Los más de 11.000 puntos de luz existentes en la capital palentina van a ir cambiando, con la intención de sustituir todas las luminarias tradicionales por otras de tipo LED. La primera fase de este trabajo ya ha comenzado y el mes de junio es la fecha límite para que 3.139 farolas proyecten la nueva luz al paso de los ciudadanos.
Los trabajos se iniciaron en enero y la empresa responsable de su desarrollo, Clece (ganadora del contrato de suministro y servicio energético de esta primera fase de iluminación exterior en la ciudad), ha cambiado ya una buena parte. Y es que, además del beneficio que supondrá para el Ayuntamiento y los propios ciudadanos, Clece también obtiene beneficios con las nuevas luminarias. El Consistorio pagará durante los próximos 12 años 377.333 euros por año.
Esta primera fase de renovación de luminarias afecta principalmente a los barrios de San Juanillo, Pan y Guindas, Santiago y Centro Histórico, así como a las avenidas de Asturias, Santander y Madrid. También se está cambiando parte de la iluminación del Polígono Industrial Nuestra Señora de los Ángeles, el Parque Jerónimo Arroyo, la carretera de León y el denominado Primer Cinturón.
La renovación del resto de iluminarias se realizará en posteriores fases, según las necesidades que el Ayuntamiento observe. Para ello se volverá a sacar a concurso el contrato de prestación de este servicio, de acuerdo a las condiciones de las zonas que se incluyan.
Además, con el afán de ahorrar y mejorar la calidad ambiental y de las infraestructuras, el Consistorio mantiene contactos con Somacyl (Sociedad Pública de Medio ambiente de Castilla y León), de cara a poder firmar un convenio futuro para continuar con las mejoras energéticas.
Por el momento, las partes han concretado la realización de una auditoría energética -que se desarrolla actualmente- mediante la que se están estudiando las condiciones de distintas zonas de la capital, para saber qué mejoras o necesidades pudieran tener.
Los cambios que se llevan a cabo afectan también a 34 cuadros eléctricos -de los 170 existentes-, así como a 18 cuadros eléctricos ornamentales. De esta manera, se pretende controlar su encendido y apagado con el objetivo de facilitar la promoción turística de la ciudad y de sus edificaciones a través de la iluminación.
Destacar que la elección de los cuadros que se han cambiado ha sido realizada conforme a un criterio de seguridad, además de aspectos relacionados con el ahorro de energía. Por eso se han elegido las instalaciones que se encontraban en peores condiciones técnicas y donde el ahorro que se conseguía compensaba los costes de su adecuación.
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