Medellín se refresca con intervenciones urbanas basadas en la naturaleza
En las últimas semanas, las temperaturas se han disparado en Europa, India, Egipto y muchos otros lugares, y la reacción de muchas personas ha sido encender los acondicionadores de aire al máximo de su capacidad.
Esta tecnología puede proporcionar un alivio a corto plazo, pero no es una solución eficiente en un planeta cada vez más caliente. El aumento en el uso de los aires acondicionados y otros sistemas de refrigeración trae consigo un repunte en la demanda de energía, lo que a su vez produce más emisiones de carbono y acelera el cambio climático.
La naturaleza ofrece soluciones eficientes, resilientes y viables a largo plazo, tal y como lo demuestra Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia.
Medellín, como muchas otras ciudades, enfrenta el aumento global de temperatura y además el efecto de la isla de calor urbana: el hormigón y el asfalto absorben la energía del sol, lo irradian en forma de calor y mantienen la ciudad caliente mucho después del anochecer.
Con el proyecto de Corredores Verdes, las autoridades de la ciudad de Medellín transformaron 18 calles y 12 vías fluviales en un paraíso verde que reduce la acumulación de calor en la infraestructura urbana.
La iniciativa ganó este año el premio Ashden por Enfriamiento basado en la Naturaleza, el cual es apoyado por el Programa de Kigali para la Eficiencia de la Refrigeración, en asociación con Energía Sostenible para Todos (SEforALL),
“Cuando tomamos la decisión de plantar los 30 corredores, nos enfocamos en las áreas que más carecían de espacios verdes”, dijo el alcalde Federico Gutiérrez. "Con esta intervención, hemos logrado reducir la temperatura en más de 2°C y los ciudadanos ya lo notan", añadió.
“El proyecto de Corredores Verdes es un excelente ejemplo de cómo los planificadores y los gobiernos de las ciudades pueden apoyarse en la naturaleza para concebir un diseño urbano inteligente. El monitoreo será clave para demostrar aún más los múltiples beneficios de este enfoque a lo largo del tiempo", dijo Juan Bello, director de la Oficina de ONU Medio Ambiente en Colombia.
Las soluciones basadas en la naturaleza están definidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como “las acciones que se apoyan en los ecosistemas y los servicios que estos proveen para responder a diversos desafíos de la sociedad”.
Hasta el momento, la efectividad de este enfoque está bien documentada. Los parques urbanos pueden reducir la temperatura ambiental diurna en un promedio de aproximadamente 1°C.
La ciudad de Milán -que sufrió cortes de energía debido a la demanda de aire acondicionado durante la ola de calor de junio- planea plantar tres millones de árboles de aquí a 2050 para reducir el efecto de la isla de calor y aumentar la calidad del aire.
Por otro lado, los techos verdes pueden reducir el uso de energía entre 10% y 15%. En ciudades como Atenas, existe evidencia de que pueden disminuir la demanda de enfriamiento en los edificios hasta en 66%.
"Medellín y muchas otras ciudades están mostrando cómo podemos mitigar el cambio climático y adaptarnos a sus efectos con soluciones basadas en la naturaleza", dijo Martina Otto, jefa de la Unidad de Ciudades de ONU Medio Ambiente. "Las ciudades tendrán que esforzarse en implementar tales intervenciones si el mundo se toma en serio los objetivos del Acuerdo de París", añadió Otto.
Se espera que en 2050 las emisiones del sector de refrigeración hayan aumentado 90% con respecto a los niveles de 2017. Para ese entonces, solo la refrigeración de espacios consumirá tanta electricidad como lo hacen China e India en la actualidad.
"A medida que las temperaturas globales aumentan, las dificultades para mantenerse fresco se están convirtiendo en un problema de salud cada vez más urgente, y las ciudades son especialmente vulnerables", dijo Dan Hamza-Goodacre, director ejecutivo del Programa de Kigali para la Eficiencia de la Refrigeración.
"La planificación inteligente de las ciudades puede ser crucial para que proliferen soluciones como los techos y corredores verdes, o estándares de diseño que mejoren la eficiencia y el enfriamiento pasivo en los edificios", agregó.
Las soluciones basadas en la naturaleza comprenden uno de los enfoques promovidos por la Coalición para la Refrigeración Limpia y Eficiente, que reúne a gobiernos, empresas, sociedad civil y organizaciones internacionales.
Esta alianza también trabaja para evitar la necesidad de un enfriamiento activo a través del diseño inteligente de edificios y ciudades, y su objetivo es alimentar los servicios de refrigeración con energías renovables, a través de tecnologías como los distritos de enfriamiento o las cadenas de frío.
La coalición también promueve un aumento en la eficiencia del enfriamiento convencional aprovechando la Enmienda Kigali al Protocolo de Montreal, y además busca proteger a las personas vulnerables de los efectos del calor extremo y la interrupción de las cadenas de frío médicas y agrícolas.
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