Medio Ambiente

El Ayuntamiento de Orihuela someterá a aprobación inicial, en el pleno de este jueves, su nuevo Plan Local de Gestión de Residuos (PLGR), una estrategia integral que guiará la recogida y tratamiento de residuos durante los próximos seis años. Este plan propone un cambio en el sistema actual, con el objetivo de cumplir con la normativa de residuos, reducir el impacto ambiental y mejorar la calidad del servicio para los ciudadanos.

El nuevo plan está dirigido a cumplir con el Plan Integral de Residuos de la Comunidad Valenciana (PIR-CVA), que exige a municipios de más de 50.000 habitantes que adopten, como mínimo, un sistema de recogida de residuos puerta a puerta para biorresiduos y envases ligeros, o un sistema equivalente, que permita aplicar políticas fiscales y económicas de incentivo, como el “pago por generación”. Esto premiaría a los ciudadanos que separan sus residuos, permitiendo reducir los residuos mezclados que van a vertedero.

Además, el plan se alinea con otras estrategias autonómicas para la gestión de residuos y la lucha contra el cambio climático. Así, pretende resolver las deficiencias actuales y establecer mejoras en la recogida y tratamiento de residuos domésticos, con el propósito de reducir el impacto medioambiental y promover la economía circular.

La elaboración del PLGR incluyó un diagnóstico exhaustivo de la situación de los residuos en Orihuela, además de recoger propuestas de los ciudadanos a través de un proceso participativo. Según los datos actuales, Orihuela recicla solo una parte del potencial de residuos. Actualmente, el municipio recoge alrededor de 501 toneladas de envases ligeros al año, aunque podría recuperar hasta 5.200 toneladas con una separación adecuada, lo que representaría un aumento del 91%.

En cuanto al papel y cartón, se reciclan aproximadamente 437 toneladas al año, cuando el potencial es de más de 8.000 toneladas, lo que permitiría incrementar esta cifra en un 94%. Respecto a los biorresiduos, Orihuela gestiona alrededor de 8.300 toneladas al año, pero la implantación de un sistema de recogida mejorado podría elevar esta cantidad a 23.400 toneladas, lo que reduciría significativamente los residuos enviados a vertedero y los costes de tratamiento y, por tanto, se disminuirá la tasa porque los costes serán inferiores.

El PLGR propone un total de 23 medidas para mejorar el sistema de gestión de residuos, de las cuales destacan:

1. Videovigilancia para puntos de vertido incontrolado, con sanciones para reducir esta práctica.

2. Construcción de dos ecoparques fijos, uno en la costa y otro en el casco urbano, para facilitar la entrega de residuos especiales.

3. Contratación de educadores ambientales que promuevan la separación de residuos y el reciclaje.

4. Instalación de contenedores adicionales para cubrir mejor el área municipal y sustituir los dañados.

5. Ampliación del servicio de limpieza alrededor de los contenedores y mejora en la frecuencia de reparación y lavado.

6. Recogida selectiva en mercados y eventos, y recogida de biorresiduos en grandes productores como hoteles y restaurantes.

7. Fomento del compostaje en centros educativos y ampliación de la recogida puerta a puerta en zonas piloto.

8. Implementación del quinto contenedor en todo el término municipal para facilitar la separación en origen.

9. Pago por generación: un sistema que permitirá a los ciudadanos pagar menos si generan menos residuos mezclados.

Para llevar a cabo estas acciones, “el Ayuntamiento invertirá durante los próximos seis años 20 millones de euros en nueva maquinaria y ampliará su plantilla en cerca de 50 trabajadores, incluyendo la adquisición de camiones de recogida y vehículos de apoyo”, tal y como ha explicado Rocío Ortuño.

Y es que la finalidad de este Plan Local de Residuos es “mejorar la recogida selectiva en origen (separación de residuos en sus contendores correspondientes para poder disminuir la tasa, y para ello es necesario la colaboración ciudadana”.

Paralelamente, la Concejalía de Limpieza Viaria y Residuos Sólidos Urbanos ya está trabajando en la elaboración de una Ordenanza del Servicio, tal y como establece el PLR, que supondría la implantación de bonificaciones.