuestros mercados. Sin embargo, cuando invertimos en sistemas de energía y eficiencia energética, en transporte y movilidad sostenibles, en vivienda, educación y otros servicios, debemos asegurarnos de que los costos no están sobrecargando a los grupos más vulnerables de la sociedad y de que los beneficios están llegando todos los habitantes por igual. Además, las ciudades pueden fomentar la creación de cadenas de valor locales y regionales, así como impulsar un entorno favorable para aquellas empresas nuevas e innovadoras que crean empleos sostenibles.

 

P. Las ciudades y regiones están cada vez más digitalizadas. ¿Cuáles son los impactos sociales y ambientales consecuencia de esta digitalización?

R. En mi opinión, la digitalización, como la mayoría de las tecnologías revolucionarias, tiene muchos impactos potenciales y profundos que pueden ser tanto positivos como negativos, en función de cómo y para qué fines se apliquen.

Está claro que necesitaremos de la digitalización para aumentar nuestro conocimiento, a través de la medición y la creación de datos para el monitoreo en muchas áreas, por ejemplo, en relación a emisiones, calidad del aire, transporte y movilidad. La digitalización puede y debería respaldar cambios adicionales en nuestros sistemas de producción y distribución de energía, así como ayudar a acelerar el cambio completo a las energías renovables a través de la gestión de la producción descentralizada vinculada, la volatilidad en la producción y el almacenamiento.

Sin embargo, particularmente en el campo de la digitalización, debemos asegurarnos de que la inteligencia artificial y la automatización no generen pérdidas masivas de empleo y que las cadenas de valor y de negocios no se deslocalicen. En la actualidad, ya hemos visto que las ganancias y el empleo vinculados a las compras por Internet o a servicios como UBER o Airbnb a menudo se crean en otros lugares, mientras que las contribuciones a los ingresos públicos locales, regionales e, incluso, a los impuestos públicos nacionales y a la Seguridad Social son marginales, y los efectos negativos sí se perciben y se sufren a nivel local.

 

P. ¿Cómo pueden las ciudades construir su resiliencia en los tiempos que corren? ¿Alguna herramienta específica que recomendaría para ese fin?

R. En relación con la crisis actual, diría que durante el período más agudo de la crisis la clave ha sido llevar a cabo medidas de mitigación inmediatas, más que construir resiliencia. Sin embargo, la crisis como tal es un buen indicador de las debilidades sistémicas con respecto a la resiliencia. Desde ICLEI, junto con diversas ciudades y socios científicos, hemos trabajado en el desarrollo de una serie de herramientas para que las ciudades mejoren su resiliencia. Por ejemplo, el legado del proyecto Smart Mature Resilience (SMR) es un set de herramientas relativas a la resiliencia que están disponibles en línea  (https://smr-project.eu/tools/).

La resiliencia a menudo se enfrenta al problema de un conflicto con los principios económicos vigentes de eficiencia y ahorro de costos, ya que a menudo está relacionado con las capacidades de reserva, back-ups, almacenamiento, medidas de protección, etc., que o bien incurren en costos adicionales, o bien son visto como recursos no utilizados en períodos sin crisis. Los costos evitados durante las crisis a menudo son difíciles de calcular o no se calculan como un saldo. Asimismo, es difícil predecir las causas de futuras crisis, pero en casos de inseguridad, el principio de precaución podría ser un buen consejo a seguir.

 

P. En los últimos años, hemos visto como la juventud ha mostrado repetidamente una gran preocupación por su futuro a través de sus manifestaciones y acciones. ¿Qué podemos aprender de ell@s?

R. Creo que algo a destacar es que la juventud está mirando más al futuro, de lo que lo está haciendo la generación que actualmente gobierna nuestros países y economías, en general aún muy dominados por un pensamiento cortoplacista.

Con demasiada frecuencia, olvidamos que las emisiones y la destrucción de los sistemas naturales causadas hoy en día afectan gravemente la vida de las generaciones más jóvenes y, de hecho, las generaciones futuras. A menudo existe la percepción errónea de que las decisiones tomadas hoy, especialmente aquellas relacionadas con el cambio climático, no tendrán mucho impacto dentro de la vida útil de la generación gobernante. Esto parece hacerlos dudar a la hora de actuar en consecuencia.

Necesitamos cumplir urgentemente con nuestra responsabilidad para con las generaciones más jóvenes y las generaciones venideras, y actuar rápidamente y en consecuencia para proteger las vidas de las generaciones futuras. No hay duda de que esto incluye no solo cambios tecnológicos, sino también, y aún más importante, cambios socioeconómicos y culturales.

 

P. Si tuviera que animar a alcaldes, actores urbanos, investigadores... a asistir a Mannheim2020, ¿qué les diría?

R. La 9ª Conferencia Europea sobre Ciudades y Pueblos Sostenibles (que se llevará a cabo en formato virtual como consecuencia de la actual crisis sanitaria) se celebra en un momento crucial en el tiempo. Tenemos una nueva Comisión Europea que ha logrado establecer la neutralidad de carbono de la Unión Europea como un objetivo clave para 2050 y que está configurando el Acuerdo Verde como una nueva estrategia que abarca este objetivo, y además incluye el desarrollo económico y social.

Sin embargo, esta estrategia necesitará tanto de la cooperación vertical en todos los niveles de gobernanza, como de la cooperación horizontal entre todas las partes interesadas en cada nivel, para que realmente suceda.

Mannheim2020 brinda una oportunidad de diálogo y discusión entre todos los niveles de gobierno, así como con grupos de interés clave, sobre cómo podemos convertir esta ambición y objetivos en una realidad. En línea con el papel y la voluntad de ICLEI, la conferencia mantendrá el foco en las ciudades y las regiones, que es donde la mayoría de los cambios tendrán que implementarse y es donde la interacción y la participación de las personas tendrán que organizarse. Invitamos a los representantes de todos los grupos de interés a estar presentes en Mannheim2020, para aportar activamente al debate y contribuir a la transformación de Europa.

 


Premio Acción Transformadora

Hasta el 31 de julio, puedes presentar tu candidatura al Premio Acción Transformadora 2020. ¿Qué está haciendo tu ciudad, región u organización de la sociedad civil para llevar a cabo transformaciones socioculturales, socioeconómicas y tecnológicas en la comunidad?

Este premio europeo de sostenibilidad, coorganizado por ICLEI - Gobiernos locales para la sostenibilidad, el País Vasco y la ciudad de Aalborg (Dinamarca), con el apoyo del Comité Europeo de las Regiones y el Banco Europeo de Inversiones, dotará al ganador/a con 10.000 € para poner en marcha una acción transformadora en su ciudad, región o municipio.

Para más información: www.sustainablecities.eu/transformative-action-award 


 

Mannheim2020

  • 3 DÍAS: Del 30 de septiembre al 2 de octubre de 2020
  • Conferencia totalmente gratuita
  • Formato interactivo

+ información: www.mannheim2020.eu 


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