Un nuevo estudio ha demostrado que las infraestructuras verdes, y en particular los árboles, pueden contribuir a reducir las temperaturas en las zonas urbanas, mucho más elevadas
Existen abundantes motivos por los que las ciudades presentan unas temperaturas más altas que las zonas rurales que las rodean. Están densamente edificadas, los materiales de construcción empleados están pensados para conservar el calor y las abundantes superficies pavimentadas atrapan el calor en el suelo y evitan que se libere al aire. A todo ello debemos sumar las consecuencias de la actividad humana: la energía emitida por los residentes de la ciudad cuando conducen, trabajan, hacen ejercicio y, en general, se ocupan de sus quehaceres diarios.
Mientras que la mayoría de nosotros considera que estas islas de calor urbanas son consecuencia inevitable de la vida urbana, los investigadores están buscando soluciones que contribuyan a reducir este efecto. Un estudio reciente realizado con tal fin y descubrió que las infraestructuras verdes, como los tejados verdes y en particular los árboles, pueden contribuir a reducir las temperaturas en ciudades y pueblos. El estudio fue realizado por la Universidad de Surrey con el apoyo del proyecto financiado con fondos europeos iSCAPE. Sus resultados se publicaron en la revista «Environmental Pollution».
El equipo de investigación escogió para su caso práctico el municipio de Guildford (el Reino Unido), cubierto por pastos y árboles en un 78 %. Los científicos analizaron cómo pueden tres tipos diferentes de vegetación (pastos, tejados verdes y árboles) mitigar el efecto de isla de calor urbana en cinco escenarios diferentes. Simularon los incrementos de temperatura teniendo en cuenta la cantidad de IV actuales en Guildford y en cuatro escenarios adicionales: si el municipio no tuviese ninguna IV y si la cobertura de IV actual se sustituyese con solo árboles, solo tejados verdes y solo pastos.
Los resultados demostraron que los cambios de temperatura en entornos urbanos dependen enormemente del tipo de cobertura de IV, el grado de cobertura de la ciudad con IV y el calor emitido por edificios y vehículos. Entre los tres tipos de IV, los árboles demostraron presentar la mayor eficacia a la hora de mitigar el aumento de temperaturas. Además, los tejados verdes podrían servir como medida adicional para reducir el efecto de la isla de calor urbana, siempre que cubran grandes superficies de la ciudad.
«Dado que los responsables y los líderes políticos buscan, y con razón, soluciones para la crisis de vivienda [en el Reino Unido], resulta esencial que consideren cómo afectará este influjo de nuevas infraestructuras urbanas a nuestro entorno y nuestro planeta», declaró el coautor del estudio, el profesor Prashant Kumar, en un artículo publicado en el sitio web Earth.com. «Espero que nuestro estudio ofrezca a los responsables de las tomas de decisiones la información que necesitan para decidir qué infraestructura verde instalar en nuestras comunidades. Nuestros resultados sugieren que, si es posible elegir, los árboles son el método más eficaz para reducir el efecto de isla de calor urbana al que se enfrentan muchas de nuestras poblaciones», concluye el profesor Kumar, fundador y director del Centro Global para la Investigación sobre un Aire Limpio de la Universidad de Surrey.
El proyecto iSCAPE (Improving the Smart Control of Air Pollution in Europe) finalizó en noviembre de 2019. Su objetivo era desarrollar estrategias sostenibles de lucha contra la contaminación atmosférica, intervenciones políticas e iniciativas para impulsar un cambio conductual.
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