Las actuaciones comenzarán con la restauración de 80.500 metros cuadrados en el meandro de Vivillo, para lo que se ha solicitado fondos Next Generation por importe de 2 millones de euros
Ayuntamiento de Murcia
21/03/2022
El alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, ha anunciado que "el Ayuntamiento de Murcia comienza una revolucionaria estrategia de actuaciones que supondrán la transformación del entorno del río Segura con la recuperación integral de los meandros Chico de Vivillo, Molino de Funes, Molino de la Rosquilla, y la rambla de la Ventosa, en la zona oeste del municipio". Serrano ha estado acompañado por el concejal de Urbanismo y Transición Ecológica, Andrés Guerrero, y por el concejal de Programas Europeos, Iniciativas Municipales y Vía Pública, Juan Fernando Hernández.
Estas actuaciones, que han sido diseñadas en colaboración con la Universidad de Murcia, la Universidad Politécnica de Cartagena y la Confederación Hidrográfica del Segura, comenzarán con la restauración de 80.500 metros cuadrados en el meandro de Vivillo, para lo que se ha solicitado fondos Next Generation por importe de 2 millones de euros. En concreto, se ha aprobado participar en la convocatoria de la Fundación Biodiversidad financiada por los fondos Next Generation de la Unión Europea.
Estos cuatro proyectos han sido diseñados con una innovadora metodología de trabajo donde se ha incidido en la participación ciudadana y se han aplicado criterios de recuperación naturalizada de las zonas donde se ubican. Asimismo, están desarrollados con una profusa definición que incluye la evaluación hidráulica, con un estudio básico de inundabilidad, con indicadores de evaluación de función ecológica, servicios ecosistémicos y de bienestar humano.
Serrano ha dicho que "es destacable el carácter integral de las propuestas, que se refiere tanto a valores ambientales y funcionales del cauce como a los márgenes y zonas agrícolas colindantes, lo que le confiere una fuerte estrategia innovadora para abordar la intervención territorial y la recuperación de un entorno fluvial de gran relevancia social y patrimonial en la Huerta de Murcia".
La primera de las actuaciones se llevará a cabo sobre 80.500 metros cuadrados, en el meandro Chico de Vivillo y su entorno. Los objetivos planteados son la mejora ambiental del cauce fluvial y de sus riberas, la reducción de la exposición de riesgos de inundación y la mejora de la calidad ambiental de las zonas verdes de la huerta. Así, la principal característica de esta propuesta es la ampliación del cauce sobre el antiguo codo que realizaba el río. De este modo, se pretende modificar el trazado del cauce en sus caudales ordinarios para recuperar parte de la sinuosidad perdida, permitiendo aumentar la diversidad morfológica del entorno y la generación de nuevos hábitats.
El Meandro del Vivillo está situado en la margen derecha del río, delimitado por la avenida de Rincón de Seca, y al este, por el carril de Ontines. Se trata de una terraza fluvial perfectamente delimitada por los desniveles presentes del terreno y el río. El espacio agrícola está dominado por monocultivos de cítricos, policultivo de frutales, con o sin hortalizas, y cítricos adehesados, en estado de semiabandono.
Esta actuación permitirá disponer de un lecho fluvial más amplio y diverso, permitiendo al río desarrollar las dinámicas fluviales naturales (creación de islas, rápidos y pozas que elevan la calidad del agua y su funcionamiento ecosistémico).
En la orilla derecha del río se aprovechará la curva generada en el cauce para acondicionar una playa fluvial, complementando los accesos a la lámina de agua previstos en la orilla opuesta. La conjunción de todos estos elementos permitirá fomentar la creación de nuevos hábitats sobre el cauce debido a su diversidad morfológica. Además, incentivarán la movilización de sedimentos y un adecuado flujo subterráneo.
En las tendidas riberas que genera la ampliación del cauce, se incorpora la cola del Azarbe Chico del Vivillo. Este pequeño canal se continúa sobre los taludes de la ribera con un estrecho canal con lecho de gravas, desembocando en una alberca visitable. El rebosadero de ésta da a otro canal de similares características que lleva el agua hacia la corriente principal del río. Así se visibiliza la importancia de la red de riego dentro del sistema tradicional de la Huerta y se configura un pequeño rincón característico de este proyecto en particular. En la orilla derecha del río durante este tramo se propone un rebaje de la mota, que recupera la conexión entre la terraza fluvial adyacente y el cauce principal.
En función de la frecuencia con la que quedan cubiertas las riberas en las crecidas del río se distinguen varias bandas de vegetación: ribera inundada, húmeda y seca. Para cada una de las bandas se ha realizado una selección de especies y se ha definido el proceso de revegetación, buscando que ésta se adapte a las condiciones de cada tramo para el desarrollo de la vegetación.
La propuesta pretende poder albergar en este tramo, especialmente en el ensanchamiento que se produce en la curva del río, un bosque de ribera propio de estas localizaciones en situaciones naturales. Este bosque supondría un aumento de la biodiversidad importante, proporcionando un espacio de alta calidad ambiental que también sirva de atractivo en el valle aluvial.
Por último, se realizará o recomendará, en función de a quién pertenezca la propiedad, la consolidación mediante vegetación de los taludes que delimitan la terraza fluvial. El objetivo será aumentar la resistencia de estos taludes en caso de inundaciones y preservar su presencia en el territorio como límite último del valle aluvial inundable.
La disposición de los caminos persigue dos objetivos principales: una buena accesibilidad al ámbito desde su entorno y una interacción con el ecosistema fluvial generado que permita su disfrute.
Por el contorno de la actuación discurren dos grandes caminos perimetrales, similares a los que actualmente existen sobre las motas. Estos itinerarios mantienen la continuidad existente a lo largo del río y permiten su conexión con los carriles de huerta más próximos, donde se plantea tanto crear como visibilizar los diferentes puntos de acceso al proyecto. De estos dos caminos, el ubicado en la orilla izquierda del río se desvía con la ampliación hasta su antiguo trazado que se conserva en la actualidad con su propia alineación de arbolado que deberá conservarse. Por su parte, el ubicado en la orilla derecha discurrirá a menor cota debido al rebaje de la mota, requiriendo de tramos en rampa para enlazar con las motas no intervenidas.
Desde los caminos perimetrales surgen itinerarios secundarios de menor tamaño que se introducen suavemente en las riberas vegetadas, generando paseos entre por bosque de ribera y permitiendo el acceso a la lámina de agua de la corriente principal de forma puntual y controlada. La disposición de éstos busca una percepción del ecosistema generado, adentrándose en zonas de arbolado frondoso, atravesando zonas arbustivas o descubriendo el agua con perspectivas amplias del cauce, entre otras. La conexión más directa con el agua se realiza mediante una playa fluvial en la orilla derecha del río y pequeñas estructuras de madera colocadas de forma dispersa, evitando concentrar la actividad en puntos concretos.
Sobre la mota rebajada y la terraza fluvial se proponen unos accesos al ámbito desde la Avenida Rincón de Seca y unas pequeñas zonas de estancia al aire libre asociadas.
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